SINOPSIS: Nada ocurre al azar. Todo en nuestras vidas tiene un sentido, sigue un orden inteligente y nos conduce hacia un fin. El presente libro es una transmisión directa de los Emisarios Pleyadianos que se nos presenta como una ventana por la cual divisar una nueva perspectiva del pasado y un paisaje ampliado de nuestras oportunidades actuales, desvelándonos nuestro destino. Contiene ejercicios destinados a despertar nuestro Ka Divino, para la sanación, despejamiento, remodelación cerebral, etc. Cada vez que no liberamos nuestras cargas emocionales negativas estamos creando una red de energía distorsionada a nuestro alrededor, y absorbemos los miedos y las cargas de los demás, ya se trate de nuestra familia, nuestros amigos o nuestro entorno profesional. Gracias a estos ejercicios pleyadianos ahora podemos aprender a cortar los sutiles cordones que nos unen a esas circunstancias densas que nos detienen y nos paralizan. Este libro une la psicología profunda, lo místico y lo esotérco a través de la impresionante experiencia de su autora y, tal como sucede con las verdaderas revelaciones, llega a los lectores en un momento crucial para la humanidad. De nosotros epende dar una luz nueva al planeta y a todos los seres que habitan en él.

PREFACIO

Este libro ha nacido fruto de una visión clara. Te puede servir como una ventana por la cual divisar una nueva perspectiva del pasado y un paisaje ampliado de tus oportunidades actuales. A través de estas páginas conocerás a los Emisarios Pleyadianos de Luz, seres extraordinarios que te ayudarán a expresar tu Presencia Crística -la persona sabia, sana, dichosa, espontánea, tierna e inmortal que eres- y te guiarán a través de la experiencia de los Ejercicios Pleyadianos de Luz. Es una oportunidad para despertar. Mi experiencia del Manual de Ejercicios Pleyadianos: El Despertar de tu Ka Divino, empezó una tarde dorada de primavera en la falda oeste del monte Shasta. Había ido «al lugar donde las mariquitas van a bailar», como yo llamo a la pequeña rueda medicinal que ayudé a construir cerca de mi casa. Durante los días secos, cientos de mariquitas emergen del lecho de hojas de pino del bosque cuando toco el tambor; su vuelo llena el aire de duros cuerpos de color naranja. Me saludan paseándose por mis brazos y piernas y cubren un pequeño cedro. Voy a menudo a este lugar a fumar la pipa con un amigo, a orar por la consecución del Plan Divino sobre la Tierra. También rezo para saber tomar en cada momento el paso más acertado en favor del plan en curso. Aquí, acompañada por el baile de las mariquitas, el delicioso aroma a cálido pino y la música del agua del arroyo que juega con los estoicos cantos rodados, «vi» que mi amiga Amorah iba a escribir su primer libro y que yo colaboraría en el alumbramiento revisando su primer borrador y ayudando a preparar el material a enviar al editor. Unos días más tarde le mencioné el tema a Amorah. Silencio. Más silencio. Vi que su cara empezaba a adquirir un leve tono rosado, el azoramiento ante la contemplación de algo «muy trascendente». Una risa nerviosa. «Bueno, ya veremos», dijo en el tono de voz que se usa para cambiar de tema. La confirmación me llegó al final de unas semanas de fuentes inesperadas. El proyecto estaba en marcha. Para cuando Amorah empezó a escribir y yo empecé a revisar, yo tenía un contacto diario con los Emisarios Pleyadianos de Luz, sobre todo durante el sueño, con la intención de transmutar cualquier cosa – creencias, formas de pensamiento, códigos genéticos, improntas kármicas, pautas de conducta- que pudiese entorpecer la expresión y encarnación plenas de mi Presencia Crística. Con la ayuda de estos pleyadianos estudié cuidadosamente mi propia vida y mi cuerpo para determinar qué pautas llevaba; luego apliqué las técnicas de los Ejercicios Pleyadianos de Luz para llevar a cabo las transformaciones precisas. Me di cuenta que de alguna manera empezaba a «leer entre líneas». Parecía tener acceso a nuevas informaciones y saberes que no figuraban en el libro «en letra impresa» y que tenían aplicación inmediata en mi vida. Gran parte de estos nuevos saberes encerraban información básica y muy práctica para mi bienestar desde el punto de vista físico. Un ejemplo era la intuición que recibí sobre plantas silvestres. Fui comprendiendo que, para que mi Presencia Crística se expresara plenamente en la Tierra, necesitaba realizar ciertos ajustes en el código genético de mi cuerpo. Fui comprendiendo que ciertas plantas silvestres de mi entorno poseían la capacidad de producir esos ajustes. Un día, mientras preparaba la tierra del jardín para plantar en primavera, vino con fuerza a mi conciencia la imagen de plantas silvestres. Quedé paralizada. Esa mañana habían caído copos de nieve grandes y esponjosos que desaparecieron entre la tierra oscura. Luego cayeron gotas de lluvia brillantes encima de las plantas que rodeaban la valla del jardín. El aire era ahora frío, húmedo y estaba lleno de vida; cada una de las plantas resaltaba por su color verde brillante contrastando con el cielo denso y gris. «Plantas silvestres», pensé, «seguro que hay aquí y ahora alguna que me sirva.» Empecé a darme cuenta de la variedad de plantas salvajes. Noté cómo algunas especies además de ser muy abundantes emanaban una vitalidad muy poderosa. Estiré el brazo para coger un puñado de álsine y metérmelo en la boca, su sabor era suave y dulzón; tras sacudir las gotas de lluvia de una hojita de diente de león me dispuse a morderla con cuidado; tenía un sabor acre que me gustó. Me llamó la atención una planta de verbasco tierna y blanda que me hizo pensar en el té. Esa mañana en el jardín comprendí algo sobre la relación entre el cuerpo y las plantas silvestres; sabía lo que me proporcionaban ahora y por qué; percibí los ciclos de las plantas y comprendí que otras plantas iban a tener también en su momento un propósito similar para mí. Un gozo indescriptible me inundó; sólo rompía el silencio el canto ocasional de un petirrojo, pero creo que cada una de las células de mi cuerpo cantaba sumándose al coro de las plantas de la pradera. Ese mismo día consulté un libro de botánica que me confirmó que el álsine es un purificador de la sangre como la parte superior del trébol rojo que florece en verano y las raíces de la uva de Oregón que se da en invierno. Luego comprobé que las hojas verdes del diente de león constituyen un poderoso purificador del hígado y que en verano los humanos producen una secreción que limpia el hígado. Me quedé con la leve sensación intuitiva de que estas propiedades de las plantas no son más que la consecuencia secundaria evidente de un efecto más profundo que la ciencia no ha medido. Mi conocimiento sobre las plantas silvestres sigue creciendo. Gran parte del genio de El Manual de Ejercicios Pleyadianos es el equilibrio elegante entre ideas y aplicaciones. En última instancia, no basta leer sobre algo, pensar sobre algunas ideas. La manera de saber algo es experimentarlo. El material de este libro se encuentra cuidadosamente ordenado. Si lo lees de principio a fin, a la vez que realizas los procesos que se te van presentando, obtendrás unos resultados que te sorprenderán y te deleitarán. He tenido algunas experiencias profundas y extraordinarias con las técnicas de este manual. Algunos de los métodos más simples han demostrado ser poderosos y de gran alcance cuando los he aplicado en momentos específicos de mi vida. Uno de los ejemplos fue «soplar rosas». Aprendí la técnica un día, de paseo con Amorah pasando por Far Meadow hasta una zona donde florecía la espuela de caballero. Fuimos buscando las flores azul zafiro que se esconden entre la salvia. Era esa hora mágica de una tarde cálida cuando los árboles parecen despedir luz y te sientes «flotar» a través de un aire suave y dorado. A pesar del esplendoroso escenario, a medida que andaba, empecé a entirme débil y mareada. «Intenta soplar rosas», me dijo Amorah. «Crea ante ti la imagen de una rosa grande y bonita. Ahora coloca dentro de la rosa el rostro angustiado del cliente con el que has estado antes de nuestro paseo. Limítate a dejar que la rosa absorba la energía que tienes de esta persona; cuando hayas terminado disuelve la rosa.» Hice lo que me sugería sin dejar de caminar. Sentía que se iban el dolor y el mareo. Al cabo de pocos minutos habían desaparecido por completo. Quedé agradecida y sorprendida. Desde que aprendí esta sencilla técnica la he utilizado innumerables veces con magníficos resultados. Esto puede parecer poca cosa pero, considerando mis experiencias pasadas, tiene consecuencias importantes en mi vida. Desde siempre he sido muy clariperceptiva. De pequeña, cuando alguien se hacía daño yo gritaba «ay» porque sentía ese dolor. Siempre he sido capaz de sentir en mi cuerpo las emociones y sensaciones de todo el mundo. En muchas ocasiones las he absorbido inconscientemente. Ello ha supuesto una experiencia que literalmente me enfermaba. Cuando vivía en San Francisco me encontraba a veces en medio de los atascos de la hora punta; entonces me acomodaba pacientemente, bebiendo a grandes tragos directamente del envase ahorro de antiácido sabor limón que siempre llevaba en el coche, mientras practicaba ejercicios de respiración profunda para liberar el dolor. Cuando aún iba a la guardería me di cuenta de que no me iría a la cama sin vomitar primero; pero cuando lo hacía me sentía fuerte y bien otra vez. Ya de mayor busqué el consejo de médicos y sanadores alternativos, pero casi a diario pasaba algunas horas con grandes molestias y vomitando. Es decir, hasta que a los 44 años me puse a buscar espuela de caballero y aprendí a «soplar rosas». Este libro tiene el potencial de ayudar en el despertar espiritual de mucha, muchísima gente en este momento crucial. El mérito es de Amorah por proporcionar tan libremente este material. No tienes que asistir a talleres caros para despertar espiritualmente. No tienes que recluirte y aislarte en un retiro para alcanzar la apertura espiritual. No necesitas esforzarte durante años para poder expresar tu dominio espiritual. Porque «ahora es el momento» y existe una gran ayuda disponible a tu alcance. Las sencillas herramientas que aquí y en otros trabajos se proporcionan, junto con los que se están produciendo, te ayudarán a catapultarte hacia la nueva expresión y conciencia de tu Presencia Crística. Recibirás apoyo. Los Emisarios Pleyadianos de Luz y el Maestro Ascendido Jesucristo te proporcionan una bonita oportunidad. Es un regalo. Si así lo deseas, te ayudarán en tu crecimiento al trabajar concientemente el material de este libro. Si lo deseas y estás preparado, trabajarán contigo cuando duermas para abrir los canales Ka, y puedas así personificar plenamente tu Presencia Crística. Los Emisarios Pleyadianos de Luz han trabajado conmigo especialmente durante el sueño y me han proporcionado gracia, alivio y una sensación de apoyo y progreso que no conocía. Cuando empecé activamente mi apertura espiritual después de los 20 años tomé parte en largos retiros de meditación. En el más extenso, que duró nueve meses, el tiempo estaba extremadamente organizado para la práctica de técnicas muy avanzadas de meditación en régimen de internado. Los fenómenos no se mencionaban y me sentí muy sola con las nuevas experiencias. Después de cumplir los 30, cuando era una licenciada que estudiaba psicología oriental/occidental, mi proceso de despertar me resultó abrumador. Creía estar muy enferma o que me volvía psicótica. A veces sufría en el cuerpo sacudidas violentas como si intentase retener las energías crecientes que fluían en mí; solía tumbarme en el centro del salón y relajaba los músculos mientras sufría sacudidas involuntarias que me zarandeaban por la habitación como si fuera una muñeca de trapo, a veces durante más de una hora. Otras veces se me «encendía» el cuerpo e irradiaba calor; tenía el cuerpo rígido, paralizado, como si tuviera la piel de una talla más pequeña y estuviese demasiado estirada sobre mi esqueleto mientras mis células eran como volcanes en miniatura que entraban simultáneamente en erupción. A veces tenía la sensación de tener miles de abejas zumbando sobre mi piel y luego levantando el vuelo, o de sentir la fuerza plena de todas las emociones conocidas hirviendo en mi interior. Éste ha sido mi camino y no lo voy a despreciar. Sin embargo, un proceso de apertura no tiene que ser tan dramático y doloroso. Los Emisarios Pleyadianos de Luz te ayudarán a despejar cualquier obstáculo que impida la expresión plena de tu Presencia Crística. Te ayudarán a regular tu despertar para que la transformación sea fácil y elegante. En algunas de las Sesiones de Cámaras de Luz, me sentí como si estuviera flotando en un océano de paz y serenidad; ocasionalmente sentía una oleada y simplemente observaba mis pensamientos en ese momento para ver lo que se liberaba. A menudo, cuando iba a dormir, hacía los preparativos con los Emisarios Pleyadianos de Luz para que actuaran en mi cuerpo mientras dormía. Al despertar sentía los cambios en mí y, lo que es más, poseía una nueva comprensión y sabiduría. Me siento sumamente agradecida por haber recibido esta gracia.Esta es la increíble oportunidad que se te ofrece en este momento, no por aquello de lo que careces, sino por lo que eres y por lo que aportas a este momento de transformación planetaria, galáctica y universal. Me acuerdo de una frase de un famoso poeta sufí, Rumi: «Hágase lo bello; su luz es mejor que la del Sol». Ra, portavoz de los Emisarios Pleyadianos de Luz, dice: «Ahora es el momento». Y lo es. Deja que tu Presencia Crística venga y camine por esta Tierra. Puedes usar este libro como herramienta en este nacimiento. Ahora es el momento de bailar en el resplandor de lo que eres.

PRÓLOGO

¿Has vuelto alguna vez la vista atrás en tu vida y te has dado cuenta de que todo lo que has experimentado te llevaba hacia algo? ¿Que este proceso llamado vida no es sólo una serie de hechos al azar sino que sigue un orden inteligente y divino? Para mí los Ejercicios Pleyadianos de Luz han supuesto esta revelación. Cuando era pequeña veía en las flores y en los arbustos hadas y naves espaciales en miniatura hechas de luz azul. Cuando cerraba los ojos en una habitación a oscuras veía mandalas arremolinados con múltiples y vivos colores, escenas e imágenes. Cuando me levantaba o cuando me iba a dormir, escenas de vidas pasadas desfilaban ante mí. Entonces no tenía nombre para estas experiencias, pero eran importantes -una parte de mí que sabía que no podía compartir con nadie. A través de los años, fenómenos psíquicos ocasionales que prefiero llamar de Percepción Sensorial Plena, poblaban lo que, aparte de esto, eran días y noches «corrientes». Sencillamente, aprendí a vivir con ellos. Sin embargo, a finales de los 70 y durante el retorno de Saturno, las experiencias eran cada vez mas frecuentes y emocionalmente desconcertantes. Me consideraba atea entonces, desilusionada con la religión establecida; pero sabía que las vidas pasadas eran reales a causa de mis experiencias lúcidas recurrentes. En mi primera sesión de sanación de vidas pasadas con un regresionista, muy a pesar mío me encontré en un prado al pie de una montaña junto con otros miles, mientras Jesús pronunciaba un sermón. Le había dicho al señor Brown, el terapeuta: «Estoy aquí para sanar mis vidas pasadas y poder seguir con ésta. Pero no trate de convencerme con ningún rollo religioso porque soy atea. Sólo quiero que estas experiencias de vidas pasadas dejen ya de invadir mi vida». A menudo me he preguntado cómo respondería a un cliente que llegase a la primera sesión con una actitud tan arrogante y poco espiritual. Es de esperar que tuviese la paciencia y la tolerancia que el señor Brown tuvo conmigo cuando sólo replicó: «Está bien», y empezó la sesión. En mi experiencia de regresión del «sermón de la montaña», cuando hablaba Jesús, apareció de repente una nave espacial gigante hecha de luz azul estelar, a la derecha y por encima del bosque. Luego apareció otra nave espacial y otra -hasta que fueron seis las naves que iban y venían-. A mi alrededor, todo el mundo se tiró al suelo cubriéndose la cabeza y gimiendo. Pero yo permanecí de pie con las manos sobre la cabeza en éxtasis, repitiendo en silencio: «Mi casa, mi casa», derramando lágrimas de gozo. Mientras tiraba de mi vestido, mi marido gritaba: «Samantha, agáchate». Permanecí paralizada, sin poder moverme, hasta que sentí un empuje magnético en el tercer ojo y me encontré cara a cara frente a Jesucristo. Por mi tercer ojo atravesaba el rayo de luz más intenso que haya visto jamás, seguido de una riada de luz y energía en mis células. Rompí a llorar con lágrimas de gozo y despertar espiritual. Había experimentado un despertar celular, una iluminación, y mi alma tuvo recuerdo de sí misma, todo a la vez. La escena se repitió de principio a fin, completa con todas las sensaciones y el conocimiento y luego terminó. Inmediatamente volví a verme como pura conciencia en forma de bola azul de luz cayendo a través del espacio hacia la Tierra desde una gran estrella azul. Éste fue el principio de mi despertar espiritual en esta vida. En aquel momento no tenía puntos de referencia en cuanto al significado de una iluminación. No había oído nunca nada sobre la conexión entre las naves espaciales y los fenómenos espirituales o religiosos. Ni siquiera había oído hablar de auras o supra-almas o shaktiput -todo lo que había experimentado de forma tan real durante la regresión. Tras la sesión abrí los ojos y vi una luz verde clara alrededor del cuerpo del señor Brown. Se lo hice notar: «Señor Brown, qué verde es su aura hoy. ¿Qué significa un aura verde? Es más, ¿qué es un aura?» Mirándome con suspicacia me contestó: «Obviamente, sabes lo que es el aura; te acabas de referir a la mía». Le aseguré que las palabras habían salido de mi boca pero que no tenía un conocimiento consciente de lo que decía. Estaba viendo las auras por primera vez en mi vida, pero no entendía lo que eran. El señor Brown me dio una definición muy básica del aura: me dijo que era el campo de energía de una persona alrededor de su cuerpo. Esto ocurrió muchos años antes de que yo entendiera la conexión entre Cristo, Sirio, la iluminación y las naves espaciales de luz. Me enteré de que los Seres de Luz extraterrestres que me enseñaban y me sanaban mientras dormía eran de las Pléyades y que su misión era colaborar en la segunda llegada colectiva de Cristo: cuando la mayoría de los que estamos aquí en la Tierra seamos auténticos Seres Crísticos. También me enteré de que las naves espaciales de Sirio aparecían como naves de luz azul y que las enseñanzas de Cristo para esta galaxia se originaron en Sirio donde se guardan y desde donde se lanzan hacia la Tierra. La unión de este rompecabezas me ha llevado hasta los Ejercicios Pleyadianos de Luz que me han enseñado los Emisarios Pleyadianos de Luz y el Maestro Ascendido que CM Jesucristo en su última encarnación. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz tienen diferentes facetas, incluyendo la imposición energética de manos, la lectura clarividente, la Remodelación Cerebral Delfínica, el Enlace Estelar Delfínico y el alineamiento con el Yo Superior. El objetivo principal de los Ejercicios Pleyadianos de Luz es abrir y activar los canales Ka, que extraen energía y luz de alta frecuencia desde tu yo multidimensional holográfico hacia tu cuerpo físico. Esta activación abre las rutas necesarias de tu cuerpo para que venga tu Presencia Maestra o Ser Crístico, así como para crear la posibilidad de la ascensión frente a la muerte física. El alineamiento de tu yo divino y tu cuerpo físico eleva el ritmo vibratorio, energiza los meridianos de acupuntura para producir un equilibrio físico y un rejuvenecimiento, acelera tu evolución espiritual, activa el cuerpo de luz eléctrico, aumenta el flujo del fluido cerebroespinal a través del sistema nervioso central, despeja rutas neuronales y estimula la sanación emocional. Gran parte de la sanación y transformación espiritual se puede realizar sin contar con un especialista humano. Si conoces la manera de llamar a los equipos de sanación de los Emisarios Pleyadianos de Luz, sabes qué pedir y los métodos de autoayuda necesarios para facilitar tu propio proceso, puedes organizar las sesiones en tu propia casa. Esta es la razón por la que se me ha orientado a escribir este libro, para que puedas recibir enseñanza, sanación y ayuda espiritual de los Emisarios Pleyadianos de Luz de una manera apropiada para ti. Los pleyadianos me han dicho que el conocimiento y las prácticas de sanación del Ka Divino, que son parte fundamental de los Ejercicios Pleyadianos de Luz eran los elementos claves de las prácticas de sanación en los templos de la antigua Lemuria, la Atlántida y Egipto. En una ocasión me ocurrió que mientras estaba hablando por teléfono con una mujer sobre el Intensivo de Ejercicios Pleyadianos de Luz que imparto, tuve una visión de nosotras dos en compañía de otras mujeres de pie, vestidas con túnicas blancas como si se tratase de sacerdotisas, formando un círculo en un templo egipcio. Algunas lloraban, pero todas estaban muy tristes. Acabábamos de enterarnos de que los soldados venían de camino para destruir los templos y llevarnos prisioneras. Las jerarquías espirituales y políticas habían perdido la batalla, y los templos de Set, una oscura orden religiosa basada en el miedo, iba a reemplazar a los sagrados templos de luz. En grupo decidimos quemar todas las pertenencias del templo y tomar veneno -un dulce suicidio nos pareció mejor destino que la violación, la violencia y la opresión que suponía la otra opción-. Dije a las mujeres: «Cuando termine el ciclo de oscuridad, retornaremos y volveremos a despertar el recuerdo de las enseñanzas del templo». Una de las más jóvenes dijo entre sollozos: «Pero ¿cómo es posible? Todo lo que amamos y por lo que hemos trabajado tanto se perderá». Yo le contesté: «Querida, si lo soñé una vez y lo hice llegar a nuestra gente, lo haré de nuevo cuando llegue el momento». En varias vidas anteriores a ésta había sido una sacerdotisa con el don de soñar. Había trabajado multidimensionalmente a través de sueños lúcidos realizando sanaciones y enseñanzas espirituales a la vez que difundía por los templos las enseñanzas de los Emisarios Pleyadianos de Luz. En los templos egipcios que estaban a punto de ser destruidos yo había empezado una nueva vía de sanación. Básicamente eran los Ejercicios Pleyadianos de Luz que ahora han vuelto a mi vida. He guardado mi promesa. Debido a la posición de la Tierra en su ciclo evolutivo, los Emisarios Pleyadianos de Luz me han dicho, «Ahora es el momento de recordar este trabajo». El proceso mismo de escribir el libro ha sido toda una experiencia vital. Después de que los pleyadianos me pidieran escribir el libro, me propuse deliberadamente no leer ningún material relacionado, ni siquiera remotamente, hasta terminar el borrador. Así que cualquier similitud es una coincidencia, excepto algunas referencias al último libro de Bárbara Hand Clow que se añadieron más tarde. Antes de mandar la propuesta y una parte del borrador a la editorial Bear & Company no sabía que Bárbara Hand Clow y su marido fueran los dueños. He leído varios libros suyos -Heart of the Christos, Liquid Light of Sex, y Chiron: Rainbow Bridge Between the Inner and Outer Planets- y fui a oírla en Seattle hace unos años y desde entonces le tengo un profundo respeto y la considero una persona clara de una gran integridad. Tener la oportunidad de trabajar directamente con ella era la guinda del pastel. Así que cuando llegué a casa una noche y me encontré con el mensaje de Bárbara en el contestador en el que aseguraba que Bear quería publicarme el libro, estaba doblemente emocionada. La primera vez que los Emisarios Pleyadianos de Luz me hablaron de escribir este libro me enseñaron el nombre de Bear & Company en la contraportada. Cinco días después de recibir el mensaje de Bárbara, antes de hablar con ella por teléfono, recibí una carta suya que empezaba: «¿Estás tan emocionada con esto como yo?» No pude evitar reírme y sentirme honrada al mismo tiempo que seguía leyendo que iba a publicar un libro en otoño titulado, The Pleiadian Agenda: A New Cosmology for the Age of Light, del que mi libro era el complemento perfecto. Su libro incluía información sobre el Ka y sobre la imperiosa necesidad de sanarlo y activarlo, pero que los pleyadianos le habían dicho que otra persona canalizaría y escribiría el manual sobre cómo llevarlo a cabo. Bárbara y yo nos complementábamos la visión e información de cada una sin tener conciencia de una colaboración directa. Nos pusimos de acuerdo en que no nos enseñaríamos los borradores para no influenciarnos, y, sin embargo, por nuestras conversaciones telefónicas resultaba obvio que trabajábamos con la misma fuente pleyadiana.

y leer partes del nuevo libro de Bárbara, añadí un par de referencias de “The Pleiadian Agenda” en mi texto y en el glosario. Justo antes de terminar este libro -después de mi meditación matinal- fui guiada al salón a recoger otro libro de Bárbara, “Signet of Atlantis”. Lo había comprado hacía poco con la intención de leerlo después de haber terminado el mío, pero esa mañana me dijeron que lo abriera y leyera el prefacio. Contenía la historia de la trilogía de Bárbara, de la que Signet era el tercer libro; se esbozaban los retrasos, las distracciones, las restricciones de tiempo. Su historia era tan parecida a la mía que pensé: «Quizá sea ésta la forma que los pleyadianos tienen de hacer las cosas. Ojalá lo hubiese sabido antes; quizás hubiese estado menos ansiosa por hacerlo a tiempo». Durante los seis meses que estuve escribiendo el libro, mi reciente matrimonio acabó en separación y luego en divorcio, respeté mi horario de clases y prácticas privadas de sanación, estuve enferma dos semanas y media, me mudé de casa e impartí un intensivo de Ejercicios Pleyadianos de Luz durante veintiún días. Anteriormente, pocas veces había trabajado más de tres días seguidos sin un día o dos libres; durante esos seis meses aquel horario parecía un sueño ancestral. Sin embargo, adquirí un nuevo nivel de confianza en mi capacidad de seguir adelante de una forma efectiva y consistente. Ocho semanas antes de terminar este libro, cerca del final de mi tiempo de meditación matinal, vinieron los pleyadianos y me llevaron a experimentar nuevas energías y frecuencias. Después me pidieron que fuese al ordenador a abrir un nuevo archivo. Cuando lo hice, prosiguieron dándome un esbozo del siguiente libro de Ejercicios Pleyadianos de Luz. Supongo que mi nueva lección es que el río sigue corriendo sin pararse ni dudar. En parte, esta corriente rápida y continua se ve acelerada porque la Tierra se encuentra en la Banda de Fotones y continuará adentrándose en ella sin volver atrás. A medida que se acerca el año 2013 no va a haber grandes interrupciones ni en intensidad ni en aceleración; los cambios físicos, emocionales, espirituales y mentales han empezado ya y cada vez van a ser más grandes y evidentes a medida que la humanidad avance a través del tiempo y el espacio durante los próximos diecisiete años. Puede que te sientas llamado a aprender nuevas modalidades de sanación, asistir a seminarios de formación espiritual, buscar la ayuda de un sanador, o acudir a ceremonias sagradas. Tienes tu propio papel que jugar en los tiempos que vienen y debes examinar y seguir tus impulsos cuando sientas que tienen inspiración divina y no simplemente miedos reaccionarios de ser dejado atrás. Hay muchos que empezarán a despertar al concepto de evolución espiritual durante los tiempos venideros, mientras que otros decidirán abandonar el planeta o resistirse al cambio hasta el último aliento. Si estás destinado a ser sanador, maestro, consejero o amigo sabio, no dudes en prepararte para asumir tu papel. La esperanza e intención de los pleyadianos y de mí misma es que este libro contribuya a la gracia y la intensidad de la sanación, al despejamiento y a la evolución espiritual, tanto tuyos como del planeta. A través de la unidad de objetivos, conseguiremos individual y colectivamente alumbrar una nueva manera de ser y de vivir, y la meta de la ascensión planetaria se podrá conseguir.

Sección 1

¿POR QUÉ LOS PLEYADIANOS? ¿POR QUÉ AHORA?

Capítulo 1

EN EL PRINCIPIO…

Mientras estaba tumbada en el suelo después de tres días de ejercicios de suelo guiados Feldenkrais, un ser de luz de estatura humana, llamado Pa-La, me tendió la mano para que se la tomara. De inmediato se produjo una sensación de confianza y familiaridad. Cuando decidí tomarle la mano, me encontré junto a mi propio cuerpo. Sin dejar de asir la mano de Pa-La me vi flotando con él y así salimos de la habitación, de la casa y rápidamente de la atmósfera terrestre. Avanzábamos sin esfuerzo por entre capas de tinieblas seguidas por zonas de un azul radiante y un blanco como la leche y nos adentramos en el espacio exterior. La vista de una gran nebulosa multicolor de bonitos colores dominada por el rojo con manchas azules y unas pocas amarillas y blancas era lo único que interrumpía lo que parecía un cielo infinito azul oscuro en profunda expansión, con estrellas a modo de puntos holográficos. Hoy en día, el precioso recuerdo de haber pasado bajo la nebulosa aún pervive en mi mente como si lo estuviera viendo. Algo más allá de la nebulosa, parecía que íbamos más despacio para acercarnos a una estructura compuesta de multitud de pirámides de oro brillante coronadas por cruces de brazos iguales. Era el techo de una estación espacial, en la que a medida que descendíamos por debajo de las pirámides resultó ser grande. Desde el interior de la construcción, grande como una nave industrial, las pirámides estaban a unos ciento veinte metros por encima de nosotros, vacías pero irradiando una nítida luz de colores provenientes de una fuente desconocida. La habitación misma era casi toda blanca, de apariencia muy sobria, y asimismo iluminada por una fuente invisible. Me quedé tan sobrecogida por la belleza de las pirámides y la increíble mezcla de amor e inteligencia que fluía de los cuatro seres de luz que nos saludaron que no recuerdo nada más del lugar. Cada uno de estos seres era de una tonalidad única, rojo, amarillo dorado, verde y azul. Parecían tener una estatura más o menos la mitad de la mía y su forma era la de triángulos alargados coronados por un vértice redondeado en la parte superior. No tenían miembros o rostros definidos y, sin embargo, el vértice superior de los altos cuerpos triangulares tenía algo parecido a ojos y centros de comunicación como si los seres fueran figuras con cuerpos en el interior de capuchas y túnicas. Pa-La, de forma humanoide, estaba formado, por otra parte, íntegramente de destellos de plata azulada. En uno de los momentos, el ser dorado me preguntó telepáticamente si desearía experimentar un equilibrio de energía. Aunque soy por naturaleza una persona cauta, contesté: «¡Sí!», sin hacer preguntas. El ser más pequeño de color blanco plateado que me guió hasta allí me elevó hasta el techo y me depositó en la misma cima con la cabeza en la parte superior. Me rodeó una energía y unos destellos claros que me llenó de un gozo intenso y gran despreocupación. Luego, el ser dorado me preguntó mediante telepatía si estaba dispuesta a recuperar mi cuerpo astral pleyadiano. Sin dudarlo y con lágrimas de profundo amor y liberación le dije que sí. La energía y el color empezaron a acumularse y a girar rápidamente; fue de alguna manera una interacción entre el cuerpo y el campo de energía dentro de la pirámide. Se formó un cuerpo luminoso idéntico a los seres triangulares de color rojo unido al cuerpo mediante un cordón de plata como aquel que me unía al cuerpo astral humano y sentí la conciencia dentro de la nueva forma y en la humana. Este cuerpo luminoso se fundió con mi cuerpo humano. Mi energía subió y del gozo y la liberación nació un profundo estado de paz y rectitud. No era otra entidad que se unía y se fundía conmigo. Era una parte de mi propio «todo» que cobraba forma luminosa y volvía a mí; una parte que había olvidado hacía mucho tiempo. Surgió de mi interior un vínculo profundo de amistad, confianza y amor ancestral hacia estos viejos camaradas reencontrados. Comprendí que la primera vez que llegué a esta galaxia la forma original que tomé para hacer descender mi vibración preparándome para cumplir con mi deber aquí- fue la pleyadiana. Había morado en diferentes lugares de las Siete Hermanas, recibiendo la instrucción y la experiencia pertinente con vistas a mi tarea futura. Por ello, el estar con estos queridos amigos ancestrales era algo natural y largamente esperado. Cuando se terminó el recorrido y las conexiones con el cuerpo luminoso nos despedimos con un intercambio silencioso de amor, gratitud y respeto mutuos. El viaje de vuelta fue muy rápido en comparación con el vuelo de ida. Desde entonces he hecho muchos viajes pero han sido más rápidos. Cuando estoy fundida con mi cuerpo luminoso pleyadiano, las restricciones de tiempo y espacio se reducen a un mínimo. Flotando sobre la habitación antes de regresar al suelo con los demás estudiantes, me dijeron que mi cuerpo luminoso pleyadiano iba a estar conmigo en contadas ocasiones pero mantendría una conexión constante con los Emisarios Pleyadianos de Luz -el nombre que más tarde supe que tenían mis amigos-. Mi cuerpo luminoso pleyadiano me permitiría cumplir en dos lugares al mismo tiempo y actuar de intermediaria entre las dimensiones superiores y la Tierra tridimensional, así como entre Alción, el sol central pleyadiano, y la Tierra. Los pleyadianos me contaron que estaban examinando en detalle el curso de ejercicios de remodelación CórticoNeuro-Muscular en el que participaba, porque estaban aprendiendo a ayudar a los seres humanos a realizar los cambios de vibración necesarios para que nuestro sistema nervioso aguantara los futuros cambios de frecuencia en la Tierra. La clave era aprender la mayor cantidad posible de maneras de sanar el sistema nervioso. Con el objetivo de estudiar y ayudarnos a profundizar en nuestros procesos de sanación, se asignaba un guía pleyadiano a cada alumno del curso que así lo deseara. Estos guías nos supervisaban, estudiaban los efectos del trabajo y determinaban maneras de utilizar la información para ayudar también a otros. Esto se ha realizado posteriormente con un gran número de personas en los planos astrales durante el sueño. Además, muchos recibían el trabajo directamente de monitores humanos como yo. Recibía ejercicios de sanación y realineamiento durante el sueño a fin de aprovechar más profundamente el curso de Remodelación Córtico- Neuro-Muscular, así como poder probar la efectividad de los ejercicios etéricos en otras personas. Los Emisarios Pleyadianos de Luz también me enseñaban técnicas avanzadas durante el sueño. Y en la clase de aprendizaje a nivel tridimensional recibía instrucción telepática sobre cómo mejorar el trabajo cuando los pleyadianos lo considerasen oportuno. Con estas últimas preparaciones mi guía pleyadiano, Pa-La, me devolvió a mi cuerpo. Cuando me desperté en la habitación no tenía prácticamente conciencia de la duración del viaje tal y como la medimos en la Tierra. Esa noche fue la primera clase astral en la que participé conscientemente. Cuando me desperté a la mañana siguiente, mi cuerpo se movía de un modo involuntario. De inmediato llegó el mensaje telepático de Pa-La que decía: «Relájate y permite terminar el modelo de movimiento para luego ponerlo sobre el papel». Mientras lo hacía, mi cuerpo ejecutaba una serie de movimientos elegantes aunque leves. Cuando anoté la secuencia la titulé «La Cuna». Este conjunto de movimientos guiados se denomina «movimiento delfínico» y forma parte de la remodelación del cerebro delfínico. Sus raíces están en los principios de ejercicios de Conciencia a Través del Movimiento de Moshe Feldenkrais. La versión pleyadiana de los movimientos guiados es el siguiente paso en la evolución de esta modalidad. Es más, la misma noche de mi primera clase astral estaba con Moshe Feldenkrais y otros en algo parecido a un laboratorio. Había ordenadores con capacidad para controlar datos «psíquicos» o no-fisicos. Moshe, al que no logré conocer en el mundo físico, explicaba y demostraba el trabajo que había desarrollado en su vida física y cómo ampliarlo y mejorarlo con la ayuda de personas como yo. El cuerpo de Moshe murió hace unos años pero su genio y su compromiso seguían vivos. Me encontré juntos a Moshe y los pleyadianos muchas veces en los planos astrales. Los momentos que pasé con Moshe y con el grupo son inolvidables. Moshe solía ser muy directo e iba al grano, sin ofrecer datos innecesarios; una broma ocasional o un comentario amistoso era algo raro y precioso. A veces, me proporcionaban movimientos delfínicos; otras, el grupo me enseñaba la filosofa y la teoría de los ejercicios. En algunas ocasiones incluían tecnología de sanación por láser o sesiones de imposición de manos que constituyen el otro aspecto de la Remodelación Cerebral Delfínica. Siempre recordaba lo que escribía por la mañana. Durante todo un mes mantuve dos diarios: uno, de los ejercicios pleyadianos, y otro, del curso intensivo de Remodelación Córtico-Neuro-Muscular. En algunas ocasiones durante el intensivo descansaba en naves de luz pleyadianas o en otras estaciones espaciales. Estas ocasiones se daban tanto en mi cuerpo astral durante el sueño lúcido como durante las clases y meditaciones. Sin excepción, las experiencias fueron tiernas, respetuosas de mis límites y mi libre albedrío. Hasta la fecha, nunca he tenido un cordón psíquico ni me han implantado ningún dispositivo ni tampoco he visto que se lo hicieran a otros. En el pasado, he tenido problemas personales de invasión extrema de otros extraterrestres, menos éticos, y he liberado de estos extraterrestres y sus implantes a muchos clientes. Después del intensivo, pasé un par de días en Anaheim, California, para ir a Disneylandia con amigos del curso. La primera tarde paseaba por la piscina del motel con música suave en el walkman cuando apareció mi guía pleyadiano y me pidió que le acompañara. Mientras salía del cuerpo me asusté y me puse inmediatamente en guardia al ver a otros dos seres procedentes de Orión. Mi guía rápidamente me aseguró que eran amigos, lo que enseguida percibí como cierto ya que sentí la compasión de los seres de este lugar. En una comunicación silenciosa me hicieron saber su pesar porque algunos de los suyos se desviaron hacia el mal. También me dijeron que eran siervos de la Luz y, específicamente, de la Federación Galáctica de la Luz. Los cuatro fuimos juntos rápidamente hasta una gran estación espacial al límite de la atmósfera terrestre. Era enorme -de muchos niveles y cada planta parecía tener una función totalmente independiente-. Sin embargo, hasta llegar a nuestro destino no me detuve en ningún lugar lo bastante como para verlo en detalle. Allí, en el centro de lo que era una sala de aproximadamente 600 por 600 metros, había un cilindro oscuro, de color gris cobalto, fabricado de un metal de apariencia extraña. No puedo describirlo mejor por ahora. Los Seres de Luz de este grupo específico de Orión me aseguraron tener la capacidad de devolver a la nada la energía y los desechos nucleares mediante la cámara que habían creado. Es más, afirmaron que, utilizando esta cámara, no quedaría residuo en ningún sitio. Continuaron explicándome que nunca lo usarían si no había suficientes humanos conscientes de la oscuridad que ha impregnado este planeta y eligiesen así asumir su responsabilidad en la creación compartida según la ley divina. Como pueblo de la Tierra que somos, debemos ser conscientes del efecto que causamos sobre los demás, el planeta y las futuras generaciones. Nosotros, los humanos, debemos pedir la intervención divina frente a la amenaza nuclear de aniquilación del planeta. Sin esta amenaza tendremos una oportunidad para empezar de nuevo entre todos la creación compartida con Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe, la Tierra, las formas de vida terrestre sin excepción y nuestros amigos intergalácticos. Desde entonces, Saint Germain me ha seguido explicando que todos debemos responsabilizarnos de actuar dentro de lo que él llama «la armonía de la creación compartida». La actitud inherente a la creación compartida es lograr que todos ganen, lo cual debe ser también el resultado de toda acción y creación de la realidad. No hace falta decir que aquel día en Anaheim regresé muy agradecida a mi cuerpo, así como un poco más humilde después del encuentro con los seres de Orión que tomé al principio por «malos». Su sincera dedicación a la Tierra y a la Luz me impresionó tanto que desde aquel encuentro he querido eliminar de mi actitud y de mi vocabulario estas etiquetas negativas y llenas de prejuicios. Intento verlo simplemente en términos de niveles de evolución. Toda existencia supone un proceso continuo de aprendizaje y crecimiento. En el camino podemos quedar atrapados en juegos de poder o en magia negra, en drogas o cualquier otro tipo de abuso, pero al final todas las formas de vida evolucionan para ser creadoras junto con Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe, en armonía con el Plan Divino de Luz, Amor y Verdad. Todos acabaremos teniendo un cariño natural por la creación. Juzgar algo o a alguien sólo por su nivel evolutivo actual es a la vez erróneo y contraproducente. Somos responsables de enseñar antes que nada con el ejemplo a medida que crecemos y nos hacemos más conscientes. La elección de este punto de vista nos permite sentir y honrar el sentimiento de conexión de todas las cosas. Después de aquel viaje con mis tres acompañantes, todos los amigos pleyadianos parecieron desaparecer sin dejar rastro. Les llamé. Intenté en sueños establecer citas con ellos. Pero no pasó nada. Empecé a sentirme cada día más frustrada y más sola, hasta que una tarde, mientras meditaba, empecé a llorar, gritando: «¿Por qué me habéis dejado? ¿Dónde estáis? ¿He hecho algo malo? (La reacción humana automática ¿no?). Sentí el suave resplandor de una presencia familiar y tierna que conocía como Ra, el ser dorado, tocándome el brazo. De nuevo pregunté: «¿Por qué habéis desaparecido? Os he echado de menos, habéis dado tanto sentido a mi vida que no soporto que no estéis». Ra, muy compasivo, me contestó: «Amada, nunca estaremos lejos de ti. Si de verdad nos necesitas, siempre te dejaremos sentir nuestra presencia. Mas por ahora debes seguir tu vida aquí en la Tierra. Cuando mantenemos contacto regular contigo tiendes a concedernos más importancia y realidad que al resto de tu vida. Nunca haríamos nada que suplantase tu aprendizaje, crecimiento y tareas aquí en la Tierra. Te queremos y te respetamos demasiado. Cuando llegue la hora volveremos a reunirnos en tu conciencia, así como en las esferas inconscientes». Tranquilizándome con una última ola de amor y compasión que fluyó a través de mí, Ra se marchó. Después de esta ocasión, a excepción de algunas canalizaciones, la mayoría de los contactos conscientes con Ra y algunos otros ocurrieron mientras estaba con clientes. Durante estas sesiones, los Emisarios Pleyadianos de Luz me instruyeron y me ayudaron con el proceso de sanación. Esto sucedió casi exclusivamente durante las sesiones de Remodelación de Movimiento Cerebral Delfínico y sesiones de Movimiento Delfínico hasta el final del verano de 1993 cuando empezó una nueva etapa.

Capítulo 2

MI INTRODUCCION A LOS EJERCICIOS PLEYADIANOS DE LUZ

En el verano de 1993 estaba tomándome un descanso merecido en el balneario de Breitenbush, un centro turístico de Oregón. Me senté, rodeada de bosques milenarios y del sonido del río Breteinbush, en un banco de madera, tomando plácidamente una comida orgánica vegetariana preparada por su estupendo personal de cocina. Llevaba en el centro seis días dándome baños minerales calientes, saunas, duchas frías y paseos, además de largos períodos de sueño y algunas siestas, hasta el punto de empezar a sentirme de nuevo con fuerzas. Llevaba encima una sonrisa de satisfacción y poco más me hacía falta aquella tarde calurosa verano. Cuando me levantaba a devolver la bandeja al interior, me llamó la atención el colgante que llevaba en el cuello una mujer. Seguí mi camino y dejé la bandeja, pero volví a salir y me acerqué inconscientemente a la que lo llevaba y le dije: «Hola, me ha llamado la atención el diseño poco corriente de este colgante. ¿Lo ha diseñado usted?» Ya se me ha olvidado la explicación que me dio, pero sirvió para conocernos. Me dijo ser quiromasajista y que vivía en la zona de Laguna Beach. Luego me explicó que había estado trabajando en algo que no era quiromasaje y poco más me pudo decir aparte de que mejoraba muchísimo el estado de los clientes. Era algo totalmente intuitivo que nunca hacía dos veces igual. Se encontraba pasando una pequeña crisis de identidad en el sentido de no saber cómo describir su trabajo, pero reconocía que los cambios eran positivos. Al poco tiempo de haber iniciado la conversación me distraje de tal manera con unas visiones, que dije, casi a modo de excusa: «Perdona, pero me está pasando algo que me pide entrar en trance. Soy clarividente y esto no suele pasarme con gente que acabo de conocer, mas por alguna razón parece importante. ¿Me disculpas?». Le brillaron los ojos de curiosidad y de inmediato me dio permiso. Lo que vi me cogió totalmente por sorpresa. En una burbuja casi pegada sobre el lado derecho de su aura vi una escena en miniatura de las dos con varios Emisarios Pleyadianos de Luz a bordo de una nave espacial, aprendiendo y observando una sesión de Enlace Estelar Delfínico. Abrí los ojos y dije algo como: «Dime si ese nuevo trabajo que haces consiste en colocar la punta de los dedos en los puntos del cuerpo que necesitan una energía que surge de conectar unos con otros. Dime si cuando lo haces se reconecta y se activa el circuito eléctrico entre esos puntos. Y ¿qué sienten los pacientes: dolor o liberación inmediata de presión?» Bastante sorprendida, me respondió: «Pues sí, pero nunca he podido explicarlo tan bien. ¿Cómo lo has sabido?» Le contesté: «Porque lo hemos aprendido en la misma nave pleyadiana de luz. Llevo imponiendo así las manos desde principios de los 80, pero hasta ahora no sabía que los pleyadianos me habían enseñado». Se produjo una pausa en la que apareció mi guía pleyadiano Pa-La pidiéndome que le dijera a ella que la habían estado preparando durante los últimos seis meses mientras dormía. Cuando se lo dije, sólo me contestó: «Ese es el tiempo que llevo haciendo este nuevo trabajo. No sé por qué, pero no puedo decir que me sienta sorprendida». Desde aquel momento compartí con ella algunas de mis experiencias conscientes con los Emisarios Pleyadianos de Luz. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz, que más tarde llamaría técnicas de sanación pleyadianas, se crearon para sustituir el tipo de quiromasaje que sólo trata los síntomas en lugar de despejar la fuente del dolor estructural. Coincidió conmigo en que ya sentía la necesidad de aplicar técnicas más profundas antes de empezar con el nuevo método y que había algo más que aquello. Seguí contándole mis primeras experiencias con el Enlace Delfínico Estelar y ella también compartió sus experiencias conmigo. Luego, Pa-la le dio un nuevo giro a la conversación. Pa-la me pidió que consiguiese papel y lápiz, lo que hice. Durante la siguiente hora y media me habló de los canales ka, descritos con más detalle en la Sección 11 de este libro. Me mostró las grandes vías de estos canales que son una «nueva» versión del sistema clásico de meridianos. También me informó sobre algo llamado Plantilla Ka, que sirve para regular el flujo de energía Ka en el cuerpo. La energía Ka se ha descrito como la luz cósmica básica y fuerza vital que cuando fluye adecuadamente por nuestros cuerpos físico y etérico restaura los demás sistemas de meridianos, como los utilizados en Shiatsu y acupuntura, manteniendo su flujo abierto. Esta fuente de energía consiste esencialmente en frecuencias descendidas de nuestro Yo Superior en su alineamiento multidimensional holográfico. Cuando nos reconectamos con nuestro Yo Superior, y abrimos los canales Ka recibiendo la energía Ka de dimensiones superiores, aumenta considerablemente la oportunidad de unir el espíritu al cuerpo físico. Para aquellos de nosotros, buscadores espirituales de la Verdad, lo que esencialmente se ofrece es ayuda en el proceso completo de descenso del espíritu en la materia con el propósito de transfigurarse e iluminarse. Cuando el espíritu desciende plenamente sobre la materia nos convertimos en cuerpos de Cristo aquí en la Tierra. A esto se le podría llamar la segunda venida colectiva de Cristo. La activación final de Ka es la ascensión. ¡Y eso que iba a ser una conversación trivial de sobremesa! Mi nueva amiga y yo estábamos encantadas con la información recibida, así como con el chorro de energía que la acompañaba, particularmente la energía de las visiones y sentimientos de mis vidas pasadas, que llegaron de forma espontánea a mi conciencia. Había escenas de Lemuria, la Atlántida y el antiguo Egipto en las que yo estaba entre los sanadores que utilizaban los mismos procesos de sanación que ahora se me recordaban. Volví a experimentar actividades en templos de antiguas culturas en una mayor sintonía espiritual que nuestro mundo de hoy. Me sentía como si hubiese regresado allí. Pero también estaba fresco en mi memoria el conocimiento de la caída de aquellas civilizaciones. Los pleyadianos [el nombre abreviado de los Emisarios Pleyadianos de Luz] dicen que la Tierra gira alrededor de Alción, así como Alción y el sistema pleyadiano orbitan alrededor del Núcleo Galáctico, y a medida que nuestra galaxia realiza su danza en continua espiral a través del tiempo y del espacio, existen puntos en la sagrada espiral en los que entramos en períodos de gracia. En esas épocas se multiplican las oportunidades para la evolución y el despertar espiritual de cada persona, así como del planeta en conjunto. Ésta de ahora es una de esas épocas: una época para recordar e ir más allá de lo que habíamos ido. Disponemos de un margen durante el cual tenemos la oportunidad de aprender de los errores cometidos en el pasado, perdonar y asumir la responsabilidad de todo lo que hemos creado y experimentado -así como de lo que crearemos y experimentaremos-. Con ello abriremos la puerta a la revelación de este futuro ancestral. En Breteinbush mi nueva amiga y yo nos sentimos profundamente inspiradas compartiendo y recordando. Después de intercambiar números de teléfono y direcciones y entregarle una copia de los apuntes, mi nueva «vieja» amiga y yo nos separamos quedando en seguir en contacto. Esa misma tarde, en mi habitación, recibí otra transmisión, esta vez del Maestro Ascendido Jesucristo [al que me referiré como «Cristo» o «el Cristo» en las futuras alusiones; utilizo «Jesucristo» cuando me refiero a la encarnación histórica de Cristo]. Era una transmisión sobre los siete rayos y el papel de las parejas divinas, que son las guardianas y emisoras de los rayos de energía que reciben las parejas de la Tierra. Esta transmisión explicaba que ahora es esencial la transformación de las relaciones hombre/mujer en lo que han de ser realmente, formando parte del plan global de Cristo y los pleyadianos. [Se incluyen más detalles sobre el paradigma hombre/mujer en el capítulo 10 titulado «Cámara de Configuración de Amor»]. Esta información me puso triste, ya que yo no tenía una relación de pareja en ese momento y lo deseaba de todo corazón. Pero plantó la semilla de la esperanza de que pronto llegaría. Había esperado mucho tiempo a mi compañero espiritual y ayudante. Pero me dormí casi contenta y agradecida. Aproximadamente dos semanas después de mi vuelta a casa se produjeron dos acontecimientos consecutivos. Primero, se me concedió un período de «iluminación» de veinticuatro horas, como Ra lo llamó cuando me pidió que fuese a Sand Flat en el monte Shasta a una hora determinada de la tarde siguiente y me sentara debajo del «árbol de Cristo». El árbol que me había mostrado Cristo en forma etérica hacía unos años como lugar de encuentro con él. Durante unos meses, cada vez que iba allí, Cristo me daba la bienvenida. Me proporcionaba enseñanzas espirituales y discursos que me ayudaban a sentir compasión hacia mí misma, o a encontrar maneras de dirigir mi vida o mi crecimiento espiritual. Un día, después de un departir especialmente alegre con él, me informó que ya no nos encontraríamos allí excepto en raras ocasiones. Dijo que quería que fuésemos amigos en igualdad de condiciones y que no dependiese demasiado de él. El pie del árbol sería un lugar para sentarse en paz y conectar con mi propia presencia de Cristo más intensamente de lo que era capaz entonces. Así que, cuando Ra me pidió que fuese, allí fui. Cuando me acababa de sentar cómodamente bajo el árbol, me rodeó un grupo de pleyadianos -con el que iban el Cristo y Quan Yin junto con numerosos ángeles y Seres de Luz-. Fui llevada a un estado de expansión que llamaban punto de referencia para la iluminación. Las primeras palabras que oí fueron de Ra: «Impartirás un programa de veinte días llamado Ejercicio de Luz Pleyadiano Intensivo. Se celebrará desde últimos de noviembre hasta diciembre de este año y comprenderá tres partes. La Sección 1 se llamará Remodelación Córtico-Neuro-Muscular [ahora denominada Remodelación Cerebral Delfínica), que liberará la columna y el sistema óseo de las pautas de restricción, permitiendo y mejorando la circulación del fluido cerebro espinal. Así se abrirán los neurotransmisores del cuerpo a nuevas frecuencias de luz. »Estas nuevas frecuencias se presentarán en la Sección 2 que se denominará Los Canales de Ka y la Activación de la plantilla Ka. En esta Sección del intensivo también enseñarás la conexión con el Yo Superior, ética superior y la responsabilidad espiritual esencial para mantener el flujo de las energías Ka una vez activadas. La Sección 3 se denominará Realineamiento y Reactivación del Cuerpo Eléctrico de Luz (ahora denominada Enlace Delfínico-Estelar). Para lograr un efecto más duradero y pleno, los canales Ka deben abrirse antes de proceder con los ejercicios eléctricos. Se necesita la energía Ka para mantener despejadas las vías eléctricas una vez realizados los ejercicios iniciales.» Estaba más que sorprendida. Para empezar, yo tendía a la cautela respecto de los círculos en los que me daba a conocer. Llamar abiertamente a este nuevo programa, «Curso intensivo de Ejercicios Pleyadianos de Luz», era un gran paso para mí, cosa que no cuestioné porque en aquel estado yo lo percibía como correcto. Que así sea. El siguiente paso llegó cuando Ra me esbozó un par de cosas que ni siquiera intuía. Me dijo en un tono ligeramente divertido que yo estaría preparada cuando llegase el momento. Entonces me explicó muchos más planes y detalles que, debo confesar, recordé sin ningún problema cuando llegué a casa. Cosa que no es normal en mí, pues, en general, mi memoria no es algo de lo que pueda presumir. El segundo acontecimiento importante ocurrido al llegar de Breteinbush fue la vuelta de mi ex novio a mi vida. Ésa fue una sorpresa aún mayor, ya que consideraba que aquella relación no podía llenarme más. Sin embargo, ahí estaba -amado y compañero del alma ancestral con toda la fuerza de los sentimientos. Volví a la práctica de la enseñanza y la sanación. Al principio no parecía progresar mucho en relación al intensivo de Ejercicios Pleyadianos de Luz. La única continuidad fue que los pleyadianos, junto con el Cristo, seguían dándome sesiones regulares de sanación para abrirme todo lo posible los canales Ka sin recurrir a la imposición de manos. Me dijeron que los resultados serían más duraderos cuando la imposición de manos pudiera realizarse a través de estudiantes preparados. A veces, los Emisarios Pleyadianos de Luz me mostraban, mediante la clarividencia, en qué parte del cuerpo estaban operando para que me ocupase de eliminar el dolor, lo que por alguna razón ellos son incapaces de hacer. En otros momentos los dedicaba a relajarme sola, sintiendo leves energías o durmiéndome. El cambio que más efecto tuvo en mí fue el mantenimiento de mi nivel energético a lo largo del día. Disminuyeron hasta casi desaparecer por completo los altibajos que solía sentir. Tomó cuerpo en mí una sensación general de ligereza y capacidad de recuperación. Posteriormente, los clientes a los que impartí los Ejercicios Pleyadianos de Luz describían unos resultados casi idénticos. Los pleyadianos encontraban divertida mi tendencia a juzgar el trabajo por los resultados inmediatos; me dijeron que el verdadero objetivo del trabajo tenía muy poca relación con mi experiencia de entonces. Tendrían que pasar dos años a partir de la apertura de los canales de Ka para que la mayoría de los receptores pudieran percibir la verdadera función de Ka, la conexión a través de las dimensiones superiores con nuestro propio Yo Superior. Esta conexión abrirá comunicaciones multidimensionales con el Yo Superior, así como con otros seres de luz, permitiéndonos la comunicación directa con los sistemas estelares asociados con nuestro sistema solar y esta galaxia. Incluso después de esos dos años la gama de funciones de Ka continuaría expandiéndose en formas que aún no podemos ni imaginar. Todavía satisfecha con los cambios que los ejercicios producían en mi vida y sabiendo que aún faltaba lo mejor, empecé la primera serie de sesiones con una amiga íntima que era a la vez alumna y cliente. Empezaba cada sesión sin tener ni idea de lo que iba a hacer. Siempre se me mostraba un canal, un punto de activación cada vez, cuyas experiencias yo trasladaba al papel. Otro estudiante y amigo vino a un intensivo de sanación de tres días, en medio del cual me revelaron tres grupos más de canales. A través de estas sesiones, así como durante las reuniones privadas con ellos, los pleyadianos me enseñaron todos los canales. Las piezas del rompecabezas empezaban a encajar. Había un total de treinta y dos meridianos organizados en dieciséis pares. Todos tenían varios puntos de activación. A veces se daba la necesidad de sanar los canales mediante lo que podríamos llamar cirugía psíquica. En otras ocasiones, las técnicas de apertura de canales Ka eran más simples aunque más específicas; éstos eran los aspectos más fácilmente perceptibles de los Ejercicios de Luz Pleyadianos. En una lectura con un cliente se me mostró el papel que juegan las rutas neuronales del cerebro en el desarrollo espiritual y la honradez. En pocas palabras, si nuestra respuesta a cada situación de la vida no es espontánea, correcta y sincera al 100 por 100, el espíritu no puede vivir en el cuerpo. La frecuencia de incluso el más mínimo engaño, hasta por omisión, está por debajo del nivel mínimo de frecuencia necesario para que el espíritu se encarne plenamente. [Se explica esto en detalle en el capítulo 12, «Despejar las rutas neuronales erróneas»]. Por ahora sopesa las implicaciones de ser espontáneamente sincero al 100 por 100 en tu propia vida. ¿Cómo te cambiaría eso? Llegó noviembre, y con él el Intensivo de Ejercicios Pleyadianos de Luz. Ahora puedo decir sinceramente que superó con creces mis expectativas. Cada día la nave de luz venía a cubrir la casa, y el ánimo de todos los presentes se aceleraba de inmediato. Después de sólo tres días pensé: «Ahora sé por qué lo llaman intensivo». ¡En verdad que lo era! Todos sin excepción sufrieron la presión emocional por lo menos una vez; algunos alumnos en repetidas ocasiones. En parte se debía a la tendencia a recurrir a pautas de resistencia y oposición al cambio. Sin embargo, los Ejercicios Pleyadianos de Luz se reducían en su mayor parte a un proceso de sanación profunda que se daba con la suficiente consistencia como para ayudar a traspasar los límites previamente establecidos en una persona. En otras palabras, todos, incluso yo, progresamos mucho en esos veinte días. La mayor dificultad supuso tener a mi pareja en el grupo, ya que nuestra relación tendía a ser bastante inestable en el mejor de los casos. Allí me encontraba yo al frente del grupo enseñando las bondades de la sinceridad espontánea en forma de responsabilidad espiritual dentro de los Ejercicios Pleyadianos de Luz cuando había días que no podía contener las lágrimas. Tener a mi compañero en la clase que dirigía habría sido difícil en el mejor de los casos. Máxime si a esto se añadía el mal estado de nuestra relación (incluso a veces me era difícil mirarle sin echarme a llorar). Así que… ¿qué es lo que hice?, ser totalmente sincera con el grupo, sin culpar a nadie, como les enseñaba que debían ser en su vida. Nada más entrar en clase por la mañana explicaba cómo me sentía. A veces abierta y llena de equilibrio y amor; otras veces llorosa, y otras me sentía frustrada. Lo único que no variaba era mi voluntad constante de sincerarme ante el grupo. Cada día renovaba el compromiso de darles en cualquier caso lo mejor de mí. Y así fue. Me atrevo a decir que mi propia presencia diaria enseñó al grupo más sobre el dolor que acarrea la sinceridad y el sentir la mirada de los demás que cualquier otra cosa que hice entonces. Empecé a criticarme a mí misma por no estar normalmente más serena, por no tener una relación más satisfactoria y por haberle permitido permanecer en 0¡ grupo. Cada día me enfrentaba a mis propias críticas y expectativas sobre mí misma y cada día las transformaba en autoaceptación y autocompasión. Al final, todos los miembros del grupo sin excepción me agradecieron haber tenido el valor de «recorrer el trecho del dicho al hecho» y mostrarme tan vulnerable ante ellos. Su modo de aceptarme y acogerme con amor hicieron que fuese mucho más fácil aceptarme a mí misma. Pero, aún así, al término de la experiencia me prometí que nunca repetiría esa parte; la verdadera compasión hacia mí misma era no volverme a colocar nunca en esa situación. Lo cual no quiere decir que yo estuviese nerviosa todo el santo día. También tenía días alegres y despejados. Pero cuando el dolor aparecía, yo le dejaba quedarse. Sin dar demasiados detalles sobre mi compañero, hacía saber de palabra a los miembros del intensivo cómo me sentía. Pero a la hora de dar la clase ponía toda la carne en el asador. Existe una gran fuerza interior y un respeto hacia uno mismo cuando se madura lo suficiente para saber que podemos ser útiles a los demás a pesar de lo que nos vaya ocurriendo en la vida. Nunca antes mi capacidad se había puesto a prueba de esa manera. Seguro que después de aquello tenía las rutas neuronales echando humo. La relación terminó poco después del Intensivo de los Ejercicios Pleyadianos de Luz, a lo que le siguió la sanación y la recuperación de mi persona. Como siempre, se mezcló mi propio proceso con la práctica de la sanación y de la enseñanza. Fue de gran ayuda que por fin me abrieran algunos de los canales Ka mediante la imposición de manos de un alumno diplomado en Ejercicios Pleyadianos de Luz, lo que supuso una gran compensación. Cuanto más profundo era el trabajo en mi cuerpo, más ganas tenía de compartirlo con más personas. Una noche de invierno fui al salón a leer el correo y relajarme. Había entre el correo un boletín informativo de una amiga que no había visto hacía más de año y medio. En el boletín exponía los objetivos de un centro de sanación que ella misma estaba poniendo en marcha. Según iba leyendo, sentía cada vez más que el Intensivo de Ejercicios Pleyadianos de Luz tenía un papel que jugar en un futuro común con esta amiga. Sin embargo, cansada como estaba, empecé a dudar de mí misma pensando que podría estar proyectando mis expectativas sobre ella por tratarse de «lo último» que me había llamado la atención. Pero el sentimiento era intenso. Al final me fijé en un libro, The keys of Enoch que alguien de casa había dejado en la mesa. Nunca antes había tenido ganas de leerlo, pero de pronto me sentí empujada a tomarlo. En cuanto lo hice sonó la voz conocida de Ra que decía: «Abre el libro al azar y fíjate en lo que dice. Confirmará tus dudas o te reafirmará acerca del futuro de los Ejercicios Pleyadianos de Luz». Abrí el libro al azar. En la sección 315 estaba la definición de Ka como el «doble divino» llamándolo por su nombre. Me quedé boquiabierta leyendo las tres secciones siguientes. Los pasajes describían la función de este doble divino en nuestro propio encristamiento, lo que supone hacer sitio para que nuestro propio Yo Maestro Ascendido adquiera forma física. Las líneas axiatonales, que a mi parecer coinciden con los canales Ka, se describen como equivalentes a los meridianos en acupuntura. Estas líneas o meridianos se describían no sólo como la clave de la salud física, sino que, correctamente alineadas con nuestro yo de dimensiones superiores, son también capaces de regenerar órganos y abrirse al descenso de nuestro yo crístico a nuestro cuerpo. Básicamente, el libro esbozaba los requisitos para que se dé la iluminación colectiva a nivel personal, aunque no explicaba el procedimiento concreto. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz consisten precisamente en el procedimiento para llevar a cabo esta digna y oportuna tarea, y mi entusiasmo se disparó. Lo siguiente que irrumpió con fuerza en mi vida después de semanas de insinuaciones fue la necesidad de escribir. En las veinticuatro horas siguientes a la experiencia de The Keys of Enoch dos amigos me hicieron esta pregunta: «¿Cuándo vas a empezar tu libro?» Ninguno de ellos sabía por mí que pensaba escribir. Sin embargo, me Preguntaban por ello. Shahan me contó que, en el transcurso de varias semanas, cada vez que iba a meditar en la rueda medicinal junto al lago, un libro flotaba en el aire sobre el círculo. Me contó que estaba escrito por mí y editado por ella y me preguntó cuándo empezábamos. Luego llamó Beth, una diplomada del primer intensivo. Había impartido en Georgia la primera tarde de introducción a los Ejercicios Pleyadianos de Luz y había resultado un éxito de asistencia. La mayoría de los asistentes estaban interesados ya sea en clases o en sesiones privadas. Pero lo que más le había sorprendido es que Ra llegó a la presentación con un mensaje para el grupo, anunciando: «Estad atentos al libro de Amorah que saldrá dentro de un año o año y medio. La palabra Ka es sólo conocida por un puñado de gente, pero en el tiempo que se acerca será una palabra muy oída por muchos…» Después de recibir este mensaje de Ra, Beth me dijo: «No sabía que estabas escribiendo un libro ¿cuándo saldrá?» Mi respuesta sincera fue: «Yo tampoco lo sabía con seguridad pero supongo que tendré que ponerme a ello». En ese momento de la conversación recibí una imagen de la portada de un libro en la que estaban escritas las palabras AHORA ES EL MOMENTO. Entonces pensé que las palabras de la portada eran el título; luego me di cuenta de que eran un mensaje para mí. Años antes, cuando los pleyadianos ya habían desaparecido, Ra me dijo: «Cuando sea el momento estaremos juntos de nuevo…» Hace unos meses pregunté a los pleyadianos por qué se introducía la sanación ahora y no antes. Ra me replicó: «Ahora es el momento». Así de claro y simple.

Capítulo 3

AHORA ES EL MOMENTO

El mensaje de «ahora es el momento» de la revolución espiritual y el despertar del propósito evolutivo de la vida toda parece paradójico en esta sociedad que todavía valora dinero y beneficios por encima de la vida humana, y «la ley del más fuerte» por encima de la integridad. El mismo término evolución ha tenido una definición muy limitada esta sociedad. El Webster’s New World Dictionary define evolución como: « 1. Despliegue, apertura o resultado; proceso de desarrollo de formas simples a complejas o de bio progresivo, por ejemplo, de una estructura económica y social. 2. resultado o producto de esto; cosa evolucionada. 3. a) movimiento que forma parte de una serie o paut a. b) pauta producida, en verdad o en apariencia, por tal serie de movimientos. 4. una liberación o escape, por ejemplo, de gas en una reacción química. 5. a) el desarrollo de una especie, organismo u órgano desde su estado original o primitivo al actual o especializado; filogenia u ontogenia. b) teoría darwiniana.» (excluidas las definiciones matemáticas y militares). Como yo lo entiendo, evolución y espíritu son inseparabl es, aunque no están ni remotamente conectados en el ebster ni en la vida moderna del ciudadano medio. La mayoría de la gente todavía cree que vivimos en el único planeta habitado que existe… donde todo humano u otra forma de vida vive sólo una vez y muere para siempre… donde el valor de cada vida y sustancia se expresa en dólares… donde únicamente un pequeño número de personas especialmente reconocidas por las iglesias establecidas son capaces de comunicarse y experimentar una relación directa con Dios, los ángeles o los Maestros Ascendidos… y donde la idea de evolución espiritual hacia un estado de autorrealización, iluminación y ascensión está considerada blasfemia o psicosis. Por todo, en el planeta aumenta el número de personas que empiezan a pensar de manera diferente. Son personas que tienen «conciencia de» o contacto con formas de vida de otros lugares. Ven una evolución espiritual que va más allá de esta vida. Los miembros de esta minoría actual son conscientes de la sacralidad inherente a todas las cosas. Se están abriendo a su propia presencia divina, así como a la comunicación con ángeles, guías y Maestros Ascendidos. A medida que se despiertan van eligiendo el camino hacia la autorrealización, la iluminación y/o la ascensión. Aunque este grupo sea con mucho minoritario, nosotros, sus miembros, somos cada vez más y la fuerza de nuestra voz es cada vez más fuerte en este mundo. La paradoja de los que evolucionan espiritualmente en una sociedad capitalista en desarrollo se evidencia cada vez más y continuará aceleradamente de este modo a medida que pase el tiempo. Nos hemos convertido en un movimiento espiritual dentro de una sociedad no espiritual. Este movimiento espiritual toma diversas formas: profesionales que abandonan una religión organizada para descubrir la meditación e introducirla en el lugar de trabajo; marginados sociales; profesiones de sanación alternativa; talleres espirituales, grabaciones, libros y grupos de meditación; oraciones y meditaciones a nivel mundial por la paz del 31 de diciembre; y lo más importante, personas como tú y como yo que se cuestionan el valor de vivir en un mundo como éste y exploran las alternativas externas e internas de nuestra vida. Exploramos las alternativas examinando nuestros propios pensamientos, emociones y acciones. Nos hacemos preguntas a nosotros mismos. Lo que hago, ¿daña de algún modo el planeta? ¿Desearía que mis juicios o mis pensamientos creasen mi realidad o la de cualquier otro? ¿Estoy preparado para preocuparme más del efecto que produzco sobre la Tierra, las personas y otras formas de vida, o me preocupa más salir adelante como sea? ¿Estoy intentando controlar a la gente y las circunstancias de mi mundo, o vivo en sintonía con los ideales de soberanía para todos –«todos ganan» en lugar de «que gane el mejor»? ¿Me preocupa realmente y siento compasión (no lástima) por los demás, sean conocidos míos o no? ¿Rezo por mis enemigos o los maldigo y les deseo cualquier mal? ¿Suelo perdonar o por el contrario culpo y guardo rencor a la gente? Podríamos seguir indefinidamente con las preguntas, pero la cuestión es que todos debemos responsabilizarnos del modo en que creamos y compartimos la creación de la realidad en cada instante de nuestra vida con cada uno de nuestros pensamientos y acciones. «Ahora es el momento» de recapitular espiritualmente y decidir hacia dónde nos dirigimos. El hecho de que producimos un efecto los unos sobre los otros así como sobre el mundo es incuestionable. Debemos tener en cuenta este hecho y darle la máxima importancia si queremos que nuestro espíritu evolucione en este planeta. Si seguimos creando de forma autónoma a costa de los demás sufriremos nosotros. Las leyes espirituales han variado con el correr del tiempo y ese cambio continúa. Ahora no sólo se nos exige que seamos «buenos chicos» sino que vivamos impecablemente cada momento de nuestra vida. Se acabó el tiempo de la espiritualidad intelectual, de la pereza al estilo de «ya me preocuparé mañana» o la que lleva a la fascinación psíquica. Estos comentarios no pretenden asustar, juzgar o intimidar a nadie -sólo ponen al día la realidad espiritual -. Este milenio casi ha terminado. Lo que hagamos ahora con nosotros mismos, nuestras relaciones y nuestra vida, determinará la herencia que dejemos para el próximo milenio. ¿Quiénes son los Emisarios Pleyadianos de Luz? Siempre que llegamos al final de un gran ciclo evolutivo, generalmente cada 5.200 o 26.000 años, los Emisarios Pleyadianos de Luz se hacen ver. Son un colectivo con responsabilidades y papeles diversos, incluyendo el de guardianes de la Tierra y de este sistema solar. Como tales guardianes vienen a abrirnos los ojos sobre dónde nos encontramos en nuestra evolución y lo que se necesita para dar los siguientes pasos. Esta información incumbe no sólo a nuestro planeta globalmente sino a los individuos que tienen, como yo, una conexión personal con los pleyadianos. Cuando mi necesidad de ellos es real siempre aparecen. Ya se trate de necesidades de sanación y despejamiento personales o de información, o a veces sólo para tranquilizarme -o quizá para reavivar los recuerdos de mi cometido y actos de servicio aquí en la Tierra- los pleyadianos siempre me han ayudado de forma significativa y apropiada. Existen distintos tipos de seres con diferentes funciones dentro de los Emisarios Pleyadianos de Luz que se han hecho cargo de una gran variedad de necesidades en el camino. Pero no todos los pleyadianos son miembros de este grupo. Ra, el ser que siempre me habla en calidad de instructor y filósofo, forma parte de lo que se llaman las Tribus Pleyadianas Arcangélicas de la Luz. Estos arcángeles son los custodios de la Tierra y de nuestro sistema solar. Existen cuatro Tribus Arcangélicas definidas por el color que irradian: el amarillo dorado, el rojo escarlata, el azul claro cielo y el verde suave esmeralda. Existen numerosos seres de cada color y los seres del mismo color comparten el mismo nombre. Todos los miembros de la Tribu Pleyadiana Arcangélica de color dorado se llaman Ra y son los guardianes de la sabiduría divina, que es el producto de toda experiencia. Los seres azules se llaman Ptah y son protectores y cuidadores de la naturaleza eterna de la vida. Ma-at es el título concedido a los seres rojos, constituidos en guerreros espirituales; encierran en sí la energía de la valentía divina, que no conoce el miedo. Existen más seres Ma-at encarnados en la Tierra que de cualquier otro de los tres grupos arcangélicos. A los seres verdes se les denomina An-Ra y encierran la energía de la comprensión y compasión divinas. Algunos de los arcángeles pleyadianos establecen lazos conscientes con seres humanos como el que Ra tiene conmigo. Otros se especializan en comunicaciones interestelares y planetarias que están centralizadas en Alción, el sol central de las Pléyades. Otros arcángeles pleyadianos trabajan con los humanos durante nuestro tiempo de sueño y nos muestran posibilidades que van más allá de lo que tenemos por limitaciones físicas. A veces organizan sueños especiales de sanación con los que nos liberamos del pasado y continuamos creciendo, o encontramos nuevas maneras de expresarnos que son más acordes con el estado que vamos a alcanzar. Ahora empiezan a facilitarnos el recuerdo y la enseñanza de modalidades ancestrales de sanación, tales como los Ejercicios Pleyadianos de Luz, que son el tema de los capítulos 5 al 14. Otro tipo de comunicación con los humanos terrestres fue el que se dio en el invierno de 1992. Los Emisarios Pleyadianos hicieron posible para nosotros, los que nos encontramos viviendo vidas humanas, el viaje espacial casi instantáneo fuera del cuerpo entre la Tierra y la constelación pleyadiana. Hubo entonces una gran celebración, a la que tuve el privilegio de asistir, donde se reunieron los alumnos humanos de los Ejercicios de Luz con los miembros de la Federación Galáctica, incluyendo a los Emisarios Pleyadianos de Luz. También tuve la buena suerte de experimentar este viaje «fuera del espacio y del tiempo» cuando me llevaron a un planeta de uno de los sistemas solares de las Pléyades. La ida y la vuelta fueron cuestión de segundos. El planeta al que me llevaron era maravilloso. Los pleyadianos que lo habitan han creado el equivalente a un museo de dimensiones planetarias donde todavía sobrevive cada una de las especies que ha existido en esta galaxia, incluyendo las extintas en la Tierra. Existen arboledas de especies que se extinguieron en la Tierra en tiempos prehistóricos. Cuidar este museo es una de las responsabilidades favoritas de sus habitantes. Sin ni siquiera haber empezado a tocar la lista de cometidos específicos de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas, os he dado una idea general de la gran variedad de su pericia y dedicación. Los cirujanos psíquicos y los sanadores son los otros miembros de los Emisarios Pleyadianos de Luz con los que he tenido el privilegio de trabajar. No son arcángeles pleyadianos (mi abreviatura de las Tribus Angélicas de Luz), pero su colaboración es muy estrecha. En términos generales, los arcángeles pleyadianos son los instructores que asignan las tareas a realizar. Así como nosotros en la Tierra tenemos el Consejo Superior de los Doce que supervisa la totalidad de nuestro sistema solar, las Tribus Arcangélicas Pleyadianas de la Luz cumplen esa función en las Pléyades. Así como nosotros tenemos ángeles, guías, Maestros Ascendidos y educadores trabajando bajo la mirada de nuestro Consejo Superior de los Doce, los pleyadianos tienen numerosos grupos que sirven a sus arcángeles. Estos arcángeles a su vez cuentan con un Ser Supremo a un nivel más amplio al que sirven como nuestro Consejo Superior al suyo. Estas jerarquías no son de señores y vasallos en el sentido de ser unos «más que» y otros «menos que». La estructura se basa simplemente en la esencia especial presente en la naturaleza de todos los seres que, al llegar a ciertos niveles de evolución, desean profundamente dar y servir a otros. Por lo que se me ha dado a entender, este deseo se basa en el Amor Divino, cuya naturaleza la mayoría de los humanos se muestran incapaces de entender. También lo mueve lo mismo que nos empuja a seguir creciendo: el deseo de que la separación llegue a su fin para ser Uno con Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe. Estos seres superiores anhelan ser de nuevo Uno con nosotros. Puede que los nombres de las Tribus Arcangélicas os resulten familiares Ra, An-ra, Ma-at y Path- ya que se usaban frecuentemente en el Antiguo Egipto, sobre todo en la realeza. Los egipcios estaban en aquellos tiempos más avanzados espiritualmente que ahora. Los pleyadianos, incluyendo a las Tribus Arcangélicas, estaban en comunicación cotidiana con los antiguos egipcios, capaces de responderles durante la cima de su progreso espiritual. Aprendieron de los pleyadianos la mayor parte de sus conocimientos espirituales, prácticas de sanación, desarrollo pleno del sentido de la percepción y una comprensión de la finalidad de la Tierra dentro del sistema solar, la galaxia y más allá de la misma. En el Antiguo Egipto muchos pleyadianos tomaron cuerpo humano mientras otros trabajaban en dimensiones superiores con los soñadores, videntes, sanadores, sacerdotes y sacerdotisas, incluso con la realeza. Sus objetivos comunes eran la evolución global del planeta y la raza humana, así como almacenar el suficiente conocimiento superior aquí en la Tierra para que, al llegar el momento del Gran Despertar, contásemos con lo necesario. Por supuesto, Egipto no fue la única civilización que recibió estos dones. La finalidad de la conexión pleyadiano/crística En una ocasión, cuando me encontraba bajo hipnosis, recordé una vida pasada maya en el año 10 a. de C. en la que había una gran reunión de todas las tribus para celebrar la finalización de la pirámide más grande jamás construida por su cultura en ese tiempo. Se trataba de una estructura muy alta que contaba con una abertura en la cámara superior así como un pasaje de entrada en la base. Lo asombroso de esta pirámide era que estaba construida con un tipo de roca granítica blanca con grandes vetas de oro -tanto oro que parecía mármol cruzado por grandes franjas relucientes. Al empezar la ceremonia de celebración maya se abrió en el aire un portal transparente de escaleras cristalinas justo sobre la pirámide. Salió un grupo de arcángeles pleyadianos a elogiar el logro estructural y a comunicar a todos su verdadera finalidad. El templo en sí era un portal hacia dimensiones superiores y una cámara de ascensión. Estábamos todos rebosantes de alegría al ver a nuestros queridos amigos pleyadianos, nuestros maestros espirituales y guardianes de nuestro pueblo durante tanto tiempo. Así que, cuando los pleyadianos nos mandaron subir a la pirámide, lo hicimos sin dudarlo. Cuando entramos todos vi una rampa que subía en espiral hacia el interior de una abertura en forma de ventana cerca del vértice. Poco después el brillo del sol cruzó la abertura iluminando el interior de la pirámide, que brillaba así con luz dorada. Los rayos del sol iluminaban la rampa, sobre la que se encendió de un color rojo escarlata la figura trémula del Quetzalcóatl etérico, la deidad con forma de serpiente emplumada. En el vientre apareció el rostro del Cristo, que decía: «Ahora me conoceréis». Los arcángeles pleyadianos nos explicaron que el Cristo nacería dentro de unos pocos años y que sabríamos la fecha exacta mediante la aparición de una gran estrella en el cielo. Explicaron su papel en la Tierra como representantes del Cristo cósmico colectivo, mencionando después a los ciento cuarenta y cuatro mil «elegidos» de entre ese colectivo, lo cual constituía el número mínimo de aquellos cuya conciencia despertaría tras conocerle en vida. A fin de preparar la vibración de la Tierra para el nacimiento del Cristo, muchos de los ciento cuarenta y cuatro mil que estaban en la Tierra en ese momento tendrían que morir conscientemente o ascender. Esto tendría que empezar a ocurrir desde aquel mismo día y continuar hasta su nacimiento. En ese momento muchos de nosotros empezamos a levitar. Cada vez más ligeros, ascendimos desapareciendo literalmente de la tercera dimensión. Mientras el Cristo decía: «Me voy a preparar un lugar para vosotros», desapareció a través de la abertura de la cámara superior, todavía en el vientre de la sagrada serpiente emplumada. Los que ascendimos en ese momento le seguimos por la abertura uniéndonos a él en el interior del vientre de Quetzalcóatl. La siguiente escena tuvo lugar en los salones de la Ciudad de Luz pentadimensional donde se reunieron los ciento cuarenta y cuatro mil y el Cristo. Cada uno con el aspecto de nuestra próxima reencarnación. Nos encontrábamos preparándonos para ella repasando y planeando los hechos futuros. Nos dijeron que se produjo una aparición parecida de arcángeles pleyadianos y del Cristo en lugares de poder de todo el mundo, Machu Picchu, Glastonbury, Hawai, Grecia, Egipto, África y el Tíbet. Los «elegidos» de entre todas estas culturas habían sido reunidos antes de volver a nacer en nuestra vida con el Cristo. Tanto el hecho como el momento del mismo se habían preparado con mucha antelación. (Durante una canalización el Cristo dijo que el término «elegidos» es erróneo. Debería ser «los que eligieron» porque se trata de un grupo compuesto por los seres que hace mucho tiempo eligieron servir a la Tierra y a su gente mediante encarnaciones, olvidando su identidad en cuanto a ciertos puntos de su evolución para recibir después la iluminación y al Cristo. Ésta fue la pauta de evolución espiritual que seguirían otros.) Un día, en el monte Shasta, hace aproximadamente un año y medio después de la primera sesión de hipnosis, cuando me contaron por primera vez algo sobre los Ejercicios Pleyadianos Intensivos de Luz que yo enseñaría, Cristo estaba tan presente con los pleyadianos y especialmente Ra, que me di cuenta de que existía una conexión entre ellos. Aunque parezca extraño, nunca había hecho la asociación mental entre ellos hasta ese momento. Hacía poco que había notado que cuando los pleyadianos estaban presentes también lo estaba el Cristo, pero no creía que fuera más que una coincidencia. Anteriormente me habían dicho que el trabajo de Remodelación Cerebral Delfínico y de Enlace-Estelar Delfínico eran vitales en la sanación y la preparación de nuestros sistemas nerviosos a las frecuencias cada vez más altas del Ejercicio Pleyadiano de Luz. Yo me daba cuenta de que el Ejercicio Pleyadiano de Luz, sobre todo el aspecto de Canales Ka, era necesario para ayudar en el alineamiento divino con la incorporación del Yo Superior. Pero ahora el nexo con Cristo era también inequívoco. Si en cuanto a población humana vamos a realizar un salto cuántico a la conciencia de Cristo, mucha gente necesitará prepararse con sanaciones muy específicas y aperturas. Ese es el único objetivo del Ejercicio Pleyadiano de Luz: despejar el camino para la segunda llegada de Cristo en masa. Las profecías mayas, egipcias y hopis – tal vez también otras fuentes espirituales que yo desconozco- han pronosticado este momento en el que despertaríamos a estados de maestría, iluminación y, luego, conciencia de Cristo todavía durante la estancia en la Tierra en cuerpo humano. Éste es precisamente el despertar masivo al que Jesucristo vino a prepararnos hace casi 2.000 años. Muchas encarnaciones y maestros iluminados a través de las épocas y de muchas culturas diferentes han llegado al mismo nivel de conciencia que él. Sin embargo, este libro se centra en la conciencia de Cristo y la conexión con el Ejercicio pleyadiano de Luz porque, como ya hemos mencionado, resulta especialmente relevante para nuestros tiempos. Para poder entender el objetivo de Cristo, también debemos darnos cuenta de que las religiones ortodoxas y la censura bíblica -lo que ocurrió hace unos 150 años después de su muerte-, todo esto destruyó su verdadero mensaje. Aunque todavía podemos saber algo de él en la versión bíblica del Rey Santiago: «Sed tan perfectos como yo» y «haréis cosas todavía más grandes de las que yo he hecho» son invitaciones inequívocas a la elección de la evolución espiritual, la iluminación, la ascensión y a abandonar la idea de que sólo unos pocos son elegidos para darse cuenta de que somos todos elegidos. Nos toca a cada uno de nosotros decidir si nuestra respuesta es «Sí» o «No». El asesinato de Jesucristo fue el resultado de su rebelión contra el gobierno y el dominio de la Iglesia sobre el pueblo llano. Enseñó a las masas que eran iguales a los ojos de Dios a los que pretendían ser superiores a ellos -ya fuesen hombres de estado o reyes, sacerdotes o recaudadores de impuestos-. Les enseñó a respetarse a sí mismos y a estar dispuestos a cuestionar la autoridad para encontrar la verdad. Cristo anduvo por la Tierra mostrando a los plebeyos que los milagros ocurren y que son un fenómeno natural cuando la gente está en alineamiento con la presencia de Dios. Curó a los enfermos y levantó a los muertos, animando a los espectadores a creer que ellos podían hacer las mismas cosas. Cuando decía que era el «hijo de Dios», estaba diciendo a la gente que ellos también eran hijos e hijas de Dios. Dijo a la gente que Dios les amaba y deseaba que estuviesen contentos y bien; para demostrarlo, logró que sus seguidores y audiencia así lo sintieran. Sus discípulos, que dicho sea de paso eran hombres y mujeres, pertenecían a todas las condiciones sociales, gente corriente, gente rica y miembros de los templos de diosas, como María Magdalena, que era también su mujer. Existían miles de discípulos además de los doce de los que habla la Biblia. Todos estos discípulos se abrieron a los dones de sanación, profecía y clarividencia, demostrando que lo que dijo Jesús era verdad. Uno tras otro, los discípulos realizaron milagros y hasta iniciaron a otros al despertar espiritual, tal y como lo hizo Cristo. Muchos de los poderes de Cristo fueron conferidos a través de mujeres despiertas. Durante los primeros doce años de su vida lo enseñaron diosas encarnadas tales como: María Madre, su madre Ana y otras. Más tarde, cuando alcanzó la edad de doce años, como era tradición entre los hombres, fue con los eruditos para compartir y enseñar. Viajó a Egipto y a la India y se inició en las pirámides. Aprendió técnicas ancestrales del templo y enseñanzas iniciáticas de escuelas esotéricas. Aprendió el dominio de las funciones del cuerpo de antiguas prácticas yoguis y los secretos de la longevidad y la muerte consciente. Enseñó estas materias así como lo que naturalmente aprendió a través de la comunicación con Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe, los ángeles y Melquisedec. Lo compartió con sus discípulos, quienes a su vez practicaron las disciplinas y gradualmente también despertaron. Los gobiernos y las iglesias de la época se sintieron muy amenazadas por todo ello. Una población de seres humanos soberanos y maestros de sí mismos no tendría necesidad de los que se proclaman como autoridades. Cuando los humanos se abren a su conciencia sensorial plena y a la herencia espiritual perciben fácilmente el engaño, la falta de amabilidad y la injusticia en los demás. Las llamadas autoridades ya no pueden esconderse detrás de los altos cargos o de la intimidación; se les destrona o simplemente nunca se les pone en el poder. La amenaza de estos posibles cambios llevó a la crucifixión, con la esperanza de que tomaran en serio el aterrador ejemplo de lo que les pasaría si continuaban de manera tan radical. Hoy en día no es un secreto la corrupción que existe a nivel mundial de gobierno e iglesia. Tenemos hasta películas y libros sobre ello pero aún así sigue empeorando. Así que aquí estamos, casi 2.000 años después de Cristo, todavía viviendo en un planeta donde las masas están controladas por unos pocos, y demasiado asustadas, entumecidas o perezosas para hacer nada al respecto. El despertar espiritual es la única cura para esta enfermedad social tan extendida porque el empuje magnético sobre la Tierra para permanecer sin poder siendo conformista es más fuerte que nunca. El despertar espiritual es para lo que Cristo, con mucha ayuda, empezó a prepararnos durante su estancia en la Tierra. Ahora estamos llegando a la era de la luz -tiempo de volver a despertar-. Para poder evolucionar como especies debemos convertirnos en un mundo interconectado en muchos niveles. Entre todos debemos alcanzar la pureza de las enseñanzas espirituales sagradas de las ocho culturas principales y sus ancestrales maestros pleyadianos. Todos debemos olvidar las diferencias y elegir el amor divino y la armonía con todos los seres, ya sean humanos, animales o sensibles. Todos deben ganar en esta Convergencia Armónica. Así que, como a mí me han dicho los pleyadianos y el Cristo en numerosas ocasiones: «Ahora es el momento». Los Emisarios Pleyadianos de la Luz y muchos otros grupos extraterrestres de esta galaxia y mucho más allá están verdaderamente entusiasmados sobre lo que está ocurriendo ahora en la Tierra. ¿Te has preguntado alguna vez por qué tantos extraterrestres, ángeles y Maestros Ascendidos están con mayor disponibilidad de lo que solían estar? ¿O por qué se nos vigila y se nos guía ahora tan cuidadosamente? Según los pleyadianos es porque estamos en un momento de nuestra evolución aquí en la Tierra en que tenemos la oportunidad de realizar un tremendo vuelco paradigmal. Si lo conseguimos, este vuelco sería tan enorme que no sólo erradicaría todo el karma del sistema solar al completo sino que liberaría a los planetas y a los sistemas estelares de toda la galaxia y algunas más allá. ¿Qué es tan especial de nosotros en este momento? Para responder a la pregunta el siguiente capítulo muestra la información canalizada por mí a través de Ra, el representante de los Emisarios Pleyadianos de Luz y las Tribus Arcangélicas. La perspectiva cosmológica actual de la Tierra y su futuro papel en esta galaxia te ayudará a entender por qué es «Ahora el momento».

Capítulo 4

HABLA RA

Teniendo en cuenta que he canalizado este capítulo y la mayoría de los procedimientos contenidos en la sección de ejercicios, deseo aclarar lo que quiero decir con canalizar información o a seres de luz. Nunca hago entrar a otros entes en mi cuerpo ni lo pretendo. Para el cuerpo es algo exigente en extremo, a veces hasta peligroso, excepto en raras ocasiones. La mayor parte de los entes o seres incorpóreos que entran en un cuerpo no saben cuidarlo para procurar que salga ileso de la experiencia. Además, introducir un ente en el cuerpo es simplemente innecesario. Soy extremadamente clariauditiva, así como clarividente, clariperceptiva e intuitiva. (Respectivamente, tengo oído, vista, tacto y conocimiento sensitivo plenos.) En primer lugar, canalizo entrando en un alineamiento multidimensional pleno del Yo Superior, similar al descrito en el capítulo 13. Después ocurre una de dos cosas: un ser etérico puede aparecer delante o encima de mí, presentándose ante mi visión clarividente y hablándome. Si estoy impartiendo clase o en una sesión privada, repito entonces su mensaje palabra por palabra. Si estoy sola, simplemente escucho y asimilo o copio el mensaje. De modo alternativo, con los pleyadianos más que con los Maestros Ascendidos, puede que reciba palabras a través del canal de mi Yo Superior y les dé voz o las copie espontáneamente en el ordenador. Cuando esto sucede, no sé lo que se va a decir antes de que empiece a articular palabras o a teclear el mensaje. Escucho, sin embargo, las palabras en el interior de mi cabeza tal como se me transmiten, ya que siempre permanezco en el cuerpo. Después, suelo recordar la esencia de lo dicho, pero no los detalles. Esto es así porque durante el proceso de la transmisión estoy en trance o en estado alterado. Aunque permanezca en mi cuerpo, mi conciencia opera desde un estado más profundo; este estado opera en una frecuencia superior a aquélla en la que mantengo conversaciones normales con los ojos abiertos. El material siguiente se canalizó de esta manera. Ra es el portavoz del colectivo de los Emisarios Pleyadianos de Luz y los Arcángeles Pleyadianos encargados de comunicarse conmigo y enseñarme. A continuación sigue un mensaje de Ra: En este momento tú y tu planeta pasáis por una transición única y maravillosa de vuestra evolución espiritual. Os disponéis a dar un salto cualitativo como ninguno que hubierais dado antes. A fin de ayudaros a comprenderlo más plenamente, debo hablaros primero de la órbita que describe la galaxia entera alrededor del Gran Sol Central de Todo Lo Que Es. Así como vuestro «anillo solar» -nuestro término para «sistema solar»- orbita alrededor del centro galáctico, la galaxia misma se mueve por el espacio en forma de círculos continuos y conectados a modo de gran espiral cósmica. En el punto donde se cierra una sola órbita circular de un multibillón de años alrededor del Gran Sol Central, nuestra galaxia se conecta diagonalmente con el anillo siguiente de la gran espiral cósmica. Cuando esta diagonal avanza dentro de la gran espiral cósmica desde un anillo al siguiente, todos los planetas y sistemas solares, así como sus habitantes, dan simultáneamente un paso iniciático en un nuevo ciclo evolutivo. Esto es lo que está ocurriendo ahora. Además de estar al final de un ciclo Terrestre/Solar/Pleyadiano de veintiséis mil años, la totalidad del sistema pleyadiano, en el que se incluye este anillo solar, está a punto de cerrar una órbita de doscientos treinta millones de años alrededor del Centro Galáctico, y la galaxia toda está a punto de completar una órbita infinitamente más larga alrededor del Gran Sol Central. Los tres ciclos completan sincronizados el último paso de la danza espiral dentro de otra danza, siendo éste un tiempo muy crucial de transición. El objetivo es concluir la danza y empezar una nueva sin que nadie se pise los pies. Luego, la danza siguiente, más sofisticada y elegante, empezará a su debido tiempo. En términos de evolución planetaria terrestre, se trata de lo siguiente: Cuando los cien mil años de la era glacial terminaron hace casi ciento cincuenta mil años, la galaxia estaba a medio camino de su cambio diagonal hacia el anillo siguiente de la gran espiral cósmica -una danza había terminado y se estaba gestando la nueva-. A fin de prepararse para la siguiente espiral evolutiva, la galaxia entera entró en un período de limpieza de pautas kármicas pretéritas que se completará al final del año 2012. Siempre al final de un gran ciclo tiene lugar una limpieza kármica. Cualquier elemento de la espiral evolutiva anterior que quede sin resolver se hace aflorar a la superficie para ejecutarse por última vez con un sentido de transmutación y trascendencia. Cuando se termina de limpiar la casa, comienza un ciclo evolutivo distinto en relación con Dios/Diosa/Todo Lo que Es. Esta limpieza doméstica está llegando a su fin. Durante este tiempo de transición se experimentan saltos espirituales de renacimiento e iniciación. Las conciencias nacen producto de nuevos paradigmas y nuevos potenciales, aprovechándose de lo aprendido en la espiral anterior aunque de modo inconsciente. Metafóricamente hablando, es como si se tomaran los pasos de baile aprendidos en lecciones anteriores, se depuraran, se dominaran y se empezara a añadir nuevos pasos en un reto mucho más emocionante. Incluso se acelera entonces el ritmo de la música añadiendo más inspiración. Cuando el próximo anillo de la gran espiral cósmica de la galaxia y el nuevo ciclo terrestre de veintiséis mil años empiecen simultáneamente en el año 2013, esto es lo que ya habrá ocurrido: 1) La variación de los polos habrá hecho variar la posición de la Tierra en relación con el Sol. 2) El Sol, a su vez, se habrá recolocado en virtud de una variación de polos similar, en relación a las Pléyades. 3) Las Pléyades habrán llegado al término de una espiral, que habrá recolocado a ese sistema en relación a Orión. 4) Orión habrá sufrido una revolución y una limpieza doméstica espiritual completas. El sistema entero de Orión habrá quedado oscurecido por un período de lo que en la Tierra serían veinticuatro horas, variando así los polos de cada estrella y planeta de ese sistema. Se habrá consumado la vaporización de muchos de los planetas de ese sistema, así como la reapertura y reconversión de Orión como portal galáctico al Centro de esta Galaxia y fuera de ella. Sirio ha venido cumpliendo esta función durante aproximadamente los últimos trescientos mil años, desde que los liranos invadieron Orión y tomaron allí el acceso al portal galáctico. 5) Sirio se habrá elevado a la posición de escuela mistérica espiritual galáctica en lugar de operar específicamente en este anillo solar y este brazo próximo de la galaxia. 6) La pauta orbital actual de vuestro anillo solar alrededor de Alción, sol central de las Pléyades, será reemplazada por la del sistema pleyadiano entero, que empezará a orbitar alrededor de Sirio. Sirio será el nuevo sol central de este brazo de la galaxia y las Pléyades habrán pasado a formar parte del sistema solar de Sirio. Al principio del 2013, cuando se hayan completado estos preparativos, el sistema pleyadiano entero, del que vuestro Sol es la octava estrella, se convertirá en un sistema de aprendizaje superior y en hogar de las Ciudades de Luz. Las Ciudades de Luz son lugares donde poblaciones enteras perciben espiritualmente la evolución y lo sagrado que hay en todas las cosas. Los residentes de las Ciudades de Luz reconocen la evolución y crecimiento de sí mismos como individuos, del resto del grupo y de toda la existencia, dedicando a ello su vida. En otras palabras, dedican la vida a servir al plan divino, encontrándose como mínimo en el nivel de conciencia de Cristo. La Tierra, junto con vuestro anillo solar, sois los últimos del sistema pleyadiano en realizar este cambio. El resto de los siete anillos solares pleyadianos, las Siete Hermanas, están ahora mismo al día en cuanto a escuelas místéricas y sedes de Ciudades de Luz; cada uno de estos siete anillos solares se elevará para cumplir su próxima función natural en un estado evolutivo superior cuando en el 2013 empiece la nueva danza llamada la Era de Luz. Antes de los cambios previstos para el final del 2012 y el principio del 2013, la Tierra sufrirá una limpieza doméstica espiritual y física correspondiente a lo que se ha llamado comúnmente «cambios terrestres». Estos cambios, que ya han empezado, se intensifican externa e internamente a medida que vuestro anillo solar se adentra en la banda de fotones, una emanación cósmica de alta frecuencia que procede del Centro Galáctico. Hace años que venís entrando y saliendo de los límites de esta banda de fotones, y para el año 2000 quedaréis inmersos completamente en ella durante los próximos dos mil años. Los códigos sagrados, necesarios para el despertar espiritual y el salto evolutivo de vuestro anillo solar, se transmitirán al Sol, a la Tierra y al resto del anillo solar a través del Centro Galáctico, Sirio, Alción, y Maya, que es otra estrella de las Pléyades. Cuando se completen estas transmisiones iniciales, vuestro Sol seguirá transmitiendo los códigos a la totalidad del anillo solar. Estas emanaciones y codificaciones fotónicas transmitirán a una vibración tan alta que requerirán de vosotros que el sistema nervioso central, el cuerpo emocional y el cuerpo eléctrico estén bien sintonizados a fin de poder soportarla. [Nota de la autora: Bárbara Hand Clow ofrece una historia y una descripción mucho más detalladas sobre la banda de fotones, así como de los cambios cosmológicos de las relaciones dimensionales que sufrimos, en su último libro, El Plan Pleyadiano, una nueva cosmología para la Era de Luz]. Muchos ya experimentáis la intensificación en vosotros de procesos de crecimiento y despejamiento según el planeta entra y sale de los límites de la banda de fotones. El incremento de frecuencias continuará acelerándose sin pausa durante los próximos diecisiete años hasta que la galaxia quede anclada plenamente en su nueva pauta orbital y la Tierra se inicie como escuela mistérica y sede de las Ciudades de Luz. Tendrán lugar inundaciones, terremotos, cambios en las masas terrestres, erupciones volcánicas y, finalmente, la variación total de los polos dentro de los años previos al 2013, en cuyo momento tendrá lugar la iniciación solar galáctica de la Tierra. Los que ahora vivís en la Tierra debéis decidir si estáis o no preparados para convertiros en seres humanos espiritualmente responsables a fin de permanecer en la Tierra pasado ese momento. Aquellos que no deseen permanecer en la Tierra serán trasladados a otro planeta situado en otro lugar de la galaxia donde continuarán las lecciones kármicas y la evolución tridimensional. Aquellos que sí pretendan quedarse deben aprender la nueva danza de la Era de Luz que requiere la apertura y activación del Ka Divino. Si el Ka no funciona a pleno rendimiento, vuestro cuerpo simplemente no podrá resistir los incrementos de frecuencia cuando la luz fotónica llene cada vez con mayor intensidad la atmósfera de vuestro planeta y los cuerpos de los que se queden. Por lo tanto, el vestido único y apropiado que resulta aceptable para la nueva danza es el traje de Ka. La convergencia armónica de 1987 fue una llamada al despertar planetario que comunicó a los ciudadanos del planeta su obligación de aprender la nueva danza y abrazar una filosofía de «todos ganan», a fin de que sea un planeta centrado el que llegue al cambio del 2013. Fue un mensaje que enseñaba la creación compartida para el beneficio colectivo de todos y para comprender el enlace mental con la conciencia colectiva superior. Este hecho no se limitó a la experiencia de dos días que se dio en ese momento. Es una convergencia armónica que se extiende a lo largo de 25 años, muchos días en los que es posible la activación para renovar vuestro compromiso con la espiritualización de la Tierra y su gente. [Nota de la autora: Una vez, en una sesión de hipnosis, se me llevó a un lugar lejos de la atmósfera terrestre donde existe la conciencia colectiva superior de la población total de la Tierra. En este lugar vi miles de millones de rostros sonrientes y amables sin cuerpo, rodeando el planeta en el límite de una burbuja transparente que rodeaba a la Tierra. Esta conciencia colectiva superior estaba compuesta exclusivamente de Seres de Luz inocentes, inteligentes, dulces y amables: todos los que vivimos en la Tierra. Estos preciosos seres observaban y enviaban amor y ánimos a través de la burbuja hacia sus homólogos en la superficie del planeta. También contemplaban desde una perspectiva que favorecía el bien mayor para el conjunto. En ese momento sólo se me permitió observar. El conjunto estaba planeando un gran terremoto; comprendí más tarde que se trataba del terremoto que ocurrió en Japón a principios del año 1995. Se hacían comentarios sobre el comportamiento robótico de las personas, absortos en el materialismo, y su carencia de profundas conexiones de amor. La decisión conjunta dentro de la conciencia colectiva superior de pedir un terremoto en Japón no fue, desde ningún punto de vista imaginable, un castigo. Los seres emanaban buena voluntad y amor concentrados hacia esa parte del planeta, esperando que el terremoto despertara a su espíritu de su sueño, les hiciera reorganizar sus prioridades vitales y se hicieran más amables y cooperantes entre sí. Además, había un sentimiento delicioso de alegría entre los seres de la consciencia colectiva superior porque habían hallado un modo de lograr que sus homólogos humanos evolucionaran. En respuesta a su decisión, se envió un mensaje a unas naves de Sirio en los límites de la atmósfera de la Tierra para que empezaran el proceso de generación de un terremoto. Más tarde, me mostraron el proceso utilizado para llevar a cabo esta tarea. A través de las capas de lo que llamamos la atmósfera terrestre, hay multitud de anillos circulares de placas que se corresponden con las placas tectónicas de la superficie terrestre. Estas capas múltiples de placas son de naturaleza geométrica y continúan extendiéndose bajo la superficie de la Tierra hasta aproximadamente el núcleo interno del planeta, el cual tiene un diámetro aproximado de quinientos metros. Cuando se provoca un cambio en la Tierra, la gente de Sirio altera las placas atmosféricas de la capa más alejada del planeta. Posteriormente, el resto de las placas atmosféricas se reorganizan capa por capa según la posición exacta de las placas tectónicas a fin de llevar a efecto el cambio deseado. Cuando se completa el proceso en las capas exteriores, las capas internas subterráneas se alteran en correspondencia con las exteriores. Finalmente, se produce el terremoto, organizando las placas tectónicas según las nuevas posiciones de las placas atmosféricas y subterráneas. El método de producción de erupciones volcánicas, inundaciones y otros cambios planetarios ocurre de modo muy parecido. También existen cambios planetarios que ocurren de modo natural cuando las placas internas y externas se alteran en respuesta a aumentos de presión, la contaminación, tanto de polución como de energía psíquica, agujeros en la capa de ozono, la reducción de los bosques tropicales (la cual cambia el equilibrio atmosférico), extracciones minerales en exceso y bloqueos geotérmicos, así como explosiones y experimentos llevados a cabo por los gobiernos. Hay veces en que los «desastres» naturales se ven amortiguados por Sirio en reacción a las peticiones de la consciencia colectiva superior. Se puede ayudar en este proceso desde la Tierra mediante la alineación con la consciencia superior a través de la meditación y la vida recta. Conozco varios terremotos y erupciones volcánicas amortiguados o evitados de este modo desde 1990, debido principalmente al alineamiento de la consciencia humana con la consciencia colectiva superior. Por ejemplo, se evitó una erupción volcánica en el monte Shasta en 1991. A principios de ese año, recibí el mensaje de una visión clara en la que el monte Shasta entraría en erupción en noviembre. En la semana que siguió a esa experiencia profética, fui corriendo a ver a un astrólogo de la zona, que me dijo haber predicho una erupción volcánica para noviembre. Me habló de su predicción sin conocer la mía. Esa misma semana me dijeron que una mujer-medicina india había recibido la misma información, incluyendo momento y lugar. En los últimos días de agosto de ese año permanecí de pie bajo la lluvia observando la tormenta eléctrica más sorprendente que viera nunca. Surgieron rayos extrañamente amplios e increíblemente definidos y brillantes desde la montaña, disipándose en lo alto de la atmósfera. Hubo varias tormentas parecidas durante tres días, tras los cuales los más perceptivos podían sentir una calma profunda surgiendo de la tierra y del monte Shasta en particular. Me dijeron que el número suficiente de personas había despejado y transmutado la acumulación de baja negatividad astral y emocional provocando la intervención y ayuda de las jerarquías, que disiparon una carga acumulada en la montaña que de otro modo se habría liberado en forma de erupción volcánica. Mientras quienes como yo, implicados conscientemente en el crecimiento espiritual, la meditación y el alineamiento con la consciencia superior, limpiábamos la atmósfera sobre la Tierra, los de Sirio alteraban las placas atmosféricas siguiendo la alteración de las placas tectónicas y subterráneas que se había producido. Cuando las placas de la atmósfera quedaron reorganizadas y la carga eléctrica acumulada se liberó a través del rayo, cesó la necesidad de una erupción volcánica.] Ra vuelve a hablar Cuando una persona ha alcanzado cierto punto en la evolución de la conciencia y vive en un área donde un gran terremoto o riada propaga la muerte, lo que ocurre simplemente es que asciende a través de la vibración al siguiente nivel dimensional, experimentando una elevación espiritual en lugar de la muerte. Puede incluso que esta persona ayude a realizar el cambio vibratorio a aquellos que estén listos para abrazar la Luz. En las áreas de grandes terremotos, riadas, incendios y otros cambios terrestres donde el miedo, la negación, el odio, la codicia y la ira han creado planos de energía densos y amorfos en el plano astral inferior, las almas pueden quedar atrapadas en estas ilusiones en el momento de la muerte. Sin embargo, los Seres de Luz siempre están allí para ayudar a quienes estén dispuestos a liberarse a sí mismos. Los seres que ascienden, en lugar de experimentar la muerte física en ese punto, pueden elevar el área que los rodea a un campo de luz donde aquellos que deseen evolucionar y entrar en la luz se refugien y realicen la transición suavemente. Quienes realizan este servicio se presentaron voluntarios a él antes de entrar en esta vida y tienen generalmente experiencia adquirida en vidas pasadas referente a las almas que sufren la transición de la muerte. No hay nada que temer. Quienes tengan un compromiso genuino con la Luz y vivan en ella, simplemente avanzarán al lugar inmediatamente superior correspondiente. A otros se les presentarán opciones a cada paso; pueden elegir el progreso espiritual a través de sus experiencias o permanecer con el miedo y la ilusión. Es vital que se suspenda todo juicio sobre aquellos cuyos cuerpos mueran en estos cambios terrestres. Algunos elegirán «desastres» naturales como método de partida porque su conciencia superior ha comprendido que su yo humano está demasiado inmerso en ilusiones para cambiar en esta vida. Otros abandonarán la Tierra de este modo a fin de hacer que otros seres avancen hacia la Luz durante la transición de la muerte y para establecer la pauta de ascensión como se ha dicho previamente. Otros, sin embargo, elegirán esta forma de morir porque están preparados para abandonar la Tierra y elegir otro planeta en virtud de su evolución. Más aún, otros morirán finalmente porque la genética y mutaciones celulares de su cuerpo han resultado ser excesivas para poder transmutarse en el tiempo que le queda al proceso de transformación en este planeta. Independientemente de por qué muera el cuerpo de una persona o, en el caso de la ascensión, parezca morir, la conciencia colectiva superior tiene una influencia con fuerza suficiente para procurar que no haya accidentes. Aquellos que abandonen el mundo físico es porque debían abandonarlo. Quienes permanezcan en la Tierra tendrán la responsabilidad de ayudarse unos a otros para la supervivencia física y la evolución espiritual. Para el año 2013 todos cuantos permanezcan en la Tierra deben comprender los siguientes cuatro principios evolutivos: 1) El objetivo del ser humano sobre la Tierra es evolucionar física, emocional, mental y espiritualmente. 2) Todo ser humano posee una Esencia Divina hecha de luz y amor cuya naturaleza es el bien. 3) El libre albedrío es un derecho universal absoluto; la impecabilidad exige al yo entregar su libre albedrío al arbitrio divino mediante la fe y la confianza. 4) Lo que existe en la naturaleza es sagrado sin importar el modo en que sirva o satisfaga las necesidades del yo individual. En esta época todo ser humano vivo recibe estos cuatro principios espirituales de modo directo o sutil. Es ley planetaria que antes del final de un gran ciclo temporal como el que se da en este momento debe hacerse que cada persona viva recuerde los cuatro principios evolutivos a fin de que los abrace. Algunos recibirán estos mensajes a través de libros como éste, El Retorno de las Tribus del Pájaro, La Profecía Celestial, La Quinta Cosa Sagrada, Mensaje Mutante desde Australia, El Plan Pleyadiano: una nueva cosmología para la Era de Luz, sin descartar otros. Algunos recibirán estos mensajes a través de películas como Bailando con Lobos, el Pequeño Buda, Misión: Salvar la Tierra y La Selva Esmeralda. [Títulos aportados por la autora, no por Ra.] Otros experimentarán la muerte y volverán tras un cambio a su cuerpo físico, capaces a su vez de producir el cambio en sus seres queridos. Muchos recibirán visitas de ángeles, Maestros Ascendidos o la Madre María. Ya se han producido numerosas informaciones sobre tales visitas en este siglo. El mensaje de la conciencia sagrada evolutiva también se impartirá de modo subconsciente a aquellos que vean, lleven o sostengan objetos tales como gemas y cristales. Éstos son sólo unos ejemplos de las maneras en las que el movimiento planetario imparte las cuatro verdades espirituales. Vuestro cometido es seguir una vida recta, aprender y practicar la impecabilidad, la oración a fin de conocer el plan divino y vuestro papel dentro de él y vuestra sanación y despejamiento a todos los niveles tanto como sea posible. A un nivel colectivo existen en este momento siete pautas kármicas primarias que precisan trascender y ser despejadas. Las pautas que actualmente se exageran a fin de haceros conscientes de ellas para así transformarlas, son: la arrogancia, la adicción, los prejuicios, el odio, la violencia, la tortura y la vergüenza. Estas siete fuentes de dolor, ilusión y separación aparecen en su orden de desarrollo dentro de este anillo solar -empezando en Venus y extendiéndose a Marte, Maldek, y finalmente la Tierra-. Está tan claro por qué han alcanzado su punto más alto en la Tierra que huelga seguir profundizando. Ya sea la actitud de supremacía de Estados Unidos en el mundo o la actitud de un miembro de la Nueva Era de superioridad frente a seres menos espirituales y conscientes, la actitud es la misma: arrogancia. Ya sea un alcohólico tirado en las calles de Los Ángeles o una persona obsesionada con su aspecto físico o el cuerpo de su compañero o compañera, esta pauta se llama igual: adicción. Ya sea el KKK quemando cruces en el patio de personas negras o una persona espiritual despreciando a un «paleto», el nombre es el mismo: prejuicio. Ya sean los capitalistas que odian a los comunistas o una persona «políticamente correcta» que odia a los madereros y constructores, la actitud es la misma: odio. Ya sea Estados Unidos generando guerras en Vietnam o América Central o un progenitor golpeando y degradando a un hijo, la acción aún tiene el mismo nombre: violencia. Ya sean indios, aborígenes australianos u otros indígenas asesinados y su tierra destruida por los blancos, o sean ardillas y ciervos muertos a causa de conductores despistados que van muy deprisa, el problema es el mismo: tortura. Ya sea Alemania llevando las cicatrices de un Hitler o un pobre sintiéndose indigno a causa de su pobreza, el sentimiento es el mismo: vergüenza. Desde lo evidente a lo más sutil, cada persona debe cumplir individualmente su parte para reconocer y sanar estas pautas. Las expresiones individuales de estos siete puntos kármicos principales varían enormemente. Sin embargo, si se mira de cerca, se ve que la fuente de todo problema hoy en la Tierra es una o más de estas siete pautas kármicas de este anillo solar. Estas pautas están acompañadas por la incapacidad de percibir los cuatro principios evolutivos que deben aprenderse. [Nota de la autora: las siete pautas kármicas mencionadas son comunes a este anillo solar, aunque la lucha contra ellas se desarrolle en la Tierra. También existen siete vicios primarios, o trampas del ego, que son analizados en las enseñanzas de la escuela mistérica inca y son específicas del planeta Tierra. Son: lujuria, pereza, gula, soberbia, ira, envidia y codicia. Según las enseñanzas incas, los humanos deben superar estas trampas del ego antes de alcanzar poder espiritual.] Para quienes dominéis los niveles de comportamiento y actitud de estas pautas o trabajáis sinceramente con ellas, vuestro próximo paso es el alineamiento consciente con vuestro Yo Superior, la conciencia colectiva superior y ser Uno con la Divinidad. Éste es el objetivo de este libro de ejercicios. Es el deseo de los Emisarios Pleyadianos de Luz ayudar a quienes deseéis prepararos para los cambios terrestres, evolucionar y ascender con ese fin. Nosotros [los pleyadianos] siempre nos hemos presentado conscientemente ante seres de este anillo solar durante las épocas de cambio de ciclo evolutivo y ésta no es una excepción. Mirad, cuando empezamos a relacionarnos con grupos e individuos en la Tierra a principios de este siglo, cien años antes del final del ciclo actual de veintiséis mil años, las personas de la Tierra pidieron tener la oportunidad de despertar por su cuenta antes de que se produjeran comunicaciones directas a gran escala procedentes de las jerarquías, es decir, los pleyadianos, los Seres de Luz de Sirio, los Emisarios de Luz de Andrómeda, el Ser Supremo, el Consejo Superior de los Doce, los Grandes Hermanos Blancos y otros grupos espirituales más pequeños. Nosotros [los pleyadianos] nos encontramos entre vosotros en forma corpórea y etérica. Amorah Quan-Yin, Bárbara Hand Clow y muchos otros transmiten ahora los mensajes, del mismo modo que ellas y otros pleyadianos siempre han hecho al final de otros grandes ciclos evolutivos de este planeta. Tras la destrucción producida por la alteración de los polos y los cambios terrestres al final del último ciclo de veintiséis mil años, quedaron entonces menos de un millón quinientos mil humanos en el planeta. Pueden parecer muchos, pero si tenéis en cuenta que se extendían por todo el planeta y que antes de ese momento la población terrestre se acercaba a dos mil millones de personas, el número de humanos supervivientes era pequeño. Ya existía entonces la conciencia colectiva superior, aunque no se encontraba tan desarrollada en aquel tiempo, y esta conciencia pidió que se establecieran escuelas mistéricas en el seno de cada grupo cultural del planeta. Todos en la Tierra tendrían la misma oportunidad de aprender y crecer. A medida que renacían en la Tierra las almas jóvenes cuyos cuerpos habían muerto en los cambios terrestres y la población volvía a crecer, las prácticas y enseñanzas espirituales se consolidaron y las maneras de vivir se llenaron con la evolución y el despertar espirituales. Incluso hoy existen grupos indios americanos y mayas cuyo historial de prácticas espirituales se remonta aproximadamente a veinticinco mil años. No es casualidad. Los maestros pleyadianos, los de Sirio y los de Andrómeda tomaron cuerpo físico, contribuyendo así a organizar varias civilizaciones, tales como las de Machu Picchu, Egipto e incluso la Atlántida. Lemuria había perdido la mayor parte de su masa terrestre y su población, pero los templos y enseñanzas de iniciación se mantuvieron a salvo en los territorios que quedaron en Hawai y el monte Shasta, en California. En cada lugar se fundaron escuelas mistéricas, aunque la información y las prácticas eran a menudo coincidentes. La orden de Melquisedec y los Templos de Alorah se establecieron en la Atlántida. Aunque el uso de cristales, extendido en épocas anteriores, se había perdido, resurgió para la sanación y las comunicaciones multidimensionales. Thoth llevó la iniciación y conciencia solares a Egipto, junto con avanzadas técnicas espirituales como la teleportación, la telequinesia y el viaje a través de las dimensiones y más allá del tiempo y del espacio. Durante este período se construyó la Gran Pirámide con el propósito de recibir y transmitir códigos e iniciaciones solares para la gente de Egipto y el planeta entero. En todas las culturas se impartió la técnica de los sueños sagrados, evolucionando hacia prácticas chamánicas, sanación mediante el sueño y otros modos de viajar y comunicarse a través de las dimensiones. Los pleyadianos y los seres de Sirio y Andrómeda, que enseñaban y contribuían en el establecimiento de las escuelas mistéricas, viajaban a menudo de una dimensión a otra. Muchos de ellos se especializaron en la materialización y desmaterialización de su cuerpo de luz, actuando de intermediarios de los seres terrestres, las civilizaciones subterráneas y la multitud de naves de luz situadas alrededor del planeta en aquel tiempo. Mientras las almas jóvenes y menos evolucionadas empezaban a reencarnarse hace alrededor de veinticinco mil años, los maestros de dimensiones superiores continuaron su relación con los humanos durante otros doscientos cincuenta años a fin de colaborar en la transición hacia civilizaciones de muchos niveles de evolución del alma y orígenes galácticos diferentes. Algunos humanos apenas habían evolucionado, muy poco más allá del comportamiento instintivo y de supervivencia. Su próximo paso evolutivo era nacer de progenitores más evolucionados, contraer nupcias con seres más evolucionados y, de este modo, extender su nivel de conciencia. Muchos pleyadianos aceptaron la misión de ser guías permanentes de estas almas jóvenes en las primeras fases de esta mezcla; algunos pleyadianos incluso adoptaron vidas humanas apareándose con humanos a fin de despejar las pautas maestros excelentes y poderosos debido al hecho de que sentían con la gente de la Tierra una afinidad más natural que aquellos que no habían sido nunca humanos. Había veces en que estos maestros ascendidos nacían -y aún nacen hoy- dentro de familias compuestas por almas jóvenes con varios grados de daño genético y pautas kármicas. Estos bodhisattvas aceptaron la responsabilidad de transformar, transmutar y trascender las energías inferiores a fin de crear «mapas» etéricos y de conciencia que otros pudieran seguir; han sido y son los adelantados evolutivos. Las jerarquías aceptaron ampliar la orden de la Gran Luz Blanca para incluir en ella a humanos iluminados y ascendidos para desempeñar estos papeles: el Oficio del Cristo; Buda; la Orden de Merlín; puestos de Diosa como los de la Santa Madre ocupado ahora por Quan Yin y la Madre María; kachinas, maestros y guías locales. Antes del comienzo del ciclo actual de veintiséis mil años, los oficios supradimensionales, los guías, maestros y líderes espirituales planetarios habían sido sobre todo Seres de Luz de las Pléyades, Sirio y Andrómeda. Ahora la población desarrollaba un número suficiente de sus propios seres iluminados y ascendidos para establecer sus propios guías y escuelas mistéricas. Al comienzo de este ciclo de veintiséis mil años también se pidió que, excepto en momentos cíclicos y evolutivos cruciales, la guía y las enseñanzas superiores vinieran de aquellos iluminados que se hubieran encarnado alguna vez en cuerpos humanos. La población de la Tierra debía evolucionar hasta el punto de ser capaz de comunicarse por su cuenta con las dimensiones superiores y los sistemas solares. Fue entonces cuando aparecieron las enseñanzas Ka. Cada persona necesitaba comprender el modo de alcanzar las distintas metas espirituales para así llegar a constituir una raza de maestros en la Tierra. En sus enseñanzas los pleyadianos les hablaron de su Yo Superior, del Ka a través del cual podrían establecer contacto permanente con el Yo Superior, las dimensiones superiores y los sistemas solares. Mediante una vida recta, la evolución, la meditación, la oración y el dominio de la conciencia, podían lograr el alineamiento con su Yo Superior. Mediante el despertar del Ka Divino, podían fusionar el Yo Superior con el cuerpo físico, personificando así su presencia de Maestro Divino o Yo de Cristo. Habría un período que precedía a la iluminación plena durante el cual se completaba su transmutación genética como resultado del fluir de la energía Ka a través de los canales Ka y los circuitos menores para penetrar en su cuerpo astral y en el sistema nervioso, el sistema glandular y el sistema de meridianos eléctricos del cuerpo físico, tales como los utilizados en acupuntura y Shiatsu. Durante los siguientes cinco mil doscientos años, varios miles de personas iniciadas en los Templos Ka de Egipto y de la Atlántida recibieron la iluminación y muchos de ellos alcanzaron el nivel siguiente, la conciencia de Cristo. Algunos decidieron permanecer en la Tierra, viviendo más de dos mil años en el mismo cuerpo a través del mantenimiento de los Canales Ka y las prácticas espirituales. Ese mismo período de cinco mil doscientos años también alumbró otros caminos hacia la iluminación que resultaron efectivos para los humanos más evolucionados del planeta que estuvieran dispuestos a emprenderlos. Al final de esos cinco mil doscientos años se produjo un gran terremoto que destruyó la mayor parte de los templos de Lemuria y la mitad de la masa de tierra de la Atlántida. Aquellos miembros de la raza lemuria que se quedaron en la Tierra decidieron establecerse de nuevo en una cultura subterránea bajo el monte Shasta. Unos pocos lemurios se integraron en tribus indias americanas, hawaianas y tibetanas, convirtiéndose posteriormente en mayas, incas y budistas. Estos antiguos seres de Lemuria ejercieron de líderes y maestros espirituales dentro de aquellas culturas. Los atlantes supervivientes contaban aún con número suficiente para continuar su cultura. En calidad de conciencia de grupo pidieron la reencarnación del ser cuyo nombre terrestre era Thoth para restablecer entre su gente las antiguas enseñanzas que habían perdido a causa de los terremotos. Thoth, que era miembro Ra de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas, respondió a sus peticiones generando un cuerpo físico. Se convirtió en líder espiritual de la Atlántida. Poco después de la llegada de Thoth a la Atlántida se produjo una gran brecha dentro del continuo espaciotemporal de la atmósfera terrestre durante el cual llegó a la Tierra un grupo de seres que venían de invadir Orión desde el sistema de Lira. Era Lucifer quien los guiaba, haciendo posible la creación de la brecha y la penetración posterior. Lo consiguieron mediante unas transmisiones intensas de alta frecuencia desde el exterior del anillo solar hasta la atmósfera terrestre, seguidas del paso inmediato de una nave a través de la brecha así creada. Los seres de Orion o liranos, con la ayuda de Lucifer, dominaban la técnica del viaje que que se les tendía. Otros, más crédulos y hambrientos de poder y supremacía, acogieron abiertamente a los liranos. Durante los diez mil años siguientes, la Atlántida quedó dividida en dos grupos de población distintos: uno, que incluía a los liranos y destacaba tecnológicamente, y aquel que conservó la pureza y dedicación espirituales. Los Templos de Melquisedec sufrieron la proliferación y la influencia de los invasores controladores y manipuladores. Se formó un grupo llamado los Túnicas Grises, después llamado los Túnicas Negras. Se centraron en el desarrollo del poder psíquico y la magia negra. Algunos sacerdotes de Melquisedec conservaron la pureza, pero no fue así para la mayoría. En aquel tiempo existían en la Atlántida los Templos de Alorah, que albergaban órdenes de sacerdotisas de la Diosa, cuyas enseñanzas venían de la novena dimensión a través de un orden jerárquico llamado el Consejo de los Nueve. Estas enseñanzas escaparon a la subversión de los liranos y Lucifer. Las sacerdotisas, desafiantes, desaconsejaron abiertamente toda relación con los Hermanos Oscuros, como también se los denominaba. En principio, los atlantes que deseaban practicar las artes de la magia y la alquimia recibían primero una formación espiritual para que aprendieran el uso recto de los poderes. Sin embargo, el protocolo espiritual acabó diluyéndose y se extendió el estudio del poder psíquico y la magia negra. Lucifer siempre permanecía invisible, aunque constituía una importante influencia subconsciente. Controlaba a los Hermanos Oscuros de Lira y era capaz de poseer el cuerpo de Hermanos Oscuros en cualquier momento para comunicarse con ellos o con otros atlantes a través de ellos. Lucifer utilizaba a menudo este medio de llegar a la gente. Su propósito era minar la confianza de los atlantes en las fuerzas de la luz que gobernaban el planeta y el anillo solar; en último término, esperaba hacerse con el control en calidad de Ser Supremo de la Tierra. Lucifer y los Hermanos Oscuros se introdujeron en la conciencia de muchos varones terrestres, vulnerables al control psíquico debido a su propio deseo oculto de control y dominación, en especial sobre las mujeres. Se creó un plano astral subterráneo, así como una serie de moradas y terrenos ceremoniales subterráneos donde la conciencia colectiva inferior de los Hermanos Oscuros estableció su territorio, enviando ondas de energía y mensajes Subliminales que, atravesando la Tierra, llegaban al mundo de superficie. Esta conciencia colectiva era, y aún es, lo que llamáis «Satán». Fue creada mediante la fusión de conciencias inferiores de los Hermanos Oscuros. Esta fuerza satánica tiene la capacidad de operar como si fuera una gran entidad única. Cuanto más crecía esta conciencia colectiva y mayores eran la supremacía y el control que imponían sobre la Diosa, la Tierra, vuestro anillo solar y la Divinidad, más poder tenía esta fuerza oscura para generar su propio crecimiento continuo. La polarización de la oscuridad y la luz se hizo rápidamente más intensa en la Tierra al recibir la mente subconsciente de los humanos el bombardeo de imágenes y pensamientos negativos de desconfianza en Dios y en el Plan Divino, la inferioridad de las mujeres y la superioridad del ámbito mental sobre los ámbitos emocional y espiritual. Tecnología y magia negra crecieron hasta alcanzar proporciones jamás vistas sobre la Tierra. Los templos de Luz fueron cada vez más el lugar de las mujeres, mientras que los templos de Oscuridad fueron cada vez más el lugar de los varones. Naturalmente, esta división no era absoluta, pero era cierta en términos generales. Hacia el fin de la era Atlante diez mil años tras la llegada de Lucifer y los liranos- el caos y el miedo corrían libres por esa civilización. La competencia por el control y la supremacía era la actitud general en la Atlántida, e incluso en el seno de los Templos de Alorah prevalecían el miedo y el secreto. Antes del fin de la Atlántida se dio aviso a los jefes de las órdenes y templos que aún poseían la Luz, aconsejándoseles dispersar sus enseñanzas por el globo. Pasaría mucho tiempo antes de que la totalidad del conocimiento superior pudiera concentrarse en un solo lugar debido a la influencia satánica sobre las mentes de la Tierra. Abandonaron la Atlántida pequeños grupos de personas formadas en todas las áreas del desarrollo espiritual. Se llevaron consigo muchos cristales que contenían información procedente de los Anales Acásicos, canalizada y programada en ellos por el Consejo de la Verdad. Uno de los cristales que se llevaron a Grecia las grandes sacerdotisas de los templos de Alorah fue tallado con la forma del cráneo de Thoth, ser que había dejado la Atlántida hacía casi nueve mil años. El cráneo de cristal quedó enterrado bajo el templo del Oráculo de Delfos fundado por este grupo de sacerdotisas- y sirvió para proteger el templo de los mensajes subliminales oscuros y las ondas de energía procedentes de puntos situados bajo la superficie de la Tierra. ya que este templo no podía recibir contaminación psíquica, los Hermanos Oscuros, bajo el nombre de «Guerreros de Zeus», acabaron encerrando y matando a las sacerdotisas, reclamando el templo para el patriarca de sus dioses. permanecieron intactas. Los grandes cambios terrestres continuaron durante dos meses más hasta que el último trozo de la Atlántida acabó descansando en el fondo del mar. Para entonces, aquellos que se habían marchado con el fin de restablecer el orden espiritual en otros puntos, estaban fuera de peligro y consiguieron alcanzar su destino. Unos pocos grupos de los que intentaron la marcha no estaban lo bastante lejos y fueron barridos por olas gigantescas provocadas por las explosiones. Esta destrucción final de la Atlántida tuvo lugar hace unos diez mil cuatrocientos años. Lucifer reunió a los liranos en los planos astrales y comenzó a planear su próximo paso. Los liranos decidieron permanecer en los planos astrales dentro de la atmósfera terrestre y en los ámbitos satánicos subterráneos para aumentar su influencia sobre la mente subconsciente de los terrestres. Como resultado, las guerras tribales y los conflictos territoriales comenzaron a darse cada vez más a menudo en vuestro planeta. Muchos pueblos indígenas, entre ellos indios americanos, africanos, europeos y de América Central y del Sur se dividieron en tribus que en el pasado formaron parte de una extensa hermandad. Las luchas por la Tierra, las disputas sobre los derechos del agua y los minerales, las diferencias espirituales y una desconfianza inexplicable se convirtieron en razones para el movimiento de segregación. En otras zonas la llegada de los atlantes espirituales acercó más a las personas, y la evolución de estas culturas se aceleró. Los mensajes subliminales de la supremacía del patriarcado se introducían cada vez más en el ámbito subconsciente, pero algunos grupos fueron capaces, con la ayuda de los atlantes o de sus propios líderes espirituales evolucionados, de resistir las presiones y mentiras presentadas por las formas de pensamiento psíquicas negativas. Se crearon estructuras como la de Stonehenge y ruedas medicinales para detener las energías astrales negativas y crear espacios seguros en los que poder celebrar ceremonias y otras reuniones. Durante casi cinco mil años prosperaron los templos de la Diosa en muchas de las nuevas tierras atlantes. Los templos de varones y mujeres ofrecían y guardaban por igual las enseñanzas sagradas de Melquisedec, Thoth y Alorah; también extendían sus enseñanzas a la inclusión de los arquetipos divinos y prácticas espirituales locales. Las enseñanzas sobre los papeles masculino y femenino, la iniciación espiritual, los templos Ka y las prácticas de sanación y evolución espirituales crecieron en Egipto, Grecia y partes de América Central y del Sur. No todas las tribus en otros lugares quedaron afectadas por la polución astral; algunas permanecieron puras y humildes. Pero una polarización de la luz y la oscuridad iba creciendo. Hace unos cinco mil años los liranos y sus compañeros, convertidos en Hermanos Oscuros, empezaron a reencarnarse en varios puntos del mundo. Su objetivo principal era introducirse en las áreas ocupadas por las culturas más avanzadas espiritualmente y provocar guerra y destrucción contra ellas. Aunque este hecho tuvo lugar poco a poco, el planeta sufrió muchas alteraciones en las fuerzas que lo gobernaban. Se sucedieron ciclos de luz y oscuridad en Egipto, Grecia, Europa y América Central. Los Hermanos Oscuros mataron, destruyeron, violaron y establecieron su mando; después, las fuerzas de Luz se rebelaban y los derrocaban. Este ciclo se sucedió repetidamente. La Tierra en conjunto siempre se ha mantenido alineada con la Luz, el Ser Supremo -también llamado espíritu del Ser Uno- y el Consejo Superior de los Doce. Sin embargo, la población terrestre ha sufrido muchos cambios con respecto al equilibrio de poder. Es curioso señalar que la mayoría de la población terrestre siempre ha creído en el amor y la bondad, pero han sido débiles e ineficaces contra la intimidación por parte de fuerzas gubernamentales y religiosas que operan buscando el control. La población terrestre en su mayor parte se ha sentido incapaz, durante mucho tiempo, de influir sobre las clases dominantes; ésta es la paradoja terrestre más grande. Una razón para el miedo y la impotencia es el control astral que Lucifer, los liranos y los Nibiruanos o Anunnaki ejercen sobre la cuarta y quinta dimensiones. [Nota de la autora: esto se explica en profundidad en el libro de Bárbara Hand Clow, El Plan Pleyadiano]. Lo que es importante que sepáis en este momento es que tenéis el poder y la capacidad de liberaros del control psíquico de estos seres astrales. La información y los procedimientos descritos en este manual os guiarán y os ayudarán a este fin. Cuando ciertos grupos se establecieron en la Tierra hace unos ciento cincuenta mil años, se celebró una gran reunión de la conciencia colectiva incluyendo a los pleyadianos, los andromedanos, los guías etéricos y los reinos dévicos. Se decidió la creación de una estructura jerárquica que permitiera albergar tanta confianza y seguridad como fuera posible. La razón de esto se ha de buscar en experiencias pasadas entre los recién llegados a la Tierra, incluyendo la traición de miembros de ámbitos superiores y una duda sobre el propio potencial profundamente asentada. La duda fue lo que impulsó principalmente al grupo a exigir un liderazgo. Los nuevos moradores de la Tierra no confiaban en sus propias decisiones ni en su soberanía. Las jerarquías respondieron a la petición acordando que, cuando llegara el momento de designar a un Ser Supremo para vuestro planeta, existiría a su vez una estructura descendente de autoridad espiritual con el poder de anular cualquier decisión tomada por el Ser Supremo. La estructura más inmediata bajo el Ser Supremo sería el Consejo Superior de los Doce. Éste se compondría de cuatro delegados de las Pléyades, cuatro de Sirio y cuatro de la vecina galaxia de Andrómeda. Todos los miembros serían Seres de Luz altamente evolucionados. Si el Consejo Superior de los Doce no estaba de acuerdo por unanimidad con una orden del Ser Supremo, la decisión en cuestión quedaría anulada. De este modo, la población de la Tierra sabría, al menos inconscientemente, que era imposible la corrupción en el seno de la jerarquía espiritual. La estructura del Consejo Superior contaría incluso con un doble sistema de seguridad: al menos dos miembros de origen distinto serían responsables de cada área de autoridad en el ámbito inmediatamente inferior. Por ejemplo, en el área de dar instrucciones y supervisar el trabajo de los Ángeles Sanadores, un pleyadiano y un andromedano tendrían las mismas responsabilidades y ninguno de ellos podría hacer nada sin el consentimiento del otro. Este tipo de estructura aún existe en todos los oficios y grupos de las dimensiones superiores. La creencia planetaria en la necesidad de que las autoridades gobiernen y tomen las decisiones importantes por vosotros debe ser despejada. Estáis listos para convertiros en seres soberanos con responsabilidad plena. La existencia de tanta corrupción en los gobiernos es producto de la falta de confianza en uno mismo y en los demás que aún existe en la Tierra. A medida que se desarrolle la Era de Luz, también llamada la Era de la Iluminación, más importancia tendrá cada vez la necesidad de poner fin a los sistemas patriarcales de gobierno y a devolver el poder real al pueblo. Aquellos que no sean capaces de aceptar esta responsabilidad sin dañar a los demás no serán una amenaza en el seno de un proceso de toma colectiva de decisiones. Aquellos que presidan las sesiones no serán elegidos. Los papeles de moderador, comunicador y cualquier otro que haga falta, rotarán entre los miembros dispuestos a cumplir esas funciones. De este modo, ni una persona ni un pequeño grupo podrá ganar autoridad sobre los demás. [Nota de la autora: En La Quinta Cosa Sagrada, de Starhawk se ofrece un modelo utópico maravilloso que es de verdad «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo»]. Lo que hace falta en este momento es que la población terrestre encuentre la valentía espiritual para exigir lo que quiere. Naturalmente, muchos ciudadanos terrestres de buena voluntad han caído en la maraña que supone la lucha por la supervivencia y han olvidado los ideales espirituales. Sin embargo, la mayoría de los humanos comprenden la moral básica y desean amor. Esto da en este momento a la Tierra una oportunidad tremenda para un gran salto espiritual. La conciencia colectiva superior de todos los seres humanos de la Tierra ha pedido la oportunidad de producir algo que nunca se ha dado antes: la ascensión planetaria. Si esto se da, la Tierra y toda su gente avanzarán juntos hacia la conciencia de la cuarta y la quinta dimensiones, separando su conciencia completamente de los planos astrales de control satánico. El control actual y continuado de las fuerzas destructivas se basa y se sustenta en dos cosas: 1) la supremacía ilusoria del odio y el miedo sobre el amor, y 2) la creencia de que la Oscuridad es más poderosa que la Luz. Si para el 2013 la población que quede en la Tierra es capaz de eliminar estas dos creencias y reconocer y aceptar los cuatro principios espirituales mencionados antes, este planeta será el primero que logre este salto espiritual. A fin de que haya esperanzas para que ocurra este gran hecho, entre hoy y el 2013 un mínimo de -pero no limitado a ciento cuarenta y cuatro mil humanos deben recibir iluminación y encarnarse en la conciencia de Cristo. Cuando se alcance este punto crítico de seres cuyo espíritu ha despertado, se producirá la «Segunda Llegada de Cristo en masa». En ese punto se producirá el «efecto del centésimo mono»: una onda vibratoria de energía iluminadora avanzará por el planeta entero y su población, erradicando las formas de pensamiento y ámbitos astrales inferiores, disolviendo los velos que separan a los humanos de experimentar interiormente la esencia y la verdad divinas. La población entera de la Tierra sentirá esta ola de iluminación que empapará toda la existencia del planeta. En ese momento se activará la iluminación planetaria y el propósito, inherente al alma, de la evolución espiritual. Si los liranos, los annunaki, Lucifer, los Hermanos Oscuros y los humanos que se han alineado con la Oscuridad eligen rendirse espiritualmente en ese momento, se unirán a la ascensión planetaria y quedarán libres del pasado. Quienes no escojan la luz experimentarán la destrucción del planeta y se encontrarán a sí mismos en una especie de centro galáctico de recuperación. Se les dará la oportunidad de evolución y alineamiento divino, pero sin obligarlos. Si piden ser libres para explorar la Oscuridad después de cierto tiempo, serán enviados a otra galaxia en la cual aún sea posible esa opción. Incluso si algo extremo como una explosión planetaria ocurriera en ese momento, los ciento cuarenta y cuatro mil o más Seres de Cristo se limitarían a entrar en sus cuerpos de ascensión, llevándose con ellos a los demás recién despertados de la Tierra. Cuando se alcance el punto crítico de ciento cuarenta y cuatro mil el efecto de estos Seres de Cristo en la población será tan intenso que cada uno de ellos tendrá la capacidad de elevar a otros ciento cuarenta y cuatro mil humanos a los planos superiores de la conciencia. En otras palabras, los ciento cuarenta y cuatro mil Seres de Cristo crearán un salto cuantitativo para veinte mil setecientos treinta y seis millones de humanos. El velo oscuro, o la «red», como se la ha llamado, que rodea la alta atmósfera terrestre, se disolverá. Esto permitirá a los códigos galácticos impulsar plenamente a la Tierra a través del Sol. No quedará ningún plano astral inferior y todos tendrán una experiencia de «luz blanca» o shaktiput, después de la cual se encontrarán en una Tierra nueva que sea más bella y más limpia que aquella que dejaron. Estarán en la Tierra, pero en la cuarta dimensión. Quienes ya ascendieron en vidas anteriores avanzarán directamente a la quinta dimensión o incluso a otra superior. Las escuelas de formación ya estarán preparadas para acoger a estos nuevos seres espirituales que se vuelvan tetradimensionales. Estos seres conocerán sus propias creaciones del pasado, el origen de su alma y sus objetivos, así como las enseñanzas espirituales apropiadas para ese nivel de evolución. Un período de gracia de mil años envolverá a la Tierra, durante el cual prevalecerá la paz y una preocupación por la evolución espiritual. En otras palabras, las escuelas mistéricas serán el centro de toda actividad durante esos mil años. Al final de ese tiempo, la Tierra asumirá oficialmente el papel galáctico de hogar de las Ciudades de Luz y escuela mistérica de otros planetas tridimensionales. Os convertiréis en guardianes y maestros de formas de vida tridimensionales, así como nosotros, los pleyadianos, lo hemos sido para vosotros. Si tenéis éxito, en lo cual creemos, emanará de la galaxia entera una ola gigante de amor y alegría a partir de la unión de la conciencia colectiva superior con la conciencia de la tercera dimensión y de la cuarta. Esta ola de iluminación transmutará instantáneamente en luz pura el karma y las energías astrales inferiores que queden en vuestro anillo solar, a la vez que la ola de iluminación planetaria actuará sobre la Tierra y su población. El poder de esta ola se dejará sentir e influirá sobre la galaxia entera y toda la existencia. ¿Por qué? La posición de esta galaxia en relación con el Gran Sol Central de Todo lo Que Es acaba de sufrir un cambio de ciclo, como ya se ha dicho. El nombre evolutivo de este nuevo ciclo galáctico es «La Espiral Evolutiva del Dominio». Cada anillo solar de esta galaxia debe subir al paradigma evolutivo inmediatamente superior. Para la Tierra y vuestro anillo solar, ese paso es convertirse en hogar de las Ciudades de Luz compuestas de Seres de Luz que hayan experimentado específicamente encarnaciones físicas y alcanzado la iluminación. Al final de los mil años de paz, os convertiréis exclusivamente en una raza de Seres de Cristo. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz, especialmente el aspecto relativo al Ka, son uno de los caminos hacia la sanación y el despertar que nosotros, los pleyadianos, os ofrecemos en este momento. Es esencial que despejéis los Canales Ka y la Plantilla Ka de residuos kármicos y energías bloqueadas a fin de permitir que vuestro Yo Crístico se ancle en el ámbito físico a través del cuerpo físico. Estáis entre los ciento cuarenta y cuatro mil o más que traerán la Era de la Iluminación, la Era de la Luz, la Edad de Oro o la Nueva Era sobre la Tierra. Los contenidos presentados en este manual os ayudarán en esa transición para que estéis disponibles y seáis permeables a las frecuencias superiores del Ka y, por lo tanto, al Cuerpo de Cristo o Presencia del Maestro. Tenemos fe en vosotros y en la conciencia superior de vuestro planeta. Aunque el futuro se presenta bueno, no dejéis que la pereza, la resistencia o la arrogancia detengan vuestro proceso de ascensión. Mientras cumpláis con vuestro papel y estéis dispuestos a convertiros en lo mejor que seáis capaces de ser, estaremos allí ayudándoos en cualquier modo que creamos apropiado. Sin embargo, nunca usurparemos vuestro propio aprendizaje y crecimiento. Estáis aquí para convertiros en Maestros, no en inválidos que precisen ser rescatados. Que nadie os diga que os harán el trabajo o que os salvarán. Es hora de que os salvéis a vosotros mismos a través de una sanación persistente y dedicada, el crecimiento y un despertar espiritual continuo. Con decisión y determinación, todo lo divino es posible. So-la-re-en-lo (Con gran amor y devoción), Ra, portavoz de las Tribus Arcangélicas Pleyadianas de la Luz, los miembros de los Emisarios Pleyadianos de Luz, que son guardianes de este anillo solar y miembros de la Federación Galáctica de Luz del Gran Sol Central.

Sección 2

EJERCICIOS PLEYADIANOS DE LUZ

Transformación Espiritual mediante el Despertar del Ka Divino Introducción a la SECCIÓN II Estoy muy agradecida por la oportunidad de dar a conocer a los Emisarios Pleyadianos de Luz como sanadores y guías espirituales tanto para las personas como para el planeta. El objetivo de esta sección del libro es la de enseñarte a invocar a los Emisarios Pleyadianos de Luz para que su energía opere en ti. Con la colaboración del Cristo y otros Maestros Ascendidos, así como en compañía de guías y ángeles, te ayudarán a evolucionar y sanar el espíritu de maneras muy específicas, como se explicará a lo largo de esta sección del manual. La pericia de los Pleyadianos en diferentes campos te conducirá a la iluminación plena y a la ascensión. Estos últimos años de colaboración consciente con los pleyadianos han supuesto, como poco, un verdadero regalo. Su entrega hacia mí como ser humano ha estado y está siempre presente. Su integridad ha sido siempre impecable. Y la variedad de su energía ha ido desde lo muy sutil hasta lo milagroso, y los resultados son obvios. Me gustaría proporcionaros algunos puntos generales a partir de mis propias experiencias con esta actividad sanadora y espiritual. Aunque lo mencionaré de nuevo me gustaría recomendaros algo sobre la actividad con cualquier ente no físico. Siempre es beneficioso invocar sólo aquellos que son «de la Luz y sirven al Plan Divino». Esto implica que estos seres deben encontrarse a un cierto nivel de conciencia y evolución para procurar verdadera ayuda. Si un ser etérico llega sin tu invitación consciente entonces pronuncia tres veces la pregunta: «¿Eres de la Luz y sirves al Plan divino?». Es Ley Universal que cuando se realiza tres veces esta pregunta, debe responderse sinceramente. Hasta los seres oscuros deben responder sinceramente. También es Ley Universal que si un ser responde no a la pregunta y tú le pides que se vaya, debe hacerlo, respetando así tu propio libre albedrío. Este procedimiento siempre me ha dado resultado. Si te encuentras en esta situación y un ser es reticente a dar la respuesta, sólo pídele que se vaya inmediatamente. Numerosos autores y canalizadores atraen almas humanas sin cuerpo, entes astrales, extraterrestres con sed de poder, incluso a seres oscuros, en nombre de la búsqueda espiritual. Los hay que creen que cualquier ser humano o entidad no encarnados son automáticamente superiores a aquellos de nosotros que vivimos en un cuerpo. Estas personas conceden a las entidades que canalizan una confianza y un respeto inmerecido. Sólo por el hecho de que un ser no se encuentre en un cuerpo no quiere decir que esté a un nivel de evolución desde el que pueda ayudarte -ni siquiera quiere decir que no sea dañino-. Eres responsable de utilizar tu sabiduría con discernimiento y discriminación. Así que, por favor, utiliza el criterio esbozado en esta sección del libro para invocar a seres superiores y para canalizar mensajes -a no ser que prefieras otros métodos que hayas aprendido. Los capítulos 5 y 6 «Ejercicios Pleyadianos Previos 1 y 11» están especialmente diseñados para los principiantes en el campo de la sanación y la actividad espiritual, o que tengan dificultades con los límites y la conexión a la tierra. Lo que quiere decir que si tienes un aura saturada o los chakras atascados, o tiendes a ser una esponja psíquica de las emociones y el dolor de otras personas, los Ejercicios Pleyadianos de Luz pueden ser demasiado para empezar. A medida que las energías de frecuencias superiores de los ejercicios Ka y otros aspectos de los Ejercicios Pleyadianos de Luz van llegando a cuerpo y aura, se acelera la liberación de emociones, la energía bloqueada y el karma. Me siento con la responsabilidad de preveniros de que, si no habéis hecho mucha meditación, si no habéis realizado actividades de autosanación con la luz o no os habéis despejado etérica, mental y emocionalmente, necesitaréis trabajar estos dos capítulos durante por lo menos un mes antes de seguir con el resto del libro. Si la efectividad de las técnicas presentadas en estos capítulos sigue siendo vaga o inconstante al cabo de un mes, deberás seguir trabajando diariamente con ellas hasta que vayan integrándose en tu naturaleza. Así te será más fácil realizar cierto despejamiento previo a futuros ejercicios más avanzados. Estas directrices también pueden servir a quienes ya lleven muchos años introducidos en la espiritualidad y los ejercicios de luz. He encontrado mucha gente de la Nueva Era, sanadores y monitores, que todavía recogen las emociones y el dolor de otras personas o vuelcan las suyas indiscriminadamente sobre los campos de energía de los demás. Puede que algunos hayan despertado espiritualmente pero se saltaron algo tan elemental como la conexión con la tierra, el despejamiento del aura, los límites, etcétera. Hay quienes bromean llamando a este tipo de personas espirituales pero sin base, «hadas atontadas» o «colgados del espacio». Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los así llamados no están informados sobre la necesi dad o los métodos de conexión a la tierra y fijación de límites. Por ello resulta esencial la información y los procesos de los dos capítulos sobre «Ejercicios Pleyadianos Previos». Seguramente también necesitarás utilizar estas técnicas de autosanación y despejamiento durante los Ejercicios Pleyadianos de Luz. Es decir, aunque lleves tiempo familiarizado en el terreno espiritual y metafísico, lee, aunque sea rápidamente, las técnicas de los dos primeros capítulos de esta sección para confirmar que estás preparado para los Ejercicios Pleyadianos de Luz del resto del libro. Si ves que sueles no estar centrado, que todavía recoges la energía y los problemas de otros o sientes alguna vez presencias oscuras cerca, sigue por favor a conciencia los dos primeros capítulos antes de continuar. El método guiado que se expone en esta sección del libro está a la venta separadamente en cinta para aquellos que lo deseen. Desde luego, no todo el mundo necesita la guía adicional de las grabaciones para la meditación y la sanación. Si lo necesitas, encontrarás las instrucciones para pedirlas al final del libro. Las instrucciones para coordinar las cintas con el texto se encuentran en un cuadernillo que acompaña a las cintas; éste es el símbolo O que sigue a varios ejercicios del texto el cual te indica que pongas en marcha el magnetófono. También puedes hacerlo tú mismo grabando los procedimientos; en ese caso asegúrate de dejar silencio para completar cada paso antes de continuar con el siguiente. Gran parte de la información y las técnicas de este manual parecen alejarse del concepto de despertar el Ka Divino. Aunque sólo sean dos capítulos los que tratan de Ka en profundidad, toda la sección sobre los Ejercicios Pleyadianos de Luz está diseñada para aumentar, expandir y facilitar el avance de los ejercicios Ka. Cuando el Ka se despierta y se activa, se produce un intenso despejamiento directamente proporcional al influjo de la pura energía Ka de alta frecuencia. Si la persona no vive en alineamiento, consciencia e integridad de espíritu, el Ka, lejos de abrirse completamente, se irá cerrando de forma gradual hasta hacerlo por completo. Como dijo Ra: «se os anima a seguir a conciencia el manual, ya que hasta los procesos que no están directamente relacionados con el Ka os ayudarán a integrar los ejercicios Ka, emocional, mental, física y espiritualmente». Los métodos de sanación, información de límites y meditaciones que se presentan a lo largo del manual tienen como objetivo ayudarte a tu propia sanación y crecimiento espiritual, así como a la del amado planeta Tierra. Crean la mejor atmósfera interna posible para que Ka pueda despertar plenamente y continuar expandiéndose. La Tierra no sanará hasta que nosotros como especie no evolucionemos espiritualmente. La evolución debe incluir todo, desde una ética básica hasta una moralidad superior y el despertar del Ka; desde no contaminar físicamente hasta despejar sentimientos y pensamientos negativos que contaminan psíquica y espiritualmente. La Tierra no soportará por mucho más tiempo que sigamos siendo una raza espiritualmente irresponsable. Sólo desarrollando una conciencia, despertando a lo sagrado de toda vida y eligiendo hacer honor a esta conciencia seremos habitantes del planeta de forma no perjudicial y restauradora. Es obvio que debemos tomar esta decisión para sobrevivir así como abrazar los cuatro principios evolutivos: 1. Nuestro objetivo aquí es evolucionar física, emocional, mental y espiritualmente. 2. Todo ser humano es Esencia Divina compuesta de luz y amor cuya naturaleza es la bondad. 3. El libre albedrío es un derecho universal absoluto; la impecabilidad exige al yo que entregue su libre albedrío a la voluntad divina con fe y confianza. 4. Toda existencia natural es sagrada, sin depender de si satisface o si cumple las necesidades del yo individual. Ya existe un conocimiento suficiente de las amenazas al futuro de nuestro planeta como para que tomemos ahora la decisión de evolucionar. Cualquiera de las siguientes causas, por mencionar sólo unas pocas, podría muy pronto provocar el fin de la vida en la Tierra. Los agujeros de la capa de ozono, el efecto invernadero y el calentamiento del planeta, la destrucción de la selva tropical y de bosques milenarios, la muerte de los océanos, los residuos radiactivos subterráneos, explosiones nucleares…; la lista puede ser interminable. Ya no es seguro permanecer en la ignorancia, la indiferencia, la inconsciencia y la irresponsabilidad. Debemos empezar a examinar nuestras propias mentes, creencias y sentimientos y empezar a limpiarlos; son la auténtica causa de todo el daño que se ha causado al planeta. Nuestros pensamientos, creencias, sentimientos y actitudes hacia nosotros mismos y hacia los demás están detrás de cada acto inconsciente y destructivo o detrás de las circunstancias a través de las que nosotros y nuestro planeta podemos sanar-. La elección es nuestra. Estas energías contribuyen de forma constante a la creación compartida del mundo en cada nivel. Los pensamientos son una energía que se puede medir, y el movimiento de energía tiene un efecto en todo lo que la rodea. A partir de un pensamiento comenzó la Creación, y nuestros pensamientos están continuamente recreando -o destruyendo-. La expresión «piensa en grande, actúa en pequeño», quiere decir que debemos empezar por examinarnos y cambiarnos a nosotros mismos; entonces, lo que hagamos y las actitudes que tengamos se extenderán a las personas queridas, la comunidad, e incluso llegarán más lejos. Una vez que veamos claramente la esencia de ser «buenas» personas, la evolución continúa en un nivel superior. Siempre existe otro escalón por subir para alcanzar lo mejor de uno mismo, y esto es de lo que en última instancia somos responsables. Afortunadamente, el anhelo -y la visión deseada- de llegar a ser lo mejor posible llena cada día de nuestra vida. Este anhelo nos dará motivos para nunca estar tan satisfechos como para estancarnos. Claro que es también vital para nuestro crecimiento la aceptación de nosotros mismos dondequiera que estemos en cada momento del día. Sin ella nos debilitamos por falta de autoestima y nos imponemos castigos. Sin embargo, el anhelo espiritual por Dios, la iluminación, el amor divino y el final de la separación es la fuente de nuestros logros. Es lo único que inspira al alma. Desde que el Cristo sentó el ejemplo de lo que llegaremos a ser, hemos tenido casi veinte siglos para desarrollar los juegos de control, las pautas kármicas y las formas de pensamiento planetarias manifestadas. Hemos visto y experimentado todas las adicciones y obsesiones que nos han mantenido alejados de nuestro poder y bajos de autoestima. Son las siete pautas kármicas del círculo solar citadas en el capítulo cuarto que nos han mantenido atrapados desde que empezó la colonización de este sistema solar: arrogancia, adicción, prejuicio, odio, violencia, sentimientos de víctima y vergüenza. Lo único que nos queda ahora es buscar la verdad y el poder superiores que pongan fin a esta locura y nos ayuden a ser un mundo de seres del Cristo, soberanos y llenos de respeto por nosotros mismos. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz no son ni mucho menos la única manera de llegar a esto. Cualquier grupo espiritual o de actividad sanadora que así lo afirme o crea ser la única vía es, desde luego, algo a evitar. Sin embargo, los que se sientan atraídos por estos ejercicios son aquellos a los que van dirigidos y para los que éstos son importantes. En una ocasión pregunté a los pleyadianos: «¿Por qué, si estos ejercicios son clave para anclar la Presencia de Cristo en el cuerpo, es necesaria la imposición de manos para lograr los mejores resultados? ¿No crea eso exclusividad? Cristo no necesitó sesiones prácticas de sanación para anclar el alma en el cuerpo. ¿Por qué nosotros sí?» Ra contestó: «Cristo nació de padres de espíritu despierto. Él no llegó a sufrir los daños y las mutaciones de la gente de hoy. Si hubieses nacido de padres de espíritu despierto y nunca hubieses sufrido daños y ataques externos y si el código genético de tu ADN estuviese despejado como lo estaba el suyo, estos ejercicios no serian necesarios. Habrías nacido con los canales Ka, y el eje alineado con los aspectos multidimensionales del ser superior intactos. Lo que es más, el ADN y los canales Ka no estarían dañados por la vida. Se acelerarían el crecimiento y la realización espirituales, siendo mucho más directamente accesibles. Sin embargo, la Tierra ha estado tanto tiempo en el oscurantismo espiritual que las principales civilizaciones han perdido siglos concentrándose en la avaricia, la culpa, el control de poder y la destrucción de los pueblos indígenas. Debido a éstas y otras pautas kármicas, así como a esta sociedad moderna, con sus aditivos químicos, pesticidas, contaminación acústica, radares, electricidad, microondas, televisión y ordenadores, os habéis convertido en una raza mutante. Además, vuestra generación ha elegido adoptar adicciones y mutaciones genéticas, así como conductas como padres y como sociedad con el objetivo de transformarlas; sois la generación puente, el puente entre el antiguo y el nuevo mundo que va a nacer en el siglo XXI. »No todos tendrán necesidad de los Ejercicios Pleyadianos de Luz. Se hará disponible a todo aquel que lo requiera y esté preparado, tanto durante el estado de vigilia o el de sueño. Este manual ayudará a difundir los Ejercicios Pleyadianos de Luz a mucha gente que de otro modo nunca los habría conocido. De la misma manera que hemos trabajado contigo (Amorah), trabajaremos con otros; hasta que tuviste alumnos preparados para completar en ti los Ejercicios Pleyadianos de Luz mediante la imposición de manos, aprovechaste muy bien la actividad etérica que te hemos proporcionado. Una vez los alumnos preparados activaron tus canales Ka a través de la sanación mediante la imposición de manos, la actividad en ti de la relación cuerpo/espíritu se intensificó rápidamente. En general, los resultados varían de un 40 a un 80% de efectividad cuando sólo lo realizan Cristo y los Pleyadianos etéricamente. Aquellos que hayan sufrido menos daño en esta vida obtendrán un mayor porcentaje de efectividad. Para ellos bastará con la actividad etérica. Aquellos que reciban la imposición de manos de los Ejercicios Pleyadianos de Luz reconocerán la necesidad de los mismos así como aquellos llamados a ser especialistas; y los resultados se elevarán al 100%, como fue tu caso. »Al menos el 50% de los especialistas habrán realizado este tipo de sanación y actividad espiritual en vidas anteriores. También habrán recibido la iluminación en otras épocas terrestres. Su experiencia será la de un nuevo despertar, con mucha práctica y sabiduría sobre la vida ganadas en el proceso. Tu generación tomó las mutaciones genéticas y las conductas porque sabía que era capaz de transmutarlas. Muchos de vosotros sois almas muy antiguas y habéis estado sirviendo a la Tierra y aprendiendo a ser humanos durante mucho tiempo. »La mayoría de vosotros no volverá aquí después de esta vida. Ahora existe un nuevo grupo de almas maestras naciendo en el planeta. Empezaron a llegar a mediados de los 70 y seguirán llegando cada vez en mayor número durante las próximas dos décadas. Estos nuevos empezarán desde donde lo dejéis, por así decirlo. Mediante tu propia actividad de despejamiento y práctica espiritual, estás preparando el camino para que nazcan con mucho menos que transmutar. Existe una ventaja añadida: a medida que sus padres continúen creciendo y sanando, estos nuevos Seres de Luz se beneficiarán a su vez de ello. Algunos de ellos han sido humanos hasta el punto de anclar su conciencia de las pautas kármicas y genéticas y puede que conserven cierto karma en ellos, pero será relativamente mínimo. »Debéis criar a estos niños para que sean conscientes desde el momento que nazcan de que son bienvenidos aquí en la Tierra, seres amados y espíritus santos hechos de luz. Necesitan oírlo una y otra vez a medida que crezcan. Debéis mirarlos intentando ver la belleza de su esencia y amarlos. Debéis comunicaros con ellos desde el principio como con otros seres inteligentes y conscientes -porque eso es lo que son-. Es un regalo poco frecuente tener la oportunidad de dar a luz a uno de estos sabios Seres de Luz y hacer que formen parte de nuestra vida. Honrad siempre ese regalo. »Muchas parejas que deseen tener hijos querrán recibir los Ejercicios Pleyadianos de Luz y despejarse genéticamente antes de concebir. Ello hará que los niños nazcan sin bloqueos en los canales Ka. Aunque sólo reciban la actividad etérica de los pleyadianos, eso les ayudará tremendamente. »Como ves, querida, de nuevo se te hacen recordar estos ejercicios porque ahora es el momento. Cuando exista necesidad de más, se te comunicará. ¿Acaso no ha sido siempre así? Confía en que mantedremos la promesa que te hicimos antes de venir aquí: Estar contigo hasta el final. Que nunca te perderás ni serás olvidada. Que cuando llegue el momento te reunirás de nuevo, te reencontrarás con nosotros. La promesa se mantiene. Te queremos, formas parte de nosotros. Te estamos agradecidos por el valor y la dedicación necesaria para llegar hasta aquí; y recuerda que ya casi está hecho. Pronto volverás a casa de nuevo.» Al terminar el discurso, Ra procedió a darme detalles sobre el intensivo de Ejercicios Pleyadianos de Luz y la actividad sanadora en general. Por supuesto, todo tomó sentido; mi propio cuerpo necesitaba la Remodelación Cerebral Delfínica y el Enlace Estelar Delfínico, así como unos años de práctica antes de reaprender y recibir personalmente los ejercicios Ka. Mi sistema nervioso es extremadamente sensible y estaba severamente dañado. Necesitaba tiempo para curarme y liberar las pautas de bloqueo de mi sistema óseo a fin de estar preparada para la futura actividad de frecuencia superior. A través de los años había acumulado un gran número de técnicas de conexión con el Yo Superior que me habían allanado el camino. La mayor parte de la información contenida en esta sección del manual ha sido canalizada por mí. Los capítulos 5, 6 y 11 consisten principalmente en técnicas que he ido recogiendo de otros maestros. Estoy muy agradecida de que la persona o Ser de Luz Etérico adecuado siempre haya aparecido en el momento preciso. Mis experiencias con los Pleyadianos no han sido ninguna excepción a esta regla general. A medida que leas esta sección del manual se te revelará el objetivo superior de cada técnica. Por ahora, lo importante es darse cuenta de que los únicos objetivos a largo plazo de esta obra son el despertar y la iluminación de los seres humanos y el planeta en general. A medida que se intensifique tu despertar espiritual y te acerques cada vez más a la iluminación plena, tus experiencias de fenómenos psíquicos (percepción sensorial plena) pueden aumentar de frecuencia. Es muy importante que cuando ocurra no sucumbas a la fascinación del poder del fenómeno. Esto sería un desvío, fruto de la inmadurez, del auténtico propósito que es reencontrar tu Dios/Diosa y volver a ser Uno con Todo lo que Es. He creado el término percepción sensorial plena para reemplazar los términos adivino y percepción extrasensorial. Este nuevo término describe con más exactitud lo que es realmente una experiencia como ésta. Creo que todos tenemos la capacidad inherente de expandir los sentidos a niveles más allá de los estímulos físicos. Esta percepción sensorial plena aparecería automáticamente si viviésemos en un entorno natural. Personas provenientes de culturas indígenas de todo el mundo han sido capaces de sentir o saber qué hierbas o sustancias naturales son necesarias para equilibrar enfermedades en seres queridos o animales. Así es como su cultura ha sentido o visto a los ayudantes espirituales, devas y hadas, así como también ha sabido construir con precisión sus pirámides siguiendo especificaciones superiores. En una ocasión, iba por un carril de aceleración de un acceso a la autopista de San Diego, cuando se me apareció al lado un espíritu indio americano de unos sesenta metros de altura. Flotaba a mi alrededor mientras comentaba: «No me extraña que tu pueblo haya olvidado escuchar y sentir la Tierra. Vais demasiado deprisa. Debéis reducir la marcha y quedaros quietos si queréis percibir estas cosas». Sabía que tenía razón. Los obstáculos que encuentra hoy la percepción sensorial plena son la electricidad, los productos químicos, la contaminación acústica, el estrés relacionado con el trabajo y el ritmo de vida y, sencillamente, el ir demasiado deprisa. Necesitamos salir a la naturaleza y sentarnos en calma debajo de un árbol o cerca de una corriente donde sólo haya sonidos naturales. Necesitamos estar ahí hasta que nuestros pensamientos, emociones y sistema nervioso vayan más despacio y sintamos de nuevo la paz interior hasta el fondo del cuerpo y el alma. Entonces podremos oír los árboles y las corrientes y los espíritus de la naturaleza cuando nos hablen. Entonces volveremos a recordar lo que es ser Uno. Hasta que volvamos a encontrar esta manera natural y abierta de ser, resulta fácil que muchos egos se dejen llevar por el sentimiento de ser especiales o espiritualmente superiores cuando la percepción sensorial plena vuelva a ellos. A medida que se abra el tercer ojo o recibamos enseñanzas a través de fuentes canalizadas o del Yo Superior, es fácil adoptar una actitud elitista o intentar tener seguidores. Éstas son las trampas que hay que evitar. No nos llevan a ningún sitio que valga la pena. Debemos sintonizar estas experiencias celebrando que somos normales, no extrasensoriales o adivinos. Recobramos la manera natural y sana de comunicar con nuestro entorno y con los demás. Estaba en una ocasión en casa de una señora mayor que padecía artritis. Su hija, que me conocía, concertó una cita privada de lectura y sanación con su madre. Al cabo de unos veinte minutos de sesión la mujer exclamó súbitamente: «¡Ay cariño, me acabo de dar cuenta de que el dolor de la espalda ha desaparecido! Es la primera vez en veinticinco años que no he sentido dolor de espalda. ¿Cómo podías saber esas cosas sobre mi niñez?» Tan sólo contesté: «Ha sido fácil, estaba ahí mismo en su aura y en su espalda. ¿Cómo no verlo?» Mi actitud fue la de que era más natural verlo que no verlo. A mi contestación siguió una vocecita del interior del pecho que decía: «Ahora estás preparada para dedicarte exclusivamente a la sanación, primero tenía que convertirse en un fenómeno natural». Entonces empecé a planear mi propia compañía de joyas, gemas y cristales. En todo lo que ocurría existía un sentimiento de calma y de que todo estaba bien hecho. Tened cuidado con los maestros y sanadores que pretenden tener «dones» que vosotros no tengáis ni podáis alcanzar -gente que tenga todas las respuestas e intente hacer que dependas de ellas-. Hay etapas en las que precises confiar en personas que hayan alcanzado un conocimiento o unas capacidades antes que tú. Puede que necesites una clase, una preparación u ocasionalmente un seminario o una sesión de sanación. Asegúrate de que la experiencia esté organizada de modo que tenga un final y después te permita cuidar mejor de ti mismo. Siempre deberían proporcionarnos unos instrumentos y una conciencia para utilizar uno mismo cuando el intercambio haya finalizado. No intento de ningún modo negar el beneficio de ir a ver a un verdadero sanador cuando llegue el momento. Todos necesitamos un primer empujón o un afinamiento. Siempre han existido seres con dotes de sanación espiritual aquí en la Tierra: los chamanes, curanderos/as, videntes, sanadores por imposición de manos. Conocer auténticos sanadores es un verdadero don, pero es importante no crear dependencia con ellos. Están aquí, en el nombre de la gracia, no para suplantar tu propia actividad interna. Lo que desde luego no intentan es ser un sucedáneo de tu despertar, tus dones y tus capacidades. Sin embargo, los auténticos sanadores pueden servirte cuando te encuentras «atascado» y necesitas ayuda. Tienes una responsabilidad como receptor de una capacidad sanadora, así como de ayuda y de aprendizaje espirituales. He sufrido la desafortunada experiencia de tener que renunciar a ciertos clientes por no poner ellos algo de su lado. Cada vez que sufrían una emoción dolorosa o una confusión, me pedían por teléfono una cura de urgencia. Tuve que decir: «Siento haberme convertido en tu muleta y lo que en realidad deseo es que puedas andar solo. Estoy aquí para capacitarte, no para incapacitarte; por eso, en nombre de mi integridad, nuestra relación debe terminar». Esto es diferente de cuando un cliente ha sufrido un grave abuso físico o sexual y viene a sanarse. En estas situaciones el sanador tiene la responsabilidad de estar presente en el proceso de sanación hasta que se haya superado el trauma. El paciente debe ser capaz de confiar en que una vez se abran las puertas del viejo trauma no serán abandonados por su especialista hasta que el proceso termine de modo natural. Aun en estos casos, el especialista necesita aclarar desde el principio que habrá momentos en que el cliente deberá trabajar por su cuenta o realizar cambios en su vida a fin de aumentar el efecto de la sanación o para reponerse. Si el cliente no puede comprometerse a esto con antelación, las sesiones de sanación no deberán comenzar. Ya seas paciente o especialista, establecer de antemano los límites y expectativas es una buena condición previa a la sanación. Si eres cliente, pregunta a los sanadores y terapeutas cuál es el objetivo de su trabajo. Resulta también apropiado preguntarles si tienen una vida espiritual y qué relación tiene con su trabajo. Yo, personalmente, nunca acudiría a sanadores que no favorecieran su propia iluminación o no utilizasen su actividad sanadora para ayudar a otros en el camino. Esto no se debe a un elitismo o prejuicio por mi parte; es un simple discernimiento basado en mi propia elección de vivir en la Verdad Divina en todos las modos posibles. También los herboristas, naturópatas, acupuntores y quiroprácticos pueden utilizar conscientemente su especialidad sanadora de esta manera si así lo sienten. Utiliza tu discernimiento. Elige al mejor -el que mejor te sirva en tanto que ser completo en el camino espiritual- aunque la actividad se enfoque principalmente en el cuerpo físico. Todos los aspectos de ti mismo deben estar despejados, sanos y operativos para obtener los mejores resultados holísticos. Incluyo estas directrices previas porque el objetivo de este libro es ayudarte en el despertar espiritual y a que seas consciente de la existencia de ayuda disponible de Seres de Luz de gran integridad. La sección II del manual te proporciona técnicas que puedes usar tú mismo por si te resultan útiles. Guarda y utiliza lo que te funcione y olvida el resto. Hasta en el caso de los Ejercicios Pleyadianos de Luz, Cristo y los Pleyadianos dejarán de colaborar con nosotros si dependemos demasiado de que ellos nos arreglen las cosas. Siempre debemos poner de nuestra parte: cambiar de conducta; exponer todo aquello que negamos y juzgamos; expresar y liberar las emociones; ser sinceros con nosotros mismos y con los demás; vivir virtuosamente y hacernos impecables; observar y transformar nuestros pensamientos. En otras palabras, somos responsables en último término de nuestra propia integridad, evolución, iluminación espiritual y ascensión. Para convertirnos en nuestro Yo de Cristo debemos ser primero nuestros propios amos. Cristo, María -su Madre-, Buda, Quan Yin, Pacal Votán y muchos otros Maestros Ascendidos han alcanzado el autodominio estando en forma humana y así nos han mostrado el camino. Cristo y los Pleyadianos están aquí para guiarnos y ayudarnos en el autodominio sin usurpar nuestra propia autoridad y responsabilidad. Les importamos demasiado para obrar de otro modo.

Capítulo 5

EJERCICIOS PLEYADIANOS PREVIOS 1º PARTE: LÍMITES SALUDABLES

Este capítulo, como su nombre indica, te preparará para los Ejercicios Pleyadianos de Luz de los que trata el resto del libro. Al actuar los Ejercicios Pleyadianos de Luz en los cuerpos de energía sutil, despejando emociones y bloqueos antiguos de energía, así como energías de otras personas que hayas podido absorber, es esencial que primero conozcas ciertas herramientas psíquicas básicas de cuidado personal. No esperes por lo tanto pasar rápidamente esta sección del manual. Te será de ayuda leer los procesos antes de realizarlos. A veces necesitarás trabajar un proceso unos días, antes de pasar al siguiente. En particular, después de despejamientos intensos necesitarás un tiempo de asimilación. La información de este capítulo puede resultar familiar a algunos. En este caso hojéalo hasta encontrar algo nuevo o diferente de lo aprendido hasta ahora. Compara los procesos con los anteriores para encontrar cuál es mejor para ti. Es importante que seas capaz de usar las técnicas, o equivalentes, rápida y eficazmente cuando llegues al próximo capítulo.

Conexión a la tierra Aunque conexión a la tierra es un término usado con frecuencia en grupos espirituales y de sanación, significa cosas distintas para mucha gente. Para algunos puede significar ser conscientes de sentir los pies en la tierra, o puedes relacionarlo con lo que sientes al estar en la naturaleza. En esencia, estar conectado a la tierra significa estar en el cuerpo, consciente de lo que te rodea y presente y disponible para lo que ocurra. La técnica utilizada en este capítulo para conectarse a la tierra consiste en la visualización que consigue acercar más al cuerpo la presencia espiritual y la conciencia. Muchas de las personas iniciadas en la espiritualidad que meditan a menudo, así como otros que todavía no han fortalecido su conciencia, no han aprendido a conectarse a la tierra, tendiendo así a vagar por el éter encima del cuerpo. Si eres uno de ellos, puedes acabar muy propenso a absorber energía extraña -energía de otras personas u otros entes-. En el mejor de los casos, aun no siendo una esponja psíquica, no puedes expulsar bien del cuerpo las emociones o el karma si no estás en tu cuerpo. El enfoque espiritual pleyadiano incluye la iluminación y/o ascensión del cuerpo entero y a nivel celular. El objetivo no es abandonar el cuerpo y trascender el plano físico; la meta es trascender la creencia en y el miedo a las limitaciones de lo físico. Se consigue descendiendo espiritualmente a la materia con el objetivo de despejarte de energías de baja frecuencia tales como emociones reprimidas, sistemas de creencias, juicios, control y otras energías contraídas que son fuente de limitación en la tercera dimensión. Cuando lo consigues, permites que el Yo Superior se mezcle contigo como fue el caso del Cristo, Quan Yin y Buda. Esto se traduce no en un escape sino en una iluminación o ascensión de todos los chakras a nivel celular. Esta meta espiritual requiere que te encuentres en tu cuerpo y por eso existe la necesidad de conectarse a la tierra. La técnica usada para conectarse a la tierra es la siguiente: 1. Siéntate en una silla cómoda con la espalda relativamente derecha, los pies en el suelo sin cruzar ni pies ni manos y los ojos cerrados. 2. Mediante la respiración atrae la mayor intensidad posible de tu presencia consciente hacia el centro de la cabeza. Deja marchar los pensamientos perdidos que inhiben este proceso hasta que te sientas centrado. 3. Ahora, realiza un par de respiraciones profundas. Fíjate hasta qué punto se expande el cuerpo al respirar, ¿qué zonas no se expanden? 4. Expande conscientemente más partes de tu cuerpo con la respiración hasta que inhales profundamente sin tensión ni incomodidad. Hazlo de dos a cuatro veces hasta que te sientas más vivo y presente en tu cuerpo. 5. Siente los pies en el suelo. Utiliza la respiración hasta que los pies parezcan vivos. 6. Sólo hombres: fija tu conciencia en el primer chakra, a la altura de la rabadilla. Visualiza un tubo o cordón espiral de luz de unos 10 a 15 cm de diámetro acoplado al primer chakra. (Ver ilustración la en la página 116) Sólo mujeres: fija tu conciencia en el segundo chakra, a medio camino entre el ombligo y la base de la espina dorsal. Visualiza un tubo o cordón espiral de luz de unos 10 a 15 cm de diámetro acoplado al segundo chakra. (Ver ilustración 1b en la página 117.) Hombres y mujeres: sigue con la vista este cordón de conexión e imagínalo prolongarse hacia el interior de la Tierra mientras la conciencia permanece en el centro de la cabeza. Mira cómo el cordón atraviesa las capas terrestres hasta que llega al centro del planeta donde se sitúa el núcleo magnético o centro de gravedad. Puede que veas o sientas que se ancla el cordón de conexión sin poder ver más allá. 7. Tómate de medio a un minuto para respirar suavemente, sintiendo los cambios en el cuerpo y la conciencia. En algunas ocasiones, clientes o alumnos han experimentado dolores o palpitaciones cuando se conectan por primera vez. Algunos hasta han experimentado emociones ocultas que salen a la superficie. Si te ocurre esto, ten en cuenta que ese dolor, ya sea físico o emocional, es en parte la razón por la que no

estabas conectado a la tierra, ya que el ser humano tiende por naturaleza a evitar sensaciones desagradables. Sin embargo, como ser consciente de un problema es el primer paso para sanarlo, explora tus sentimientos con libertad y curiosidad mediante la respiración en lugar de contraerte o huir de ellos. Libérate de los juicios y el miedo a sentir e intenta asumir una actitud gozosa ante tu propia toma de conciencia de la necesidad de atención de esa área del cuerpo o esas emociones. Dirige la respiración hacia la zona molesta. Lo normal es que sientas un alivio rápido. Si no es así, podría ser indicio de un problema crónico para el que necesitarás ayuda a no ser que sepas tratar ese tipo de situaciones. A lo largo del capítulo se proporcionarán más técnicas de despejamiento. Si no experimentas molestias, puede que tengas cierta sensación de estar más presente y ser más real. Puede que te sientas relajado y el cuerpo un poco pesado al rato de tener enfocado el cordón de conexión. 8. Cuando te acostumbres al cordón de conexión, visualiza un cambio de color en el cordón. Contempla el espectro completo de colores y varía los tonos y texturas de cada color. Que sea divertido. Mantén lo suficiente cada color notando el efecto sobre ti mismo en cada cambio. Explora todos los colores que se te ocurran además de los que se presentan aquí. Empieza con los azules; cambia el color del cordón a azul pálido, luego a azul intenso, a azul marino, a azul verdoso y, finalmente, a azul cobalto. Añade un poco de verde al azul y visualiza el cordón de un turquesa intenso, luego aguamarina pálido. Experimenta con los verdes: un verde pastel, un verde esmeralda, un verde selva, un verde oliva, un verde hierba, un verde amarillento pálido. Después, visualiza los amarillos: amarillo pastel, amarillo brillante, amarillo dorado y amarillo mostaza. Ahora contempla tonos de naranja: naranja amarillento pálido, melocotón, naranja brillante como la fruta, salmón, óxido y naranja rojizo.

Visualiza los rojos: rosa pálido, rojo clavel, fucsia, rojo vivo, rojo sangre, granate y rojo violeta. Ahora los violetas: azul lavanda, azul real, azul uva y azul violeta. Luego intenta los blancos: blanco puro, blanco con destellos de luz, nacarado o perla, y crema. A continuación, visualiza los tonos marrones: tostado, camello, chocolate, caramelo, marrón grisáceo como la corteza de un árbol. Deja los colores metálicos para el final: plateado metálico, dorado metálico, cobre, platino y finalmente mezcla de plata y oro. Encontrarás que algunos colores tranquilizan y calman y otros te hacen sentir más fuerte y más seguro de ti. Algunos colores te ayudarán a sentirte más en tu cuerpo mientras otros son desagradables y no favorecen la conexión. Encuentra los que te gusten y haz una lista comentando lo que te hacen sentir o, si tienes buena memoria, toma nota mentalmente. 9. Cuando termines de recorrer los colores, decide cuál quieres ahora. Elimina el primer cordón tirando de él hacia abajo y dejándolo caer hacia tierra. Ahora proporciónate un nuevo cordón del color elegido y envíalo al centro de la Tierra. 10. Abre los ojos. A partir de este instante, si te despiertas cansado y gruñón, puedes usar el color del cordón que te haga sentir más ligero y activo. Si te encuentras pasando una época de dudas y falta de confianza puedes utilizar el color del cordón que te proporcione más cualidades positivas. La conexión a la tierra no va a solucionar todos tus problemas ni va a hacer que desaparezcan los estados emocionales desagradables pero te puede ayudar a pasarlos más rápida y fácilmente. Saber qué color es mejor y para qué situación, te ayudará a mantenerte conectado y serás capaz de superar los momentos en que querrías abandonar. Durante una semana aproximadamente empieza cada mañana desprendiéndote del cordón anterior y tomando uno nuevo. El color puede ser igual o distinto al anterior, de acuerdo con tus necesidades. Repite el proceso tantas veces como te acuerdes. Aunque al principio sean cincuenta veces al día, aunque estés paseando por la calle, o en el trabajo, crea un nuevo cordón. Cuanta más energía de pensamiento pongas en crear algo, en algo más real y duradero se convertirá. Lo harás con tal facilidad que podrás realizarlo con los ojos abiertos trabajando, paseando o estando dentro del coche. Al cabo de aproximadamente una semana serás capaz de conectarte a la tierra por la mañana y lograr que te dure más. Con hacerlo una vez al día puede ser suficiente. Estarás tan familiarizado entonces con la diferencia entre estar conectado o no conectado, que sabrás cuándo necesitas reemplazar el cordón. Mi experiencia personal y en la enseñanza a muchos alumnos no me ha hecho creer que el concentrarse durante una semana en conectarse a la tierra sea opcional -aunque algunos tengan tendencia a saltárselo. Aquellos que realizan esta semana de forma consistente se sienten más conectados a la tierra, más presentes y disponibles para la vida y la sanación que aquellos que se han mostrado menos diligentes. Aquellos que se salten este paso pueden encontrarse con que el proceso de sanación dure más, que sus desarreglos emocionales se extiendan más en el tiempo y que su percepción sensorial plena les sea menos útil y accesible. Por ello insisto en que sigáis el proceso hasta que os resulte automático.

Después de realizar la meditación conectiva, como se detalla en los pasos del 1 al 9, no es necesario repetir toda la secuencia de colores a no ser que exista una razón personal para ello. Esa parte del proceso sólo tiene por objeto la identificación de los mejores colores para la conexión. Mi anécdota favorita sobre la conexión a la tierra ocurrió en una clase de meditación para niños que impartí hace unos años. Después de realizar la meditación de conexión que necesariamente tuve que abreviar, pedí a cada niño que expresara al grupo lo que sentía al estar conectado. La primera respuesta fue la de un niño de tres años y medio que dijo: «Es como mi mamá». Otro niño de la misma edad respondió: «Se siente como en una tienda de salud, como algo bueno». Hizo una pausa, se movió un poco y añadió: «No sé si me gusta o no». El resto de los niños dieron su versión de la conexión hasta llegar a la última, una niña de siete años que no quería hablar. Bajaba la cabeza hasta donde podía y parecía que iba a llorar. Yo sabía que sus padres se estaban separando y preparando el divorcio. También sabía que lo estaba pasando mal. Dejé de mirar hacia ella y empecé a explicar al grupo cómo a veces cuando te conectas a la tierra te das cuenta de que hay sentimientos en ti de los que antes no eras consciente. Seguí diciendo: «A veces son sentimientos de ternura y de cariño, como los que ha descrito Elizabeth. Pero otras te hacen daño, como cuando sientes tristeza o rabia. El truco no consiste en hacer que desaparezcan, sino en seguir con ellos. Respirad muy profundamente e intentad sentirlos más intensamente. Entonces ocurre algo verdaderamente mágico. Después de unos minutos sintiéndolo, habrá desaparecido el dolor y ni siquiera sabréis cuándo se fueron. Os sentiréis bien de nuevo. Pero si no seguís con ellos y los sentís hasta que se vayan, se quedarán en el cuerpo esperándoos. De modo que es mejor sentirlos ahora en lugar de temer que vuelvan». La niña triste no dijo nada. Sin embargo, después de unos diez minutos, cuando estábamos en medio de otro proyecto, se incorporó y exclamó: «¡Se han ido!» Luego bajó la cabeza con timidez al darse cuenta de que había gritado. Le pregunté qué se había ido. Respondió: «Los sentimientos, como tú decías. Estaba muy triste, pero he hecho lo que nos decías». Sus ojos estaban llenos de sorpresa y hasta de una cierta reverencia -como si quizá la técnica, o el profesor tuviera magia. Unos días después llamó la madre de la niña para decirme que su hija había llegado del colegio muy agitada. Cuando su madre le preguntó qué le pasaba, la niña contestó: «Tengo sentimientos, así que me voy a mi cuarto a sentirlos». Veinte minutos después salió de su cuarto vestida para salir a jugar. Cuando le preguntó qué pasaba, le contó a su madre lo que había aprendido en clase: esa forma mágica de ordenar a los malos sentimientos que se fueran y no volvieran. La buena voluntad de esa niña inocente fue un gran ejemplo para todos. No tienes que esperar al siguiente si no quieres. Existe una corriente natural y una relación complementaria entre la conexión a la tierra y el despejamiento del aura. Sanación y despejamiento duraderos del aura El aura es el campo de energía que se irradia alrededor del cuerpo. Está creado por la producción de energía de los chakras; cada uno de ellos contribuye a la sanación y el mantenimiento del campo áurico. Cuando los chakras están mínimamente abiertos y/o dañados, el aura puede mostrarse gris y débil. Por otro lado, si gozas de buena salud y estás razonablemente abierto a tus emociones, tendrás unos chakras más activos y abiertos y un aura más fuerte, vibrante y resistente. Si tienes el aura contraída, se extenderá a sólo una distancia de 35 cm de tu cuerpo. Si tienes un aura demasiado extendida, puede expandirse en un radio de unos 17 hasta 600 metros. Ninguno de estos tipos de aura es el ideal. Un aura contraída tiende a hacer sentir tensa a la persona, con miedo, separada. Este tipo de sentimientos también pueden ser la causa de este tipo de aura. Un aura extendida en exceso puede desembocar en escapismo, dispersión y tendencia a absorber aquellos pensamientos, emociones y dolor ajenos que se encuentren en el área que cubre. Un aura demasiado extendida puede ser también el resultado de los mismos sentimientos y situaciones que tiende a causar. En otras palabras, la causa de un aura poco sana tiende a regenerar las mismas condiciones que la han causado. El objetivo es conseguir un aura ovoide y distribuida uniformemente encima, debajo, detrás, delante y a los lados del cuerpo. Con la práctica he llegado a la conclusión de que el radio de aura más manejable mide de 60 a 90 cm en cada dirección, sobre todo en público. Cuando estoy en un entorno natural, permito concientemente que mi aura se expanda incluyendo bosques, lagos y arroyos a mi alrededor. Así se intensifica mi sentimiento de conexión con Dios/Diosa/Todo lo que Es a través de la Creación. Me siento en comunión con las plantas, el agua y los espíritus de la naturaleza, me calma y sana mi sistema nervioso. Sin embargo, cuando paso directamente de la naturaleza a la ciudad o a otras zonas pobladas, siempre vuelvo a retraer el aura a unos 60 o 90 cm a mi alrededor. Cuando se me olvida, no tardo en darme cuenta. Percibo gratuitamente la vida de otras personas, a veces incluso su dolor. Así que no suelo tardar en acordarme. En mi propia casa, si no estoy con amigos o clientes, dejo que mi campo áurico se expanda hasta donde sea cómodo. También mantengo la casa muy despejada psíquicamente para sentirme bien en ella. A continuación sigue el proceso para despejar y sanar el aura: 1. Conéctate a la tierra según la técnica anterior. 2. Con los ojos cerrados siente el área alrededor del cuerpo. Para empezar, haz que la respiración llegue hasta unos 35 cm de tu campo áurico utilizando tu intención. Al respirar dentro del área siente si tu aura está contraída y espesa, débil y disipada o vibrante y blanda. 3. Mediante la respiración y la visualización (escuchando un mensaje, utilizando la intuición) observa hasta dónde se extiende el aura en dirección frontal. 4. Observa el ancho de tu aura a ambos lados. 5. Ahora mira y siente el aura sobre la cabeza y bajo los pies. Compara las dos áreas. 6. Utiliza la respiración, los sentimientos, la visión y cualquier otra forma que te sea natural para identificar el espacio que abarca el aura por detrás. ¿Cómo está en relación con la parte frontal? 7. Ahora que ya conoces algo más sobre la naturaleza del aura ajústala para que rellene exactamente un radio de unos 60 a 90 cm en forma de huevo. Utiliza la respiración, la visión y una intención despejada. Al principio pueden resultarte útiles las manos para abarcar físicamente el espacio alrededor del cuerpo y tirar o empujar el aura cuanto desees. Para la mayoría, ajustar el aura significa retraerla y definir los contornos. Los demás necesitarán empujarla para que llene el espacio. Si eres principiante, puede que te resulte un problema pasar el aura por debajo de los pies. En ese caso, la práctica y la persistencia son los mejores antídotos. 8. Observa cualquier cambio de sentimientos, sensaciones físicas y conciencia que traiga el ajuste del campo energético a tu alrededor. 9. Ahora visualiza una lluvia de luz líquida de oro que cae y atraviesa el aura. Deja que la primera vez caiga de 2 a 5 minutos por lo menos. Nota lo maravilloso que es. (Ver ilustración de la página siguiente.) 10. Después visualiza un fuego gigante color violeta del tamaño del aura. Extiéndelo por toda el aura, también bajo los pies. No destruirá nada, la llama violeta simple mente transmuta las energías de baja frecuencia en energías de mayor frecuencia, lo que constituye una forma más natural de ser. Mantente dentro del fuego sólo de 1 a 2 minutos si es tu primera experiencia con el fuego violeta. Esta técnica te hará sentir más calor y energía. Si utilizas demasiado el fuego violeta, puedes sentirte abrumado por la combustión de antiguas energías etéricas. Así que al principio, tómatelo con moderación; experimentando hasta encontrar tu nivel. 11. Cuando hayas concluido, elimina el fuego violeta y abre los ojos.

La mayoría de los que meditan dicen sentirse más ligeros, más frescos, psíquicamente más limpios y más brillantes al visualizar la lluvia por primera vez. Es una manera simple pero efectiva de despejar cualquier energía o desecho extraño que hayas recogido. También es buena para deshacerse de energías liberadas de tu cuerpo durante una meditación o sanación. La primera vez que utilicé estas técnicas, usé la respiración, las sensaciones, la visión y la intención para hacerlo real y tan efectivo como fuera posible. Puedes experimentar para descubrir qué métodos te son más afines. A continuación hablaré de la protección del aura. Sin embargo, antes de seguir quiero dejar claro que estas técnicas no están de ninguna manera enfocadas en crear un sentimiento de rechazo o temor hacia las personas o el mundo. Desde luego, no intentan disuadirte de intimar con otras personas. Sólo pretenden

ayudarte a elegir lo que dejes entrar en tu campo áurico y lo que no. Si tu problema es que absorbes indiscriminadamente la energía que flota alrededor te puedes pasar la vida literalmente abrumado, emocionalmente desequilibrado, confundido, con sensación de inutilidad. Lo sé porque he sido una de las peores esponjas psíquicas que he conocido. Si estaba cerca de una persona con dolor de espalda, puedes estar seguro de que también me pasaba a mí. Cuando realizaba una sanación por imposición de manos o simplemente abrazaba a un amigo, el otro se sentía mejor y yo solía sentirme peor. Lo puedes llamar «el síndrome de vertedero humano». Aprender a establecer los límites cambió literalmente mi vida. En recompensa por haber aprendido a establecer mis límites, ahora disfruto intimando y compartiendo mi vida con amigos y seres queridos. Ahora puedo entrar en un restaurante sin miedo a ponerme enferma o paranoica. De hecho, ya ni siquiera pienso en ello porque para mí se ha convertido por fin en natural repeler las energías vibratorias bajas y aceptar las divinas. Llegar a este punto me llevó unos cuantos años de mucha meditación, colaboración con el Yo Superior y dedicación a mi plenitud espiritual. Todavía se me presentan a veces ciertos intercambios kármicos con personas cercanas, pero ya no pierdo ni mi tiempo ni mi energía procesando problemas no asumidos o el dolor de Fulanito y Menganito. Las siguientes técnicas intentan hacer que sepas cuáles son los límites saludables aprendiendo a elegir lo que permites entrar en tu cuerpo y campo áurico. Una de las mejores maneras que yo he encontrado es extender el aura aproximadamente un metro en todas direcciones. Luego rodea el aura de luz de diferentes colores según las necesidades de protección de ese momento. Después de atraer el aura y bañarla con una lluvia de oro, rodea toda su superficie de una capa de 3 a 6 cm de luz solar dorada. Esto hace que sane y se refuerce continuamente, puesto que el oro penetra en los orificios del aura y ella misma tiende así por naturaleza a sanarse. El siguiente paso depende de lo que sientas. Si te sientes vulnerable o más inseguro de lo normal, puedes añadir una capa azul añil a la parte externa de la luz dorada. El sobrenombre del tono concreto que buscas es «azul certeza» o azul auténtico. Este color irradia una sensación de confianza y seguridad, lo que tiende por naturaleza a repeler «rateros psíquicos». Con él también te sentirás más seguro de ti mismo para estar alerta y mirar el mundo a través de este color para el borde del aura. Cuando no estés en casa o tengas visitas -sobre todo si recibes clientes- es bueno mantener una capa de luz violeta en la parte más externa del aura. Existen varias razones para ello; primero, como ya he dicho, la luz violeta transmuta las energías a sus frecuencias naturales superiores. Si estás trabajando con un cliente que de pronto libera una gran cantidad de ira reprimida, la luz violeta transmutará esa ira e impedirá que entre y dañe de alguna forma tu campo áurico. Segundo, la luz violeta repele los parásitos astrales. Éstos son entes etéricos que se alimentan de dolor y emociones reprimidas. Hasta que despejes tu campo de energía de cualquier caldo de cultivo y alimentación de estos parásitos, es sensato dejarlos fuera. Una vez despejes hasta cierto punto los cuerpos de energía sutil y tu alma, chakras y Yo Superior empiecen a irradiar luz, repelerán naturalmente a estos entes y energías de baja frecuencia. Hasta entonces, estas herramientas de tratamiento de límites te serán de mucha ayuda. ¿Por qué perder tiempo de meditación y de vida en general procesando y despejando lo que ni siquiera nos pertenece? El uso de herramientas de tratamiento de límites es un ejemplo práctico de gracia. Se recomienda incluir siempre la conexión a la tierra en la meditación de la mañana, crear la esfera áurica y visualizar sus límites teñidos con colores como los que acabamos de ver. Si no tienes tiempo o no sientes la necesidad de pasar por las fases de lluvia o fuego violeta, puedes saltártelas. Los tres pasos restantes son lo esencial en cuanto a límites y, una vez acostumbrado a ellos, te ocuparán muy poco tiempo. Sé dueño de tu ruta vertebral Ser dueño de la propia ruta vertebral cumple diferentes funciones. Primero, despeja energías extrañas de la zona de la columna así como energías propias bloqueadas. Ello permite que tu ser habite esa parte del cuerpo más plenamente. Igualmente importante, abre el camino para que la energía cósmica y la fuerza vital fluyan libremente en y a través de las rutas centrales del cuerpo, que a su vez hacen girar los chakras. Ello facilita el despejamiento y la apertura de los chakras. Otro de los efectos de esta técnica es equilibrar el flujo ascendente y descendente. Si eres una persona etéricamente saludable, la energía cósmica y la fuerza vital están constantemente fluyendo a través de la coronilla en forma de rayo de luz coloreada. Cada uno tiene un rayo de un color determinado que «hace fluir» durante toda la vida. Este rayo está condicionado por el objetivo que pretenda alcanzar tu alma a través de la encarnación y por las lecciones concretas que quiera aprender. (The Seven Rays Made Visual de Helen Burmeister es un libro excelente sobre este tema.) A medida que la energía del rayo penetra tu aura y alcanza el chakra exterior sobre la coronilla, gira alrededor de una serie de anillos y entra en afinidad con tus necesidades actuales. Entonces entra en el séptimo chakra o de la coronilla, llegando a una estructura en forma de prisma situada en el interior de la parte superior de la cabeza. Allí se refracta descomponiéndose en otros colores que se envían en sentido descendente hasta el punto central del sexto chakra o tercer ojo. Parte de la energía vuelve a girar, esta vez hacia el interior del sexto chakra, mientras que el resto desciende a través de la ruta vertebral entre los chakras, llegando hasta el área de la garganta. La energía continúa girando en los chakras, descendiendo por

la columna hasta la raíz o primer chakra. La luz descendente es transducida en el corazón o cuarto chakra en una energía, más en sintonía con el plano físico, que tiene cierta cualidad ígnea. En el primer chakra esta luz ígnea asciende en forma de remolino por la ruta vertebral, haciendo girar a su paso cada uno de los chakras. En el chakra del corazón se vuelve a transducir en luz cósmica para luego continuar ascendiendo hasta que alcanza de nuevo la coronilla, donde se vierte sobre el aura. El movimiento descendente de energía en forma de rayos llena la parte subconsciente de cada chakra situada en la parte posterior del cuerpo. El flujo ascendente gira y se desborda penetrando en la porción consciente de cada chakra situada en la parte frontal del cuerpo. Todo el proceso funciona de forma continua, día y noche. Si cualquiera de los chakras se parase completamente y fuera incapaz de mantener el flujo de los rayos, el cuerpo moriría en unos tres días. De ahí la importancia de mantener despejada la ruta vertebral. La ruta vertebral es una de las zonas del cuerpo más susceptibles a la posesión por parte de entes y al control psíquico procedente de otras personas. La sanación o prevención de este problema son otros beneficios de la técnica que expondré a continuación. Para poder equilibrar el flujo de energía cósmica del cuerpo se toma energía terrestre a través de las plantas de los pies. Tienes un pequeño chakra situado en el centro de la planta de cada pie. Estos chakras están para que te conectes con el planeta y el planeta contigo gracias a un proceso de intercambio continuo similar al que se da entre el chakra de la coronilla y la energía cósmica. En muchas personas, los chakras de los pies permanecen inactivos a todos los efectos. La Tierra ha venido asimilando una gran cantidad de dolor a través del genocidio de las civilizaciones indígenas en todo el mundo, la absorción de las emociones reprimidas por la población humana, la casi inexistencia de celebraciones conscientes y ritos de gratitud hacia la Tierra y sus dones, por no mencionar el abuso indisimulado del propio planeta; debido a esto, la mayoría de sus habitantes se encuentra aislada de esta fuente vital de alimento, conexión y fuerza de vida. Es más, la mayoría de las personas iniciadas en la espiritualidad que he conocido y con quienes he trabajado conscientemente, operan fundamentalmente a partir del chakra del corazón hacia arriba. El resto de los chakras les siguen funcionando básicamente en piloto automático, con poca o ninguna comunicación con la Tierra. A medida que te abres para recibir de nuevo la energía de la Tierra es importante ser muy específico y claro en el intento. Muchos tienen chakras activos en los pies pero absorben energías oscuras acumuladas en el planeta en lugar de conectar con el ser planetario de forma saludable y enriquecedora para ambos. Si eres una de esas personas, será muy importante seguir el proceso para tomar energía de la Tierra. Tendrás que comunicar con la Tierra como el ser consciente que es. Dándole las gracias y pidiendo exactamente lo que quieres de ella. Tu salud y tu camino evolutivo son inseparables de los suyos. Abrirse a la Tierra es más una invocación a Gaia, la Tierra en tanto que Ser Sagrado, que una técnica para obtener energía. Por ello, cuando se incluya operar con la energía de la Tierra en el siguiente proceso, se dará a modo de liturgia, sugiriéndose oraciones de gratitud para acompañar la técnica. Ver ilustraciones 3a y 3b en las páginas 132 y 133 antes de comenzar el siguiente proceso. Sigue los siguientes pasos para mantener la ruta vertebral despejada y los chakras girando mediante el flujo de luz y energía cósmicas y terrestres. 1. Conéctate a la tierra 2. Retrae el aura a 60 ó 90 cm en todas las direcciones del cuerpo, sobre la cabeza, bajo los pies, a ambos lados del cuerpo, delante y detrás en la forma ovoide que ya conoces. 3. Comprueba los colores que tiñen el límite del aura y renuévalos si es necesario. 4. Visualiza un sol dorado a unos cincuenta cm por encima de la cabeza. Míralo cómo brilla radiante. 5. Dirige un rayo o corriente de luz solar hacia el chakra de la coronilla, situado en el centro de la parte superior de la cabeza. Primero una corriente muy pequeña como un hilo. Así descenderá fácilmente por el canal sin atascarse en caso de que éste estuviera bloqueado. 6. Lleva la pequeña corriente de luz solar al interior de la cabeza mediante la respiración, la visualización y la intención. Dirígela hacia la parte posterior de la columna justo debajo de la protuberancia occipital en la base del cráneo. Ve despacio. 7. Continúa dirigiendo el flujo de luz dorada todavía descendiendo lentamente por la parte posterior de la columna hasta el primer chakra situado en su base. 8. Permite que un 10 % de la energía descienda por el cordón de conexión llevándose cualquier energía bloqueada. Como un desatascador cósmico. 9. Dirige lentamente el 90% restante de la luz solar dorada en sentido ascendente por la parte delantera de la columna. 10. Cuando la luz alcance el chakra de la garganta (ver ilustración de la página 133) situado en el centro de la misma, divídelo en tres partes iguales, luego haz que dos partes desciendan por los brazos y salgan por las palmas de las manos y que la tercera parte ascienda saliendo a través del chakra de la coronilla. Habrá

un continuo movimiento de entrada y salida de luz dorada por el área de la coronilla con el ir y venir de la corriente. 11. Cuando sientas la energía salir suavemente por la palma de las manos y por la coronilla, continúa visualizando la corriente descendente por detrás y la corriente ascendente por delante de la columna. Cada vez que repitas la visualización sigue el movimiento de la energía con tu conciencia hasta que salga por las manos y la coronilla. Repítelo varias veces hasta que se convierta en algo fácil y natural. 12. Ahora, imagina un dial con las etiquetas «manual» y «automático» superpuestas en el Sol. Mueve el dial a automático y deja tu mente calma y serena. 13. Al mismo tiempo que mantienes el flujo de energía cósmica en automático lleva tu conciencia hacia las plantas de los pies. Saluda solemnemente a Gaia, la Madre Tierra, dándole las gracias por todo lo que nos proporciona: comida, refugio, ropas, coches, combustible que nos calienta, agua para beber y lavarnos, flores y árboles que embellecen, la creación del aire que respiramos y todo lo que nos sirve para sustentar y mejorar la vida física, así como para alimentar el espíritu. Luego dile a la Madre Tierra que prometes ocuparte siempre de ella y que la respetarás en todos los sentidos; dile que sólo tomarás de ella lo que necesites y que le corresponderás con tu amor y gratitud. Encuentra tu propia y sincera manera de expresarlo. Luego pide a la Tierra que te llene de su enriquecedora y cariñosa luz. Abre los chakras de los pies inhalando a través de ellos y adoptando la intención des- pejada de recibir lo que te dé. La energía fluirá desde los pies por las piernas ascendiendo al primer chakra donde se mezclará con la energía cósmica en ascenso. Nota: Si tienes tendencia a absorber el dolor o la energía oscura del planeta, coloca un filtro de luz violeta de unos 115 cm2 de ancho por 15 a 20 de espesor bajo los pies. Esto lo solucionará. 14. Paso optativo: A veces querrás sintonizar con ciertos lugares del planeta donde exista dolor y oscuridad o pedirás que se te muestren. Visualiza que llenas y rodeas esos lugares con fuego violeta. Mantén la visión sanadora hasta que veas o sientas una liberación y transmutación de las energías. En áreas donde el mal es crónico pueden hacer falta varias sanaciones hasta que se note un cambio significativo. 15. Ahora pon el flujo de energía de la Tierra en automático y reanuda la meditación normal. Si todavía no has desarrollado un estilo de meditación, puedes simplemente observar tu respiración para crear un punto de enfoque, o repetir una y otra vez una afirmación como «yo soy el que soy» o «estoy lleno a rebosar de luz y amor divinos», o simplemente fija la vista en la llama de una vela, rechazando cualquier pensamiento que te venga a la mente. 16. Cuando hayas terminado devuelve los dos indicadores de energía, cósmica y terrestre, a la posición manual. Vuelve a comprobar tu conexión a la tierra, abre los ojos y sigue con tu vida diaria. Si te sientes sobrecargado de energía, dobla el cuerpo hacia delante de modo que cabeza y brazos cuelguen y las manos toquen el suelo mientras respiras profundamente. Puedes hacerlo sentado o bien de pie con las rodillas flexionadas y los pies separados. A esto se le llama «inclinarse y volcar todo». Se recomienda que hagas fluir energía durante un mínimo de diez minutos en cada sesión para obtener los mejores resultados. Mientras fluya, utiliza la técnica de meditación que desees. Si te cuesta mantener la luz dorada y las energías de la Tierra fluyendo cuando dejas de dirigirlas conscientemente, adopta como foco de la meditación la imagen del flujo a través de los canales. Después de hacerlo unas cuantas veces, podrás poner el proceso en automático y seguir con otra técnica de meditación o autosanación mientras la energía sigue fluyendo.

Mantenimiento de una casa psíquicamente despejada y segura El último procedimiento para crear unos límites sanos y una protección psíquica es para la casa. También se puede usar para despejar cualquier otro lugar en el que estés temporalmente, como un hotel o la casa de alguien donde te encuentres de visita. Aunque no lo había comentado aún, una función importante de los límites sanos es nuestro alejamiento de los planos astrales inferiores. Éstos comprenden la sub-tercera, cuarta y quinta dimensiones donde viven los seres y entes oscuros, así como las formas de pensamiento negativas creadas por los seres humanos. Es el lugar donde se generan y a menudo se sufren las pesadillas. Cuando te duermes por la noche abandonas el cuerpo físico a través de la vía llamada «cuerpo astral». El cuerpo astral viaja literalmente a través del espacio-tiempo y más lejos incluso, ya sea a los planos astrales inferiores o a los planos superiores de Luz. Lo segundo es mucho más recomendable. Al someterte a distintas experiencias durante el viaje astral, a veces se convierten en sueños tuyos. Estos sueños te ayudan a ser más consciente y a curar el subconsciente. A veces, emociones y traumas pasados se liberan por medio del cuerpo astral. Otras veces puede que vayas a dimensiones superiores y recibas cierta formación espiritual o sanación. Puede que repases vidas pasadas a fin de asimilarlas y así crecer. Éstas son sólo algunas de las posibilidades. Tener unos límites sanos mientras duermes es esencial para tener unos límites sanos durante la vigilia. Si tu cuerpo astral está dañado en los planos astrales inferiores, las zonas homólogas de tus cuerpos físico y etérico quedarán psíquicamente vulnerables a cualquier ataque o invasión de frecuencias de energía inferiores. El cuerpo astral en estado de vigilia crea una protección muy efectiva para todo tu campo energético. Cuando se daña, la función protectora está en peligro. Debido a la ley de magnetismo psíquico – «Las frecuencias iguales se atraen»-, si durante el sueño el cuerpo astral ha asimilado dolor, daño o miedo, magnetizarás los mismos tipos de frecuencias inferiores hacia el aura, chakras o el mismo cuerpo cuando estés despierto. Serás mucho más vulnerable al ataque psíquico o a la invasión de los entes que vibran al mismo ritmo y viven del miedo y del dolor. Su objetivo principal es mantenerte en estado de miedo, dolor y confusión para seguir teniendo su «caldo de cultivo». Recuerda, nada puede entrar en tu campo de energía si algo en ti no lo magnetiza.

De la misma manera, si vas a planos superiores durante el sueño y experimentas una sanación, un aprendizaje, amor o un despertar espiritual, esas frecuencias se transferirán al espacio que ocupa el cuerpo físico cuando vuelva el cuerpo astral y despiertes. ¿Recuerdas haber tenido sueños de volar y despertarte sintiéndote lleno de luz y felicidad? Quizá recuerdes haber pasado por situaciones de aprendizaje espiritual durante el sueño y despertarte recordándolas y aplicando en la vida lo aprendido. Estas últimas experiencias representan la intención del tiempo de sueño; otra intención es la de despejar el subconsciente. Para que tanto la sanación como el aprendizaje puedan darse, es vital que tu casa y tu aura se encuentren despejadas de toda influencia astral. Puedes conseguirlo usando variaciones de lo que ya conoces para mantener los límites personales despejados. Además, existe una invocación que ancla las energías de dimensiones superiores en tu casa, en el trabajo o en cualquier otro lugar. Para simplificar el proceso las instrucciones se refieren únicamente a la casa como el lugar a despejar. Puedes adaptar el proceso a tu situación en cada caso o necesidad. Sigue estas instrucciones para despejar tu casa: 1. Coloca un cordón de luz de conexión a la tierra que abarque el suelo de tu casa o tu piso. Haz que se prolongue hasta el centro de la Tierra. 2. Visualiza un sol dorado de unos setenta cm de diámetro en el centro de tu casa. 3. Expande gradualmente el sol dorado hasta que llene y rodee el espacio que ocupa tu casa. 4. Rodea el sol dorado de un muro de luz violeta de 130 a 260 cm de espesor. 5. Afirma: «Esta bola de luz violeta permanecerá intacta hasta que yo vuelva a repetir el procedimiento. Que así sea». 6. Pronuncia seguidamente esta invocación: «En el nombre de Yo Soy El Que Soy, ordeno que esta casa y sus cimientos se llenen de luz dorada de la Ciudad de Luz donde moran los Maestros Ascendidos. Sólo aquello de naturaleza divina podrá entrar. Todo aquello ilusorio e inferior a lo divino debe partir. Así quedará. Que así sea». Utilizar la frase «Yo Soy El Que Soy» equivale a decir «la Presencia Divina de Dios/ Diosa» en oposición al ego «yo». Cuando utilizas esta frase o afirmación, vas a dar una orden en nombre de la conciencia misma de Dios/ Diosa. Es una afirmación muy poderosa llamarse a uno mismo «Yo Soy» y deberías hacerlo con cuidado y sólo de forma positiva y creativa. Cada vez que dices «yo soy…» y luego terminas la frase de manera definitiva, aunque sea casualmente, estás identificando tu esencia con lo que dices. Por ejemplo, puedes decir, «soy rencoroso» o «soy cariñoso» y la afirmación define literalmente tu esencia como una cualidad. La segunda parte de la invocación afirma: «…luz dorada de la Ciudad de la Luz donde moran los Maestros Ascendidos…» Se refiere a la dimensión superior, «lugar donde moran» los seres que un día estuvieron encarnados en la Tierra, fueron iluminados y murieron o ascendieron. Estos Maestros Ascendidos -o Gran Hermandad Blanca, como también son llamados- permanecen en la Ciudad de Luz para ayudar a otros seres vivos en su viaje espiritual hacia la iluminación y la ascensión. Te guían y te enseñan durante el sueño y el estado de vigilia cuando estás preparado, deseoso y disponible. Invocar a la luz donde moran es llenar tu casa con la energía equivalente a la de un templo sagrado lleno de una luz de frecuencia tan alta que sólo energías divinas y seres de intención divina pueden soportarlo. Utilizando este procedimiento podrás despejar tu casa de energías negativas y astrales en muy poco tiempo y empezar gradualmente a sentir una mayor paz y sensación de bienestar en tu nuevo templo. Eso te ayudará a tener un sueño más positivo. Seguramente querrás repetir este proceso un par de veces por semana. A medida que tu casa está más despejada repite el procedimiento para despejarla cuando sientas la necesidad. Yo lo realizo una vez por semana como rutina porque me sienta bien. Por la noche, antes de acostarte, sigue estos pasos: 1. Rodea tu aura de una burbuja violeta. 2. Pide a tu ángel de la guarda que vigile y mantenga tu cuerpo seguro toda la noche mientras duermes. 3. Repite esta declaración: «En el nombre del Yo Soy El Que Soy ordeno que mientras mi cuerpo duerme, yo solamente viaje a los planos superiores de Luz Divina. Que así sea». Realizando este procedimiento a la hora de ir a la cama puedes dormir mejor. Es especialmente importante si tienes la tendencia a experimentar miedo o inquietud.

 

Capítulo 6
EJERCICIOS PLEYADIANOS PREVIOS

Autosanación y despejamiento Las técnicas ofrecidas en este capítulo pretenden incrementar tu capacidad de auto-sanación y autodespejamiento de un modo fácil y eficiente a medida que avanzas en tu crecimiento espiritual normal y en la expansión de tu conciencia. Los Ejercicios Pleyadianos de Luz, que empiezan en el capítulo siguiente, además de acelerar el crecimiento y expansión espirituales, también acelerarán el afloramiento de pautas kármicas, pensamientos y creencias que precisen ser despejados, además de bloqueos de energía de diversas fuentes. A veces, en plena sesión de energía de los Emisarios Pleyadianos de Luz y del Cristo, es posible que te veas trabado en imágenes pasadas, emociones reprimidas o pensamientos negativos. Cuando surjan éstos u otros problemas, pueden resultar valiosas y capacitadoras las herramientas de autoayuda presentadas aquí. Se recomienda vivamente, por lo tanto, que te molestes en aplicar los siguientes métodos de entrenamiento como preparación para enfrentarse a lo que surja en tu proceso de despejamiento del modo más fácil y elegante posible. La liberación desencadenada por los Ejercicios Pleyadianos de Luz y la continua evolución espiritual no sólo se dan durante las sesiones, sino que a menudo también después. Al abrirse a frecuencias cada vez más altas de las energías Ka y del Yo Superior, las energías más densas contenidas en tu cuerpo y aura se «consumen» de modo natural. Cuanto más eleves el nivel vibratorio, se producirá un mayor «consumo» –o «fuego interno». A medida que madures espiritualmente, empezarás a reconocer este consumo como liberación y transmutación de energías pasadas y te identificarás cada vez menos con ellas. Las cuestiones que surjan durante o después de las sesiones de sanación ya no tendrán tanta importancia. Aunque a veces se vean intensificadas por el influjo de energías vibratorias superiores, te encontrarás más capaz de preguntar: «¿Qué necesito aprender de esto?» en lugar de reproducir escenas de tu vida diaria como si fueran reales. Utilizarás tu habilidad de auto-sanación y despejamiento para ocuparte de estas cosas y seguir adelante. Esta es la gracia natural que se adquiere con la experiencia; las técnicas efectivas son parte de esa gracia. Piensa en el tiempo y en la energía que inviertas en el aprendizaje de las técnicas de este capítulo como una inversión en un futuro más pacífico y lleno de gracia. Te prepararás adecuadamente a recibir los ejercicios de luz más pasivos y la energía de los Pleyadianos y el Cristo contenidos en el resto del libro cuando seas capaz de ocuparte de tus propias energías estancas o de saber si requieren atención. Despejamiento con rosas La visualización y el despejamiento psíquico utilizando imágenes etéricas de rosas llevan siendo de uso corriente durante al menos varios siglos. Mis propios recuerdos de vidas pasadas como sacerdotisa y bruja blanca revelaron el uso de rosas en prácticas espirituales que se remontan al siglo XII. Ciertamente, es posible que el despejamiento con rosas se remonte aún más atrás. La rosa como símbolo de sanación es una herramienta muy efectiva en el proceso de despejamiento propio y de otras personas. Así como el loto se ha utilizado a través de las eras como símbolo de iluminación, la rosa se ha utilizado para simbolizar y presentar la «pureza de la afinidad con uno mismo». Lo que esto significa es que las rosas tienen la capacidad de eliminar las energías antinaturales y ajenas a tu modo de ser esencial e inherente que se encuentren dentro de tu campo energético. Por ejemplo, si sientes congestión en el chakra del corazón y sospechas que se debe a que has absorbido el desequilibrio energético de otra persona, puedes liberar la energía ajena con una rosa. Limítate a colocar la imagen de una gran rosa abierta en el chakra del corazón y, con la imagen de la persona en su interior, deja que la rosa se llene de la energía ajena. Después, elimina de tu chakra del corazón la rosa llena de la energía de la otra persona, envía la rosa al exterior de tu aura, incluso al exterior del edificio en que te encuentres, y visualízala disolviéndose, vaporizándose o, simplemente, haciendo «puf». La energía de la otra persona se disolverá con la rosa. Al desaparecer la rosa, la energía expulsada del chakra del corazón se neutraliza y vuelve a la persona a la que pertenece. Esta técnica se llama «soplar rosas». Date cuenta de que siempre es importante que soples las rosas en el exterior de tu campo áurico. Si disuelves la rosa dentro de tu aura, la energía de la otra persona se neutralizará un poco, pero aún la tendrás en el interior de tu espacio. En otras palabras, si absorbes los miedos de otra persona hacia el chakra del corazón y luego extraes el miedo hacia una rosa para devolvérselo, lo que la persona recibe no es miedo sino energía emocional neutralizada. La persona a la que devuelves la energía es libre de hacer con ella lo que desee. Puede volver a convertir la energía en miedo o elegir utilizarla de algún otro modo. Te liberas de la energía de un modo tan suave que no magnetizará ningún karma de esa persona. Algunos métodos psíquicos o espirituales enseñan técnicas como la colocación de espejos alrededor de la energía o alrededor de la otra persona para que el espejo de vuelva al intruso el reflejo de lo que te fue enviado, pero diez veces más fuerte. Otros te enseñarán a formar una bola con la energía y devolverla al intruso psíquico. Estos tipos de prácticas te hacen caer en la guerra psíquica y generan karma. Cualquier práctica que pueda causar daño a otra persona crea un enlace kármico entre esa persona y tú. También existe una gran posibilidad de que absorbas más responsabilidad kármica que la otra persona debido a tu intento de devolver un daño mayor que el daño que te fue enviado, en lugar de limitarte a protegerte.

En último término, te corresponde a ti la responsabilidad de no permitir que te llenen de «basura psíquica» o te conviertan en víctima. De modo que, si tienes un problema relacionado con tus límites, necesitas conocer los límites saludables en lugar de culpar a otros de verter algo en ti y castigarlos por ello. Esto de ningún modo niega a la otra persona su responsabilidad de aprender a no hacer daño. Todos somos responsables del efecto que provocamos en otros, eso forma parte de estar en un planeta en el que hemos aceptado la creación compartida. Lo que esto significa es que eres responsable de eliminar de ti el mal sin dañar por ello a nadie siempre que esto sea posible. El uso de rosas será un modo muy efectivo de asumir este tipo de responsabilidades. A continuación sigue el primer ejercicio para el uso de rosas: 1. Cierra los ojos y conéctate a la tierra. 2. Comprueba el aura y expándela 60 o 90 centímetros alrededor del cuerpo en todas direcciones. 3. Comprueba los colores de los límites y haz los ajustes necesarios. 4. Visualiza en el aura y delante de los ojos una rosa abierta de cualquier color. Sigue visualizándola hasta que parezca real. Trata de verla o imaginarla con el mayor detalle posible. 5. Expulsa a la rosa del aura y haz que desaparezca. 6. Ahora crea una rosa en el centro de la cabeza. Haz que absorba la energía de otras personas que pudiera haber allí. Prolonga la visión de la rosa dentro de la cabeza unos treinta segundos. 7. Expulsa la rosa de la cabeza y del aura y haz que desparezca. 8. Ahora crea una rosa en el exterior del aura enfrente de ti. 9. Piensa en alguien con quien hayas tenido un problema reciente o con quien te sientas mal. Trata de ver el rostro de esta persona en la rosa y pide a la flor que despeje los pensamientos negativos que tengas sobre esa persona o de aquella energía suya que pueda haber en ti. 10. No dejes de mirar a la rosa durante unos treinta segundos. Puede que veas que se cierra del modo como algunas flores lo hacen por la noche. Esto indica que la rosa absorbe algo. 11. Coloca la rosa por encima de tu casa y disuélvela. 12. Si esta última rosa se ha cerrado del todo, indicando que ha absorbido mucha energía de la persona elegida, crea una nueva en el exterior del aura con la imagen de la misma persona. Sigue mirándola hasta que esta rosa se llene completamente o deje de cerrarse cuando quede parcialmente llena de la energía de la persona o de tus pensamientos negativos sobre la persona, lo primero que ocurra. 13. Coloca de nuevo la rosa por encima de tu casa y haz que desaparezca. 14. Opcional: Si la última rosa se ha llenado del todo, puedes continuar el proceso de crear y disolver rosas con la imagen de esta persona hasta que una rosa no se vea afectada durante diez segundos. Entonces sabrás que has liberado la mayor cantidad de energía posible relativa a esa persona en este momento. 15. Abre los ojos y sigue leyendo sobre más usos para rosas si lo deseas. Las rosas también se pueden usar para despejar asuntos problemáticos de la vida. Te daré un ejemplo práctico de una experiencia personal sobre mi antiguo miedo al agua. He tenido una relación de amor/odio con cuerpos de agua toda mi vida. De niña me encantaban las piscinas, los lagos, los ríos e incluso la bañera. Pero mi madre, en su ansia de protegerme, no dejaba de gemir y de decirme que me ahogaría si no tenía mucho cuidado. Ella decía: «Te puedes ahogar hasta en unos centímetros de agua si te caes. Ten cuidado». Estoy segura de haber escuchado esa frase cientos de veces hasta los cuatro años. Esta frase, seguida por gemidos de terror si aceleraba un poco el paso en la piscina infantil de 20 centímetros de profundidad o me ponía de pie en la bañera, me implantó un miedo antinatural en el cuerpo. Poco después de cumplir los 30 decidí enseñarme a mí misma a nadar, ya que mi propio miedo me impedía confiar en nadie cuando estaba en el agua. Despacio, paso a paso, acompañada de mis propios gemidos de pánico, aprendí. Acabé nadando sin darme cuenta e incluso entraba en la piscina de un salto. Finalmente, pude sentirme relativamente segura y disfrutar del baño aun si se trataba de grandes volúmenes de agua. En 1988 se me presentó otro reto. Estando de vacaciones en el Caribe, en Isla Mujeres, México, decidí probar el buceo con tubo. Ya sabía entonces que no me podía hundir ni podía bucear porque soy una mujer grande y muy exuberante. Decidí por lo tanto que nadaría y flotaría boca abajo con las gafas puestas para disfrutar de la vista de los arrecifes de coral y los peces de vivos colores que moraban allí. Para mi frustración, al ponerme la máscara la primera vez para practicar en 20 cm de agua, me incorporé gimiendo presa del pánico. Después de intentarlo unas cuan tas veces más, con resultados cada vez peores, me senté en el agua sintiéndome derrotada y a punto de rendirme. Entonces la vocecita de mi interior dijo: «No te rindas. Tienes herramientas a tu alcance, utilízalas. Intenta soplar rosas». Aunque dudando, asentí. Empecé poniéndome la máscara y respirando a través de la boquilla mientras soplaba rosas. Cuando eso ya era fácil, di otro paso. Todavía con la máscara y el respirador puestos, coloqué la cara en el agua, me puse a cuatro patas y soplé rosas, soplé cuantas rosas pude antes de sentir pánico. Después, me incorporé a tomar aliento antes de continuar. No tardé más de cinco minutos antes de sentirme completamente en paz y marchar hacia el arrecife. No fue necesario parar ni soplar más rosas cuando me encontraba a unos treinta metros de la costa y pasándomelo bien. Me quedé allí aproximadamente una hora sin ningún incidente ni ataque pasajero de miedo. Desde entonces me he tomado muy en serio el uso de las rosas. La próxima vez que te puedan los nervios o el miedo en cualquier circunstancia, sea por una primera cita o por aprender a bucear, intenta soplar rosas. Sigue haciéndolo mentalmente en plena situación mientras sigas teniendo miedo. Si eso es imposible, imagina la situación en otro momento y sopla rosas. Otro modo de usar rosas en asuntos vitales es crear un símbolo o una imagen para el problema en cuestión. Por ejemplo, si te cuesta mucho confiar incluso en personas dignas de confianza, imagina un símbolo o una imagen que represente desconfianza. Imagina incluso la palabra desconfianza en letras grandes y utilízala como símbolo. Usarás el símbolo en la liberación de imágenes, emociones, u otras energías bloqueadas relativas a tu desconfianza. Después puedes sentarte y hacer fluir energía mientras sigues soplando rosas con el símbolo dentro, hasta que las rosas dejen de llenarse de energía mal equilibrada. Hacer fluir energía al soplar las rosas te ayuda a liberar las energías bloqueadas contenidas en los chakras relacionados con el asunto en cuestión. El ejercicio siguiente es un modo de usar rosas para despejar: 1. Cierra los ojos. Conéctate a la tierra y haz los ajustes de aura precisos. 2. Coloca al sol cósmico de oro sobre ti y haz fluir la luz dorada a lo largo de los canales de la columna y el brazo como se describe en el capítulo anterior. Cuando esta luz fluya plenamente, ponla en Automático. 3. Extrae energía de la tierra a través de los pies y las piernas y deja que se fusione con la luz dorada y que suba por la columna y salga por los brazos y la cabeza. Cuan do fluya suave y completamente, ponla también en Automático. 4. Deja que las energías cósmicas y terrestres sigan fluyendo mientras dure la sesión de despejamiento. Piensa en algo que quieras tratar, por ejemplo, un vicio como morderse las uñas o comer chocolate. También puede ser una actitud o una tendencia emocional, como inseguridad, culpabilidad, victimismo, desconfianza, vergüenza o miedo a las arañas. Sea lo que sea, imagina un símbolo para el problema. 5. Crea en el exterior del aura la rosa del color que te venga a la mente y coloca el símbolo dentro de la rosa. 6. Respira profundamente para favorecer la liberación mientras miras a la rosa. Una vez llena de la energía liberada relativa a tu problema particular, disuélvela. 7. Continúa soplando rosas con el símbolo escogido en su interior, creándolas y disolviéndolas en el exterior del aura, hasta que la última rosa no se vea afectada durante al menos diez segundos. Luego disuelve esa rosa. 8. Continúa canalizando energía y meditando o abre los ojos lo que prefieras. Un último uso de las rosas es la autoprotección. Las rosas se pueden mantener en el exterior del aura con un tallo que las conecte a la superficie de la tierra en todo momento para alejar influencias no deseadas y definir tus límites. Tenderán a absorber energías perdidas y extrañas a tu alrededor impidiendo así que entren en el aura. Las rosas de los límites no se ocuparán de todo, pero ayudarán mucho. Puedes tener una rosa gigante enraizada en la superficie de la tierra delante del aura. O preferir cinco rosas en el exterior del aura: una delante de ti, una detrás de la espalda, una a cada lado y una encima. (Ver ilustración en página siguiente).

El cordón de conexión a la tierra se ocupa de proteger tu extremo inferior. Evita cualquier tendencia a usar estas rosas de un modo paranoico. No se trata de un recurso a utilizar porque «alguien» vaya a por ti. Esta técnica no es más que un recurso para ayudar a responsabilizarte personalmente de tus límites y tus opciones. Es especialmente útil si eres muy sensible o tienes antecedentes de ser una esponja psíquica. Puede que durante el mero proceso de colocar las rosas en los cinco puntos del exterior inmediato del aura encuentres que no dominas su parte posterior. En otras palabras, la parte posterior del aura puede encontrarse muy disipada o puedes tener menos conciencia de ella que del resto del aura. Tener paciencia para visualizar una rosa allí y para sentir el espacio entre tu cuerpo y la rosa fortalece de modo natural esa parte de tu aura y te hace que la espalda sea menos susceptible a invasiones e incluso a daños psíquicos. Los pasos siguientes te ayudarán a establecer rosas en los límites: 1. Tras cerrar los ojos, conéctate a la tierra y ajusta el aura cuanto necesites. 2. Visualiza una rosa de cualquier tamaño y color que te parezca bien y colócala en el exterior del aura delante de ti. Trata de verla en detalle. 3. Imagina la rosa unida a un tallo enraizado en la tierra. Haz que la rosa permanezca allí hasta que la disuelvas de modo consciente. 4. Visualiza otra rosa en el exterior izquierdo del aura. 5. Coloca también un tallo con raíz en esta rosa y de nuevo haz que permanezca allí hasta que la disuelvas. 6. Ahora coloca una rosa enraizada a la derecha en el exterior del aura. De igual modo haz que permanezca allí. 7. Coloca otra rosa sobre la cabeza y en el exterior del aura. De nuevo haz que tenga tallo y raíz y que se quede allí hasta que la retires. 8. Finalmente, visualiza una rosa con tallo en el exterior del aura detrás de la espalda. Si es necesario, utiliza la respiración y haz que el aura se extienda y se fortalezca por detrás unos 20 o 30 centímetros. Haz también que esta rosa se quede hasta que vuelvas a ella. 9. A fin de reforzar la efectividad del intento, disuelve cada rosa y cada tallo en el orden que las creaste. Luego repite los pasos desde el 2 hasta el 8 para darte rosas nuevas en los cinco puntos. Si necesitas repetir los pasos unas cuantas veces para que las rosas parezcan más reales, hazlo ahora. 10. Cuando acabes, deja las rosas en su sitio hasta que vayas a la cama. Al irte a la cama, mira si las rosas aún parecen frescas, si se han cerrado o si parecen marchitas. Su estado será un buen indicador de lo que han estado haciendo a tu favor. Una vez hechas estas observaciones, repite de nuevo los pasos, primero disuelves las rosas existentes y luego colocas unas nuevas. Cuando empieces a utilizar rosas alrededor del aura se recomienda que las disuelvas y coloques otras nuevas al menos dos veces al día durante unos días hasta que permanezcan intactas en el momento de comprobarlas. Ahora yo sólo cambio mis rosas del aura alrededor de una a dos veces por semana, aunque al principio solían llenarse de energía extraña y hacía falta reemplazarlas al menos diariamente. Descubre tus propios requisitos personales experimentando.

Despejamiento de los chakras Este proceso utiliza un modo avanzado de la técnica de despejamiento de la ruta espinal para hacer fluir energías cósmicas y terrestres mostrada en el capítulo anterior. Básicamente, puedes dirigir conscientemente el flujo de estas dos energías a lo largo del canal de la columna por delante y detrás de cada chakra empezando con la coroni]la y descendiendo hasta el primer chakra o de la raíz. Esto irriga los chakras y les da energía de un modo mucho más efectivo que el simple flujo de energías a través de la columna. Esta técnica puede hacer que se sientan y se liberen emociones. Puede que experimentes mucho calor o movimiento de energía durante el proceso. O puede que notes la experiencia profundamente reconfortante, relajante y refrescante. Respirar en profundidad hacia las áreas en las que sientas intensidad o contracción pronto aliviará cualquier incomodidad, o bien provocará la liberación de las emociones. Si notas que el proceso tiene cierta intensidad, llega sólo hasta donde te parezca bien. Por ejemplo, si te empiezas a sentir un poco consumido o sobrecargado después de despejar sólo dos o tres chakras, déjalo en ese momento. Puedes seguir donde lo dejaste más tarde, ese día o al siguiente. En general, se recomienda que utilices esta técnica sólo una o dos veces por semana a no ser que se te guíe claramente en sentido contrario. Aunque te resulte agra dable y te produzca un efecto calmante, el despejamiento y la sanación continuarán después de la meditación. Encuentra el ritmo y el paso adecuados y disfruta.

1. Conéctate a la tierra.
2. Extiende el aura y comprueba los colores de los límites.
3. Comprueba y reemplaza las rosas de los límites en las zonas anterior, posterior, superior, izquierda y derecha de ti.
4. Coloca el sol dorado sobre la cabeza y haz fluir la energía por la columna en sentido descendente y luego en ascendente. Recuerda, un 10% baja por el cordón de conexión a la tierra a través de la base de la columna y el resto sube de nuevo. En la garganta la energía restante se divide en tres partes iguales que fluyen por los brazos y por encima de la cabeza. Cuando fluya suave y plenamente, ponla en Automático.
5. Ahora invoca y haz fluir la energía terrestre a través de los pies hasta la altura del primer chakra. Se fusionará con la luz dorada en el primer chakra y la mezcla fluirá hacia arriba. Coloca el flujo de energía terrestre en Automático.
6. Ahora coloca un manto de rosas alrededor del aura para que absorba aquello que se libere. Esto evitará que las energías liberadas se queden en el campo áurico.
7. La coronilla, o séptimo chakra, gira en la parte superior de la cabeza y no tiene lado posterior. Haz fluir la fusión de energías dorada y terrestre a través de este chakra para que irrigue, despeje y fortalezca su flujo. Normalmente basta con hacerlo uno o dos minutos.
8. Cierra el flujo hacia la coronilla y haz fluir las energías a través de las partes anterior y posterior del tercer ojo o sexto chakra. De nuevo, de uno a dos minutos es suficiente.
9. Cierra el flujo hacia el tercer ojo y haz que la combinación de energía descienda por el chakra de la garganta, componiendo la misma pauta de flujo por delante y por detrás. Después de uno o dos minutos, apágalo.
10. Lleva la fusión de luz dorada y energía terrestre al cuarto chakra o del corazón en el centro del pecho. Dirige la energía hacia las partes anterior y posterior de este chakra igual que en los anteriores. Después de uno o dos minutos, cierra el flujo al chakra del corazón.
11. Repite el mismo proceso para las partes anterior y posterior del tercer chakra o plexo solar. Cierra el flujo después de uno o dos minutos y continúa.
12. Ahora haz fluir la mezcla de energías a través de las partes anterior y posterior del segundo chakra o centro sacro. Este chakra se encuentra aproximadamente a medio camino entre el ombligo y el pubis. Después de uno a dos minutos, apaga el flujo de energía.
13. Haz fluir las energías terrestres y cósmicas para que salgan por el primer chakra en la base de la rabadilla. Igual que el chakra de la coronilla, no tiene parte posterior porque gira hacia abajo entre las piernas con su abertura apuntando hacia la tierra. Transcurridos uno o dos minutos, apaga el flujo en este chakra y reanuda el flujo normal de energía sólo a lo largo de la ruta espinal y los canales de los brazos.
14. Retira el manto de rosas que te rodea el aura y colócalas sobre tu casa. Luego hazlas estallar y disuélvelas.
15. Si deseas continuar meditando, usa tu propio juicio y decide si deseas seguir haciendo fluir energía de modo automático o cambiar a manual, lo que permite el apagado.
16. Cuando hayas terminado, comprueba el cable de conexión y reconéctate a la tierra si hace falta.

Luego, abre los ojos e «inclínate y descarga». Despejamiento de imágenes Primero me gustaría definir lo que entiendo por «imágenes». Las imágenes son generalmente una de estas tres cosas: 1) Las imágenes que tienen otros sobre ti o sobre una cuestión de la vida; 2) tus propias conclusiones limitadas, extraídas de la experiencia vital; o 3) imágenes de experiencias vitales que permanecen en el aura o en el cuerpo a causa de la existencia de cargas emocionales no liberadas. A continuación siguen ejemplos hipotéticos de cada una:

1. Imágenes de otros. Quizá te aburrías en clase debido a la falta de estímulo de la creatividad individual. Como consecuencia, soñabas despierto y no sabías bien la lección, con lo que se te tomó erróneamente por poco inteligente o estúpido. Las imágenes que tenían de ti tu profesor, tus padres y tus compañeros penetraron en tu aura generando dudas y baja autoestima. Las imágenes quedaron prisioneras en ti. Todavía llevas esas imágenes. Otro ejemplo: Quedaron estancadas en ti imágenes de los monólogos incesantes de tu padre sobre lo dura que es la vida. Utilizaba las comidas para exponer las dificultades que entraña ganarse la vida, que la vida es competición y que nadie te da nada en este mundo si no peleas por ello. Para probarlo dibujaba ejemplos extraídos de su propia experiencia proyectándolos hacia el resto de la familia, impregnándote con esas imágenes, que tú absorbías porque aún eras impresionable. Estas imágenes, estancadas en tu tercer chakra, te recuerdan constantemente que la vida es dura. Las vives en forma de rigidez y/o dolor, incluso úlceras, cuando te enfrentas a los retos de la vida diaria. Tiendes a magnetizar muchas dificultades y grandes conflictos por haber absorbido las imágenes de tu padre y tenerlas aún en el aura o los chakras.

2. Tus propias conclusiones limitadas a partir de las experiencias vitales. Eres una mujer que de joven tuvo varias experiencias con chicos tocones que proyectaban imágenes lujuriosas de lo que les gustaría hacer contigo. Tu inseguridad te hacía desear ser aceptada y tenías miedo de los hombres a causa de la actitud negativa de tu padre. Ahora tienes imágenes estancadas en los pechos o los órganos femeninos que representan a los hombres como conquistadores que miran a las mujeres con lujuria. Esto genera miedo, relaciones en las que se te utiliza como objeto sexual y una incapacidad de atraer a tu vida hombres que te respeten como amigos o amantes. Otro ejemplo: De niña destacabas en canto y danza, siendo éste el único modo en el que te sentías apreciada. Tienes las imágenes de esas experiencias grabadas en el chakra del corazón como la forma de obtener amor. También permanecen en el tercer chakra como el modo de generar autoestima, así como en el tercer ojo como única fuente de imágenes positivas propias. Esto limita enormemente tu capacidad de desarrollo adulto, la cual se basa en un sentido de amor y apreciación de uno mismo. Todavía pretendes ganarte el amor y la aprobación del mismo modo. A causa de esto, puedes crearte problemas en las mismas áreas en que tanto confías. Si eres cantante, puedes provocarte un desequilibrio en la tiroides o rigidez en las cuerdas vocales. Si bailas, puedes dislocarte la rodilla justo antes de la prueba más importante. Cuando colocas tu sentido de autoestima, tu propia imagen y tu propia valía en una sola persona o cosa -ya sea aceptación sexual, cantar, bailar o cualquier otra obsesión personal-desarrollas en tu interior el miedo de perder esa capacidad o aspecto porque le has dado una importancia mayor de la que tiene. Ese miedo acaba creando una crisis de un modo u otro, ya sea física, mental o emocional. La respuesta es despejar las imágenes, cambiar los comportamientos y desarrollar un sentido espiritual de la propia valía basada en actuar con integridad y viviendo como el ser maravilloso que se es. Así, el canto, la danza o la expresión sexual puede ser una fuente natural que surja de una visión sana y amorosa del propio yo.

3. Experiencias vitales con carga emocional no liberada. Si abusaron de ti física o sexualmente de niño, adolescente o adulto, puede que aún lleves imágenes de esas experiencias en tu campo energético. Estas imágenes ahora crean un trauma y un gran miedo que tu vida magnetiza. Cuando ocurrieron aquellas experiencias, probablemente no sabías o no podías liberar emociones y sentimientos, de modo que los atrapabas junto con las imágenes vitales en el cuerpo y el aura. Puede que necesites un entorno seguro con un terapeuta o sanador espiritual de confianza para acabar expresando y liberando estos traumas en la vida adulta. O puede que seas capaz de liberarlas sabiendo ayudarte a ti mismo. Puede servir de mucho sentarse en un lugar seguro y hacer fluir energía mientras respiras profundamente y eliminas las imágenes pasadas en el interior de rosas hasta que desaparezcan. Si no puedes encontrarlas tú mismo, puede que necesites la ayuda de un buen sanador clarividente. Un ejemplo menos intenso de esta categoría de imágenes lo representa la gente que compra sólo productos anunciados y de marca. Sin duda es algo de lo más corriente en la sociedad actual. Se produce el refuerzo constante de ciertas imágenes en anuncios de revistas y periódicos, así como en los anuncios de la televisión y la radio que dicen: «El nuestro es el mejor» o «Si quiere que su familia le quiera, sírvales…» o «Lave su ropa con…» Creo que la imagen es clara. Perdón por el juego de palabras. Como persona sensible a ciertos productos químicos debido a alergia a detergentes, champús, jabones y perfumes comerciales, conozco las neurotoxinas incluidas en esos productos que matan literalmente tejido cerebral y terminaciones nerviosas. Naturalmente, he tenido que concienciar del problema a alumnos y amigos con quienes paso mucho tiempo para que dejen de usar estos productos si quieren que pasemos tiempo juntos. Algunas personas aceptan los cambios con elegancia e incluso agradecen que se les hable de la naturaleza tóxica de estas sustancias. Otros se lo toman como algo personal. Sin embargo, unos pocos han llegado a mirarme con miedo o temor y han dicho cosas como: «Pero tengo que usar tal marca. Es lo único que de verdad me limpia la ropa» o «Es el único champú que funciona con mi pelo. Todos saben que es el mejor». La primera vez que oí tales reacciones me sorprendió tanto que se creyeran tales cosas que me quedé muda. Luego empecé a hablarles de lo limpia que estaba mi ropa, lavada sólo con bicarbonato y a veces con quitamanchas sin productos químicos. Y el brillo y la fuerza de mi pelo lavado con champú y acondicionador ecológicos sin perfume. También dirigí a la gente hacia los detergentes no perfumados y biodegradables, jabones y productos de limpieza. Poco a poco empezaron a eliminar sus imágenes tras conocer, utilizar y ver los resultados de las alternativas no tóxicas. Muchos me agradecieron más tarde el tener un pelo y una piel así de sanos, menos ataques de sinusitis y menos mareos después de cambiar de detergente o dejar los perfumes en favor de aceites esenciales de alta calidad. Por supuesto, no son más que unos pocos ejemplos de las imágenes que os pueden bloquear, pero son suficientes para daros una idea de qué se puede buscar en uno mismo. Ahora tenéis que saber qué hacer con esas imágenes. Después de identificar las imágenes que os bloquean es bastante fácil despejarlas. Básicamente, se hace fluir energía mientras se eliminan repetidas veces las imágenes colocadas en el interior de rosas hasta su desaparición. Si las imágenes cuentan con mucha carga, puede hacer falta un proceso frecuente de despejamiento durante un tiempo hasta que se perciba un sentimiento nuevo y estable y/ o una reacción de comportamiento estable en las correspondientes áreas vitales. Cuestiones más profundas con sentimientos y formas de pensamiento extremadamente traumáticos o fijados pueden precisar ayuda de otras personas, pero este proceso resulta increíblemente bueno para la mayoría de las imágenes estancadas. Usa el formato siguiente para despejar imágenes:

1. Cierra los ojos y conéctate a la tierra.
2. Comprueba el tamaño, colores y rosas del aura y haz los ajustes precisos.
3. Haz fluir las energías cósmicas y terrestres a través de los canales del cuerpo y pon ambas en Automático.
4. Determina una imagen, de uno de los ejemplos anteriores o de alguno propio, que sientas estancada en ti.
5. Actúa sobre las imágenes con el ojo de la mente. Si no ves o recuerdas automáticamente las escenas mientras piensas en el asunto, pide que una imagen lo represente.
6. Coloca la imagen en el exterior del aura y ponla en el interior de una gran rosa del color que crees automáticamente.
7. Disuelve esta primera rosa y crea una nueva en su lugar alrededor del resto de la imagen.
8. Continúa creando y disolviendo rosas alrededor de la imagen lo más rápido que puedas, aunque sin prisas, hasta que la imagen termine por desaparecer. Si surgen emociones durante este proceso, respira profundamente para ayudarte a su total liberación. Si empiezas a llorar o a temblar, convéncete de que estás a salvo y que sólo experimentas emociones antiguas que abandonan tu cuerpo. Luego procede a sentir las emociones lo más intensamente posible mientras creas y disuelves rosas. Si necesitas gritar, golpear almohadas, saltar arriba y abajo o simplemente observar los sentimientos, confía en tu conocimiento interno de lo que precises. La expresión correcta acabará con la contracción, hará que sientas emociones más sinceras y te traerá alivio incluso durante el proceso.
9. Ahora visualiza otra imagen asociada con el mismo asunto y elimínala con rosas una y otra vez hasta que también desaparezca. Repite este proceso hasta que no queden más imágenes relacionadas.
10. Sigue haciendo fluir energía y respirando profundamente para ayudar a la liberación de emociones y energías unidas a las imágenes. Cuando sientas cesar la liberación de energías y/o emociones y vuelva a haber luz en ti, has terminado.
11. Luego crea una afirmación que reemplace las viejas imágenes. Empieza a formularlas con un positivo «soy», tal como «soy libre y estoy a salvo para expresarme a mí mismo» o «soy un Ser de Luz hermoso y radiante y profundamente digno de respeto y amor cuando canto y cuando no» o bien «la vida y las personas están de mi parte sin esfuerzo y con alegría». La afirmación contribuirá al anclaje de una realidad alternativa más alineada con quien eres de verdad y lo que quieres crear en la vida.
12. Abre los ojos y date las gracias con el regalo que te acabas de hacer.
13. Inclínate y descarga. Despejamiento de creencias, juicios, imágenes perfectas y formas de pensamiento «No hay límites, sólo creencias» es una expresión favorita mía.

Quiere decir mucho. Lo que quiere decir es que uno crea su propia realidad y que aquello que uno cree se manifestará en la vida, conscientemente o no. Es útil, por lo tanto, examinar algunas de las creencias que no queramos que nos controlen la vida. Si te enfrentas al problema de que no te toman en serio, es posible que exista una combinación de asuntos relacionados con la autoestima que precisen ser sanados, así como muchos sentimientos colaterales. Tus creencias pueden ser «no gusto a la gente porque no tengo nada que guste» o «no tengo una buena conversación, soy aburrido» o «soy el felpudo de todos. Todos me pisan y no sé cómo evitarlo». En cuanto se aceptan tales creencias como verdades, seguirán presentándose situaciones y personas que te darán la razón. Del mismo modo, si cambian estas creencias, permitirás que el mundo te brinde tipos nuevos y diferentes de situaciones y personas más en consonancia con una verdad superior. He tenido muchas conversaciones con amigos y clientes sobre la validez o no de sus creencias. Un cliente tenía una creencia en su tercer chakra con este efecto: «No gusto a nadie ni me dan una oportunidad». Cuando le señalé que era una creencia que había que cambiar se puso a la defensiva diciendo: «Es cierto, no es culpa mía, yo no lo he querido así. Así es mi vida y lo puedo probar una y mil veces con las cosas que no dejan de ocurrir». Protegía tanto sus creencias y su propio complejo de víctima que me costaba mucho hablar con él. Intenté explicar a este cliente que la vida no dejaba de darle la razón debido a la ley del magnetismo. Atraía hacia sí lo que encerraba dentro diciendo que la fuente profunda del problema era su propia ira y el resentimiento hacia personas que en el pasado lo habían tratado mal y que lo que necesitaba hacer era despejar la creencia, liberar las antiguas emociones y acabar finalmente en estado de perdón. Lo único que llegó a admitir durante esa sesión fue: «Bueno, quemaré la creencia, pero no va a servir para una mierda». Cuando quise actuar en él sobre las emociones que mantenían la creencia en su sitio, se resistía e insistía tanto en probar que su ex esposa le había tratado mal que veía justificado mantener la culpa, el resentimiento y la ira hasta que ella admitiera que había obrado mal. No pude hacer nada más que respetar su libre albedrío. Hay que estar dispuesto a deshacerse del pasado si se quiere sanar y crear un futuro más positivo. Había una canción muy buena que se hizo famosa hace unos años que decía: «Y lo importante es perdonar, perdonar, aunque… ya no me quieras más». No todas las creencias requieren perdón para ser liberadas; pero algunas, como la que tenía mi cliente, claramente sí lo precisaba. Los elementos principales para despejar una creencia son:

1. Ser consciente de la creencia.
2. Disposición a reconocer la creencia como tal y no como verdad.
3. Disposición a deshacerse de la creencia.
4. Disposición a sentir y liberar emociones relacionadas con ella.
5. Aceptación de la responsabilidad de crear la realidad propia y de no ser víctima de ella.
6. La capacidad de imaginar una alternativa sana e ilimitada a la creencia.
7. Un método para liberar la antigua creencia. El método que uso para despejar creencias es bien simple. Tras identificar una creencia que se quiera despejar, tal como «No tengo el atractivo suficiente para que alguien me ame», se cierran los ojos y se visualiza una imagen o un símbolo que represente la creencia. Por ejemplo, uno se ve a sí mismo mirándose en un espejo de mano, y el cristal se rompe en reacción a la imagen. Luego se retiene la imagen de uno mirando al espejo roto en el ojo de la mente mientras se piensa en la creencia y el cuerpo respira profundamente para descubrir dónde se contrae y qué emociones se sienten. Puede resultar que el pecho esté un poco hundido y el chakra del corazón constreñido por la angustia y la vergüenza. Puede que la cabeza esté bloqueada, los ojos tensos y el recto y la parte inferior de la espalda contraídos. Después se respira hacia esas áreas de una en una hablando con ellas y diciéndoles que la imagen rota en el espejo y la idea de no tener atractivo suficiente para ser amado son falsas; no son más que reacciones a una creencia. Luego se le dice al cuerpo que se relaje y se libere de la contracción y las emociones. Cuando el cuerpo se empiece a relajar y las emociones se suavicen, visualiza la imagen o símbolo como una fotografía. Márcala varias veces con fuerza con un tampón de tinta roja que diga «¡CANCELADO!». Luego rómpela y quémala en fuego violeta hasta que desaparezca. La llama de color violeta transmuta la energía hacia una frecuencia vibratoria superior o la ilumina. Si aún sientes una carga o contracción, busca otra imagen para la creencia y repite los pasos. Ahora que tienes una idea de lo que es una creencia y de lo que hace falta para despejarla, intenta lo siguiente:

1. Hay una creencia o mentira que corre por el planeta que dice: «Si naces, debes morir». Esta creencia extendida niega toda posibilidad de ascensión y evolución espirituales desde la tercera a la cuarta dimensión. En este ejercicio la utilizarás como creencia a cancelar.
2. Cierra los ojos, conéctate a la tierra, extiende el aura y comprueba los colores y las rosas de los límites.
3. Opcional: Haz fluir las energías doradas cósmicas y terrestres para lograr una liberación más profunda si quieres emplear tiempo en ello, pero no es crucial.
4. Pide en tu interior una imagen o símbolo que represente la creencia, «Si naces, debes morir». Vale cualquier imagen que te venga a la cabeza. Puede ser un ataúd, una calavera y dos huesos cruzados, la escena de tu propio funeral o cualquier cosa que se te ocurra.
5. Mientras retienes la imagen, piensa en la creencia unas cuantas veces mientras respiras profundamente y observas dónde reacciona el cuerpo y cómo reaccionan tus emociones a la creencia. Tus reacciones pueden variar de lo muy leve a lo muy intenso.
6. Tras identificar las áreas del cuerpo y/o las emociones, habla con tus cuerpos físico y emocional. Haz que acepten la respiración profunda y se liberen de la tenaza y la contracción. Diles que se debe a una mentira, una falsa creencia de la que estás dispuesto a liberarte.
7. Cuando el cuerpo y las emociones se relajen, imagina una fotografía del símbolo de la creencia.
8. Utiliza un tampón de tinta roja que diga, «¡CANCELADO!» y marca con fuerza la fotografía del símbolo de la creencia cuantas veces necesites para que sientas que ha quedado cancelado en tu mente consciente y en tu subconsciente.
9. Ahora rompe la fotografía cancelada en dos o cuatro pedazos y quémalos con fuego violeta hasta que desaparezcan del todo.
10. Si aún sientes una carga procedente de esta creencia, repite el proceso con imágenes o símbolos nuevos hasta que te sientas despejado. Si es una creencia nuclear (que tiene mucha carga) puede que necesites repetir este proceso varios días e incluso semanas hasta que notes que ha desaparecido. Esto se debe a la disposición en capas, o efecto cebolla, de tu naturaleza holográfica. 11. Piensa en una afirmación que reemplace a estas creencias tal como: «Estoy preparado para trascender a la muerte y ascender en esta vida» o «la ascensión es el paso evolutivo final de los seres humanos». Utiliza una propia si lo prefieres. Dila en silencio o en voz alta unas cuantas veces hasta que el cuerpo reaccione a la afirmación relajándose, sintiéndose más libre y ligero o más expandido y lleno de luz.
12. Abre los ojos.
13. Vuelve al paso 1. Esta vez piensa en una creencia que sepas que te limita la vida o las relaciones con los demás, con Dios/Diosa o contigo mismo. Formúlala en una frase. Luego repite los pasos precedentes para despejar la creencia.

Los juicios se despejan del mismo modo que las creencias. La única diferencia es la naturaleza y la fuente de la energía que se despeja. Ahora me gustaría describir la diferencia entre juicio, opinión, preferencia y discernimiento. Parece haber mucha confusión y controversia sobre estas áreas entre los buscadores espirituales de hoy. Un juicio es la proyección de un pensamiento hacia o sobre otra persona o uno mismo que niega el valor de la esencia de la persona. Identifica a la otra persona o a uno mismo con algo que no gusta y de lo que se cree que no tiene valor. Por ejemplo, si dices o piensas: «Es un imbécil y un cabezota», identificas a la persona con aquello que le has llamado. Ignoras el valor de la esencia de esa persona y etiquetas a la persona toda basándote en su actitud o comportamiento. Esto es un juicio. De otro modo, si dices o piensas: «Me siento de verdad inseguro y frustrado y me enfado cuando es así de cabezota y no me gusta», expresas tus sentimientos y estableces una opinión sobre lo que percibes en el comportamiento de la persona. Si también dices o piensas: «No me siento seguro ni respetado por esta persona y he decidido no pasar más tiempo con ella», indicas una preferencia basada en una experiencia vital. Esto es usar el discernimiento. Recuerda: Eres responsable espiritualmente de no juzgarte a ti mismo ni a otros en ningún caso. Cada espíritu o alma realiza su propio viaje evolutivo y no tienes derecho a condenarlos, juzgarlos y así negarles o negarte a ti mismo el propio valor inherente. Sin embargo, a la vez eres responsable de hacer elecciones basadas en el discernimiento, cuidar de ti mismo y no ser una víctima. Si sabes que alguien ha venido comportándose de una manera poco fiable, poco respetuosa o dañina, debes usar el discernimiento y elegir qué grado de relación es apropiado que mantengáis. Esto no es negar la capacidad de crecer de la otra persona, sino elegir mientras tanto cómo precisas o prefieres relacionarte con ella. Una vez, mientras meditaba junto a una piscina termal en California hace unos nueve años, un hombre entró dando gritos y haciendo aspavientos. Con los ojos cerrados empecé a quejarme en silencio pensando por qué dejaban entrar en la piscina a personas tan molestas y poco espirituales. ¿Por qué no limitar el acceso a personas sensibles y espiritualmente apropiadas como yo? Cuanto más molesto y ruidoso era su comportamiento, yo reaccionaba con juicios cada vez más arrogantes. Después sentí clariauditivamente la voz de un hombre que decía: «¡Si lo juzgas, en eso te convertirás!» No hace falta decir que reaccioné con humildad a esta frase. Respondí en silencio: «Ayúdame a verle de otro modo. ¿Qué debo hacer?» El Hermano Blanco que me hablaba me lo explicó así: «Imagina un círculo de 360 grados. Cada aspecto de tu carácter, identificación de personalidad y comportamiento sufre un proceso evolutivo que empieza en el grado cero y termina en los 360 grados. Por ejemplo, en el área de la sensibilidad hacia otros y hacia el entorno, ahora estás en el grado 280 y el hombre al que juzgas tan mal estará en el grado 40. Y sin embargo, lo único que crea la ilusión de diferencia entre vosotros dos es que vuestra conciencia está basada en una realidad de tiempo y espacio. En un nivel de ser y de espíritu fuera del tiempo y el espacio, ambos ocupáis los 360 grados simultáneamente, lo que os convierte en iguales. Lo más probable es que no lleguéis a tener una amistad aquí en la Tierra en el tiempo y el espacio porque en esta vida vuestros niveles evolutivos son incompatibles. Pero debes verlo como a un auténtico igual y reconocer su valor espiritual aunque decidas con tu discernimiento no pasar tiempo con él». Agradecí de verdad al Hermano con lágrimas en los ojos una lección que tanta falta me hacía. Creo que nunca olvidaré esa lección, aunque a veces aún me veo con necesidad de aplicarla. Básicamente, debes decidir con discernimiento con quién te asocias íntimamente y con qué grado de intimidad. Desde un punto de vista vibratorio, resuenas con algunas personas y con otras no tienes nada que ver. Es natural tener preferencias basadas en la resonancia y la compatibilidad. Es importante darse cuenta de que el nivel evolutivo de compatibilidad puede ser muy distinto de la atracción que sientas por el alma de alguien. Ese alguien te puede atraer por el alma y mediante el magnetismo kármico para después descubrir que la vida diaria con esa persona es dolorosa, desagradable o incompatible en el mejor de los casos. Un compañero sentimental mío me acusó una vez de culparlo, juzgarlo y no tratarlo como igual porque le decía que nunca cumplía las promesas que me hacía y le daba ejemplos específicos de ello. También le explicaba que este comportamiento particular suyo me dolía. Cada vez que me mostraba dolida o quería hablar de algo que no funcionaba en la relación, recibía de él el mismo mensaje y yo reaccionaba llorando, sintiéndome culpable y esforzándome de verdad por comprender y amar mejor. Pero también seguía pensando de mí misma que no actuaba de modo correcto. Un día, después de haberse repetido esta situación, el Arcángel Miguel me dijo suavemente: «Amorah, al negarte amor y hacerte acusaciones que te hacen sentir culpable y te avergüenzan, te manipula y te controla. Si ves que algo no funciona, tienes derecho a señalarlo. Cuando una persona te trata mal, tienes la responsabilidad de defenderte y de no permitir que continúe. Contestar de esa manera no es culpar, es usar el discernimiento. Puede que sepas que él es un igual en el nivel del alma, pero en el trato personal diario es un chiquillo rebelde y torturador la mayor parte del tiempo, mientras que tú eres una mujer adulta. No estáis en el mismo nivel de crecimiento y madurez aquí en la Tierra. Es importante que reconozcas eso sin culpa y dejes de avergonzarte de señalarle sus actos y sus actitudes». Lecciones como ésta son increíblemente valiosas para el viaje espiritual. A la hora de elegir sensata y amorosamente a compañeros y amigos, no sólo debes tener en cuenta tu conexión con el alma de otras personas y su plan espiritual. También debes examinar sus acciones diarias y su comportamiento ante las situaciones de la vida. Si no ponen en práctica diariamente lo que representan sus ideales espirituales, no pueden o no quieren mantener sus promesas ni tratarte con respeto e integridad, debes utilizar el discernimiento y elegir la naturaleza de las relaciones que quieras o no mantener con ellos. Ahora que he expuesto lo que es un juicio, un discernimiento, una preferencia y una opinión, estás preparado para despejar un juicio. Piensa en alguien de quien tengas un juicio. Piensa en ese juicio. Luego vuelve al proceso para despejar una creencia y sigue los mismos pasos para despejar el juicio. En el paso 12 afirma: «Reconozco que ________ (nombre de la persona) es un espíritu de luz santo y divino cuya vida tiene valor». Aún puedes decidir no tener nada que ver con esa persona, estás en tu derecho. Ahora repite los mismos pasos dados para despejar una creencia, pero esta vez despeja un juicio sobre ti mismo. Crea tu propia afirmación en el paso 12 similar a la que has utilizado para liberar el juicio sobre otra persona. Cuando te sorprendas a ti mismo juzgando a alguien, incluso a ti mismo, párate inmediatamente y di: «Ordeno que este pensamiento quede cancelado». Luego coloca tu verdad superior en su sitio. Si el planeta entero hiciera esto, todos tendríamos paz. Las «imágenes perfectas» también se pueden despejar con el mismo proceso utilizado para despejar creencias y juicios. Se crean imágenes perfectas cuando se toma un ideal o una meta relacionados con algo que se quiere o no se quiere ser y se convierte en un fin absoluto. Generalmente, cuando no estás a la altura del ideal o la meta, te desprecias a ti mismo. Por ejemplo, puedes tener el ideal espiritual de ser compasivo y comprensivo. Sin embargo, si te culpas y te avergüenzas de cualquier defecto a superar con el fin de llegar a ser compasivo y comprensivo, puede que nunca lo consigas. Cuando te enfadas o emites juicios en lugar de ser compasivo y comprensivo, puedes sentir tal sensación de fracaso que te deprimes, te avergüenzas, y te castigas. La actitud más apropiada sería tomar conciencia de la actitud o comportamiento imperfectos e intentar transformarlos sin recurrir a la formulación de juicios. Una vez fui a una sesión de lectura y sanación con mi maestra porque me sentía deprimida y pensaba en el suicidio. Sabía que no me iba a suicidar, pero las emociones negativas me abrumaban. Cuando entró en trance, me dijo: «No me extraña que pienses en el suicidio. Tienes tantas imágenes perfectas de ti procedentes de ti misma y de otras personas encendidas en cada chakra, que has decidido que nunca estarás a su altura y te has rendido». Dedicamos la hora y media a identificar imágenes perfectas y a despejar las que venían de otras personas. También recibí una lista de imágenes perfectas creadas por mí para despejar en casa. Aquel día salí de casa de mi maestra riendo, sintiéndome feliz de nuevo. Piensa en áreas de tu vida en las que te sientas fuera de lugar, avergonzado o fracasado. Luego identifica las imágenes perfectas que representen quién crees que debes ser. Mediante el proceso mencionado para despejar creencias y juicios despeja esas imágenes perfectas. En el paso 12 crea una afirmación tal como: «Soy una persona compasiva y comprensiva que está madurando. Me amo y me acepto exactamente como soy ahora». Si descubres imágenes perfectas con origen en otras personas, puedes eliminarlas con rosas. Para despejar formas de pensamiento recurre a la misma técnica utilizada para creencias, juicios e imágenes perfectas. La única diferencia es que una forma de pensamiento es una estructura compuesta a partir de muchas imágenes pasadas y/o presentes, creencias, juicios y/o imágenes perfectas alrededor de un tema central. Cuando percibo estas formas de pensamiento extrasensorialmente, me recuerdan a una madeja en la que se enrollan pensamientos, creencias y/o imágenes altamente cargadas procedentes de experiencias de la vida alrededor de un tema común. Se unen unas a otras y se enrollan como la cinta de vídeo en la bobina. Una forma de pensamiento tiene la capacidad de cargarse tanto que llega a convertirse en lo que llamo un «ente de pensamiento». Este tipo de ente va controlando aspectos de la propia vida e inhibe el crecimiento. Trabajé con un cliente que tenía una forma de pensamiento de esta magnitud que le hacía creer que si no controlaba a las mujeres se moriría. Por supuesto, estaba a merced de su propia creación y vivía con temor al vacío y se resistía a intimar. Este pensamiento se componía de muchas creencias y juicios. Algunos aparecen en esta lista, que dará alguna idea de cómo se genera una forma de pensamiento. Eran:

1. Si no puedo extraer y utilizar el amor y la luz de una mujer, moriré porque yo no tengo ni lo uno ni lo otro.
2. Soy incapaz de salvarme a mí mismo.
3. Cualquier cosa que tenga que hacer para salvarme está justificada, aunque lastime o empobrezca a otros.
4. Sólo podré ser feliz teniendo el control sobre la sexualidad de una mujer haciendo que me desee y luego negándome a ella.
5. Debo hacer que la mujer se sienta fuera de lugar, no deseada, e incompleta para que me necesite.
6. El único poder que satisface es el poder absoluto.
7. Debo ocultar quién soy en realidad a cualquier precio y ser astuto y manipulador para cubrir mis necesidades.
8. Si utilizo la autocompasión para que la mujer me tenga lástima e intente salvarme, será mía.
9. Nadie hará que me rinda. Soy más poderoso que el amor y lo demostraré.

La imagen nuclear y primigenia que inició la forma de pensamiento procedía de una vida pasada en la que este hombre fue herido por una esposa, a la que amaba profundamente, que huyó con otro hombre. En ese momento juró no volver a permitirse amar o confiar en nadie. También juró castigar a cuantas mujeres pudiera por lo que aquélla le había hecho. Después se convenció de que el odio era más fuerte y más poderoso que el amor y que a partir de entonces se decantaría por el odio. Estos juramentos, fruto de la ira, el dolor y la venganza, le acompañaron a través de muchas vidas, creando una forma de pensamiento que crecía cada vez más con cada vida. Para cuando lo conocí, esta forma de pensamiento controlaba por completo la parte inferior de su cuerpo, igual que sucede en casos de posesión por parte de un ser demoníaco. La forma de pensamiento tenía voz y voluntad propias y era más grande que el yo de luz de este hombre y «aún más feo», como quien dice. Aunque cueste creerlo, la forma de pensamiento era aún más complicada, pero creo que con esto es suficiente. Por suerte, no hay muchas formas de pensamiento que crezcan hasta alcanzar tales proporciones, pero debes saber hasta qué punto pueden llegar si no se las trata a tiempo. No puedo decirte en realidad cómo identificar estas formas de pensamientos en ti mismo a no ser que seas clarividente o clariauditivo y los veas, o recibas mensajes sobre ellos. Pero a medida que crezcas y progreses, sea a través de guías, sueños o percepciones repentinas, puede que en algún momento te des cuenta de que una forma de pensamiento controla algún aspecto de tu vida. Si eso ocurre, utiliza el procedimiento para despejar creencias dado previamente en esta sección y despeja las imágenes y creencias que componen la forma de pensamiento de una en una hasta que hayan desaparecido. Si sueles recordar tus sueños, pide antes de ir a la cama que el tema del último sueño de la noche sea una forma de pensamiento que necesites despejar. Cuando despiertes y recuerdes el sueño, entra en estado de meditación y pide ver o escuchar cuáles son sus componentes. A partir de aquí ya puedes aplicar el proceso para despejar creencias dado anteriormente. Acuerdos (contratos) psíquicos En la vida diaria siempre se establecen acuerdos o contratos psíquicos con los demás. Algunos se corresponden con acuerdos conscientes, tales como una cita para comer o quedar con el compañero de piso en que uno hará la colada si el otro prepara la cena. Cuando la actividad finaliza, el contrato se disuelve y no quedan lazos. Sin embargo, hay muchos tipos de contratos totalmente inconscientes o subconscientes que se establecen con los demás. Por ejemplo, puedes tener un amigo con una inclinación fuerte a culpar a los demás. Tú, por otro lado, puedes temer llevar la contraria a alguien por miedo a que se enfade contigo y pierdas su amistad. De modo que este amigo y tú habéis creado un acuerdo inconsciente: Siempre te pondrás de su lado contra los demás en cualquier caso, y tu amigo nunca se enfadará contigo. Este tipo de contrato es muy codependiente. Ayudas a este amigo a persistir en su actitud acusadora y negativa y él hace que no pierdas el miedo a la ira y al rechazo. Ninguno de los dos tiene mucha libertad para crecer y evolucionar en estas áreas de la vida. Por lo tanto, cuando descubras e incluso sospeches tener contratos poco sanos con otros, es importante despejarlos. Algunos contratos deben liberarse porque usurpan el libre albedrío de modo inapropiado. Por ejemplo, he tenido numerosos clientes que tras el final de una relación no pueden olvidarla del todo y aceptar nuevas relaciones en su vida. A menudo me encuentro con clientes que han establecido contratos como: «Si cambias, volveré contigo» o «te esperaré siempre» o bien «no me permitiré tener otra relación porque te abandoné y eso te provocó mucho dolor y enfado». También me he encontrado con contratos entre ex amantes, comprometiéndose a tener hijos juntos aunque no pretendan reanudar su relación. Estos tipos de acuerdos paralizan literalmente el área vital en particular que controlan; no dejan cambiar de idea, olvidar o hacer lo preciso para seguir adelante. Si tiendes a absorber las emociones y los problemas de los demás, probablemente te ocurrió eso con tu padre, tu madre o con ambos cuando eras pequeño. Muchas familias tienen al menos un miembro que actúa de vertedero emocional para los padres y/o los otros hijos. Los contratos que regulan esto contienen variaciones específicas, pero tienen similitudes. Siguen unos ejemplos:
1. Abs
orbes el miedo de tu madre para que sea más capaz de atender tus necesidades físicas.
2. Absorbes la ira entre tus padres para que no se hagan daño o te lo hagan, pero a ti no se te permite expresar ira.
3. Al ser el hijo mayor, te ocupas de las necesidades físicas y emocionales de los más pequeños poniendo tus propias necesidades en último lugar.
4. Como tu madre ha dejado de atender y relacionarse sexualmente con tu padre, te conviertes en su esposa sustituta, absorbiendo su exceso de emociones y energías sexuales y permitiéndole tomar energía de tu segundo chakra cuantas veces lo precise.
5. Tu madre te puede absorber la fuerza vital siempre que quiera porque te dio la vida y, por lo tanto, se lo debes.
6. Te sientes culpable de ser una carga para tu madre o tu padre, así que te aprestas a absorber sus emociones y su dolor y a darles tu energía

Esta lista no pretende presentar a nadie como mala persona; pretende hacerte caer en la cuenta de la naturaleza de los acuerdos psíquicos en una sociedad que tiende hacia la represión emocional, la codependencia y la negación. Siguen otros ejemplos corrientes de acuerdos:

1. Los miembros de la familia no reconocen el problema del padre o la madre con la bebida, su comportamiento violento, su mal genio, sus problemas económicos o cualquier otra cosa de la que se avergüence la familia.
2. Absorbes el miedo de otra persona para demostrar que no la vas a herir como otros hicieron en el pasado.
3. Cambias sexo por sostén económico.
4. Nunca discrepas con el jefe para que no te despida.
5. No te casarás hasta que muera tu madre ni vivirás lejos de ella.

Así siempre estarás a mano si ella te necesita o está sola. La lista podría continuar indefinidamente. Al menos ya tienes una idea de la naturaleza de los contratos personales. También hay contratos sociales y planetarios. Ejemplos de contratos sociales son
1. Los que vivimos en la zona este de la ciudad no tenemos nada que ver con las otras razas, o seres inferiores en general, de la zona norte, y estamos de acuerdo en que los de la parte oeste son esnobs.
2. Los miembros de nuestro grupo social no llevan colores chillones.
3. Apoyamos el victimismo de cada uno jugando al «pobre de mi» y estando de acuerdo en que no tenemos una oportunidad en este mundo. «Desdicha en compañía» es otro modo de decirlo.
4. Sólo nos relacionaremos con miembros de nuestra Iglesia porque somos las únicas buenas personas de la ciudad.

Algunos de los contratos planetarios que he encontrado y despejado en mí misma y/o en clientes son:
1. Estamos de acuerdo en que todos en este planeta deben estar bajo el mando de, y responder a, un gobierno organizado. Si ese gobierno cuenta con entes oscuros que controlan y poseen a su jefe, debemos someternos también a ellos.
2. Somos los únicos seres vivos que existen, no hay vida más allá de la Tierra.
3. Las mujeres se mantendrán oprimidas mediante la mentira de Adán y Eva de que la mujer trajo la oscuridad sobre el planeta.

Hay más, muchos más. Puede que al menos un ejemplo de contrato tenga en ti resonancias personales y puede que te hayan dado ideas sobre algunos no mencionados. Puedes despejar estos acuerdos con el proceso siguiente. Empieza con uno de los contratos planetarios antes mencionados y luego formula uno propio.
1. Cierra los ojos, conéctate a la tierra, extiende el aura y comprueba las rosas y los colores de los límites.
2. Opcional: Haz fluir las energías cósmicas doradas y terrestres y ponlas en Automático.
3. Visualiza un documento legal en cuya parte superior figure la palabra «CONTRATO».
4. En la parte inferior del contrato, a un lado, verás tu propio nombre.
5. En el lado opuesto verás el nombre de la persona o grupo con quien has establecido el acuerdo. La primera vez que des estos pasos verás «los ciudadanos del planeta Tierra» en el lado opuesto al de tu nombre.
6. Ahora debes decirte de qué trata el contrato o visualizar las palabras del contrato si lo prefieres. La primera vez imagina que el contrato dice: «Los seres humanos de este planeta deben estar bajo el dominio de un gobierno oficial y de los entes que controlan el gobierno».
7. Escribe «ANULADO» sobre el contrato de tu puño y letra, en letras grandes y rojas.
8. Rompe el contrato en dos y quémalo en un fuego de color normal.
9. Repite el proceso a partir del paso 3, esta vez usando un contrato que tengas con una persona o grupo.
10. Cuando termines, abre los ojos. Ahora me gustaría exponerte un proceso para despejar tu sistema de chakras de todo contrato inadecuado con personas importantes de tu vida.

Tratarás de despejar sólo esos contratos que no sirvan a tu bien superior y sobre los cuales no precises saber para aprender y crecer. El ejemplo siguiente te ayudará a despejar contratos con tu madre:
1. Cierra los ojos, conéctate a la tierra y comprueba el tamaño del aura y los colores del límite. 2. Haz fluir energías doradas, cósmicas y terrestres y ponlas en Automático. Este paso no es opcional esta vez. 3. Centra la atención en hacer fluir las energías doradas cósmicas y terrestres a través del chakra de la coronilla. Extiende las manos hacia delante y convoca los contratos inapropiados con tu madre o figuras maternas que existan en este chakra y que deban ser consumidos. 4. Cuando notes los contratos en las manos o imagines que están allí, rómpelos en dos y quémalos en un fuego de aspecto normal.

5. Haz fluir la mezcla de energías a través del sexto chakra o tercer ojo. Convoca los contratos con tu madre que estén preparados para ser liberados de este chakra.
6. Rómpelos en dos y quémalos.
7. Haz fluir las energías doradas cósmicas y terrestres a través del quinto chakra o de la garganta. Convoca los contratos con tu madre de este chakra, rómpelos en dos y quémalos.
8. Haz fluir la fusión de energía a través del cuarto chakra o del corazón. Ahora rompe y quema los contratos con tu madre en este chakra.
9. Haz fluir la fusión de energías a través del tercer chakra o del plexo solar. Rompe y consume los contratos con tu madre de este chakra.
10. Haz fluir la fusión de energías a través del segundo chakra o chakra sacro. Rompe y quema los contratos con tu madre que estén contenidos en este chakra.
11. Finalmente, haz fluir la fusión de energías a través del primer chakra en la base de la columna. Convoca los acuerdos con tu madre de este chakra, rómpelos y quémalos.
12. Haz fluir la energía a través de la ruta espinal y de los brazos durante al menos dos minutos más para facilitar el despejamiento en curso. Si sientes emociones durante este proceso, sigue haciendo fluir energía, respira profundamente y déjate expresar los sentimientos en el modo que precises hasta que queden liberados. Si un chakra está tenso o dolorido, irrígalo con la fusión de energía cósmica dorada/terrestre mientras inspiras y espiras a través de la zona hasta que se relaje y las emociones hayan cesado.
13. Vuelve a conectarte a la tierra si hace falta. Abre los ojos.
14. Inclínate y descarga. Se recomienda que esperes de unos días a una semana antes de acometer el proceso de despejar los contratos con tu padre, hermanos, ex amantes, cónyuges o cualquier otro que consideres apropiado.

Retirada de cordones Los cordones psíquicos son formas condensadas de energía en forma de tubo con las que enlazas o intercambias energía con otra persona. Existen usos sanos y poco sanos de los cordones. Daré tres ejemplos de cordones sanos. Primero, cuando nace un niño, cuenta en teoría con cordones en los chakras del corazón y de la raíz que lo unen con su madre. Los cordones del chakra del corazón permiten al niño unirse con el alma de su madre. Los cordones del chakra de la raíz hacen que el niño se sienta conectado y seguro. Para cuando el niño tiene entre cinco y siete años, es bueno que disuelva estos cordones generando así más autonomía y autoconfianza. El segundo ejemplo de cordones sanos está en las relaciones sexuales. Los amantes suelen tener cordones uniendo los chakras del corazón y sacros para el intercambio de amor y energía sexual y para el enlace de las almas. Los del tercer ejemplo son generalmente más breves. Hay momentos con amigos o seres queridos durante los cuales decidimos compartir amor a través de cordones que unan los chakras del corazón. Sin embargo, en otros momentos, la mayoría de estos cordones no son necesarios para relacionarse con estas personas porque pueden crear codependencia y fusión excesiva. Una buena alternativa a los cordones es permitir la fusión o superposición de tu aura con el aura de la persona con quien desees tener una conexión más íntima. Así, al separaros no es tan probable que se queden sus imágenes o emociones en tus chakras y tu aura ni que las tuyas se queden en los suyos. Aprender a retirar cordones te permite elegir el nivel de conexión que desees. Los cordones poco sanos pueden: extraer tu energía; obligar a tu cuerpo a procesar el dolor, las imágenes o las emociones de otras personas; controlarte de varias mane ras por ejemplo, a través de la culpa o de mensajes subconscientes, intimidación o imágenes de temor a perder algo; crearte exceso de dependencia de otras personas, o a ellas de ti; usurpar tu libre albedrío; hacer que se estanquen en ti imágenes antiguas tales como la baja autoestima o tener que ganarse el amor a través del sacrificio-. Las variaciones son interminables como el número de personas y de problemas y descompensaciones individuales. Puedes haber recibido o dado cordones sin ser consciente de ello. Así es en la mayoría de los casos. Por suerte, una vez que despejes los cordones, empezarás a sentir si llegan otros nuevos, con lo que será más fácil detectarlos y decidir qué hacer con ellos. Si sientes que la energía se te escapa en presencia de tu padre, de tu madre o de cualquier otra persona, o sientes sus emociones en tu interior, es una buena señal de que tienes un cordón poco sano con esa persona. Los cordones se retiran muy suavemente para provocar la mínima reacción posible en la otra persona y para eliminar la posibilidad de dañar algún chakra (ver ilustración 5a en la página 178). Tirar bruscamente de un cordón puede, en algunos casos, crear cicatrices o arañazos en el cuerpo etérico. También puede hacer que la otra persona contraataque psíquicamente. Por lo tanto, para retirar un cordón tira siempre de él con suavidad hasta arrancarlo totalmente, un poco cada vez, allá donde esté unido a tu cuerpo. Luego coloca en una rosa el extremo del cordón que has retirado. Empuja suavemente la rosa con el cordón hasta el exterior del aura y hazla estallar como se muestra en la ilustración 5b en la página 179

Llena el hueco de tu aura con luz dorada para sellarla y crear un entorno que favorezca la autosanación. Esto se muestra en la ilustración 5c de la página 180. Durante este proceso haz fluir energía dorada a través de los «canales sanadores» que se extienden desde el chakra de la coronilla hasta el chakra de la garganta, luego bajan por los hombros hasta los brazos y desembocan en los chakras de las palmas de las manos. Este flujo de energía hará que sientas el cordón más fácilmente. Tras unos segundos, minutos para cordones duraderos, dejarás de ver el color oro en la parte del aura que llenaste tras retirar el cordón. El hueco se llenará de tu propia energía y recuperará su apariencia normal. El siguiente es un proceso paso a paso para encontrar y retirar cordones:

1. Cierra los ojos, conéctate a la tierra, extiende el aura, comprueba las rosas y los colores de los límites y haz cualquier ajuste preciso.
2. Imagina un sol dorado sobre la cabeza y dirige la luz dorada hacia los canales sanadores: debes verla fluir desde el chakra de la coronilla hasta la parte superior del chakra de la garganta, luego atravesará los canales pequeños que bajan por la parte superior de los hombros y los brazos y finalmente desembocan en los chakras de las palmas. Usa la luz dorada, la visualización y la respiración para abrir los canales sanadores e irrigarlos durante unos treinta segundos antes de continuar. Sentirás la energía que sale a través de las palmas.
3. Mueve muy despacio cualquiera de las manos por el aura, siempre cerca de la parte delantera del cuerpo. Empieza en la cabeza y la cara, luego sigue por el pecho, plexo solar y sigue más abajo hasta que la mano quede delante de la entrepierna. Mueve la mano despacio para que sientas los cambios leves del campo de energía. Si es demasiado leve para ti, practica primero con alguien y luego pruébalo en ti. Procura sentir al tacto los lugares donde la energía sea más intensa y concentrada. Puede que sientas una «vibración» o un «cosquilleo» al tocar los cordones. O bien puedes sentirlos gruesos y pesados, o más duros y sólidos que el resto del aura. Cuando encuentres algo, mueve la mano despacio hacia la parte delantera del aura. Si la sensación desaparece a poca distancia de aquel punto, significa que la energía no es un cordón. En ese caso utiliza rosas para recoger la energía densa y retirarla del aura. Percibirás un cordón si puedes seguirlo hasta el límite del aura. De modo que, si lo que sientes tiene límites bien definidos y se extiende más allá del alcance de la mano, lo más probable es que sea un cordón.
4. Cuando localices un cordón, intentarás identificar a la persona con quien te conecta. A veces, la identidad es evidente por el tacto del cordón. Si no lo es, puedes usar un pequeño truco. Pronuncia en voz alta el nombre de la persona con quien crees tener el cordón mientras lo sostienes en la mano. Si has acertado, el cordón responderá al nombre alterándose de algún modo: vibrando, haciéndose más fuerte o calentándose, por ejemplo. Si no cambia, di más nombres hasta encontrar el adecuado. Puede ser incluso alguien a quien no has visto o con quien no has hablado en algún un tiempo. He despejado cordones míos y de mis clientes procedentes de padres o ex cónyuges a los que no habían visto o con quienes no habían hablado durante años.
5. Ahora que has identificado el cordón que deseas retirar, lleva las manos al lugar del cuerpo donde el cordón se conecta. Sin dejar de hacer fluir la luz dorada cósmica a través de las palmas, tira suavemente del cordón empezando por los bordes, un poco cada vez, hasta que se separe del cuerpo.
6. Coloca una rosa en el extremo del cordón que acabas de separar del cuerpo y empújala hacia el exterior del aura. Haz estallar la rosa con el cordón.
7. Llena el hueco dejado por el cordón desde tu cuerpo hasta el límite del aura con la luz dorada que fluye a través de las palmas o desde un pequeño sol en el exterior del aura.
8. Ahora intenta retirar un cordón de otro modo. Primero visualiza una pantalla de cine en el exterior del aura. 9. Toca la pantalla con las dos manos para despejarla con la energía dorada sanadora.
10. Debes ver en la pantalla tu propia imagen vuelta de espaldas. 11. Toma una bola de luz púrpura y lánzala a tu imagen vuelta de espaldas en la pantalla. Haz que la energía púrpura permanezca allí e ilumine cualquier cordón que deba retirarse de la espalda. (Yo retiro todos los cordones que tenga en la espalda, pues tienden a estar más escondidos, a hundirse más en el subconsciente y a ejercer más control que los cordones de la parte delantera.)
12. Tras localizar un cordón repite los pasos 4 a 7 para retirarlo. Siente el cordón y llena el hueco en la pantalla en lugar de en tu propia aura. Vuelve al paso 13 cuando completes el paso 7. 13. Cuando haya terminado la sesión de retirada de cordones, pon la pantalla en una rosa y hazla estallar. 14. Sella el aura con el color que utilices.
15. Vuelve a conectarte a la tierra si es preciso.
16. Abre los ojos. Si encuentras que un cordón insiste en volver al mismo punto o si vuelve a surgir tan pronto como intentes expulsarlo del aura, quiere decir que mantienes una creencia sobre la persona con quien estás conectado o un contrato con ella. Es bien fácil identificar esta creencia o contrato si sientes la energía e identificas a la persona. Después, despeja la creencia o el contrato como se ha descrito antes en este capítulo y vuelve a retirar el cordón. No debe volver.

Si la persona sigue siendo muy persistente a nivel psíquico, coloca una rosa en el exterior del aura con su rostro y una señal de «no pasar». Reemplaza diariamente esta rosa hasta que creas no necesitarla. Estar en el tiempo presente La conciencia de tiempo presente o de «estar-aquí-ahora» es el estado de ser más creativo y efectivo para alcanzar las propias metas y la sanación. Si no tienes la conciencia instalada en el tiempo presente, es decir, que haya porciones de tu energía en el futuro o se encuentren reviviendo el pasado, es casi imposible crear ese futuro o liberarse de ese pasado. Por otra parte, cuando estás en el cuerpo, alerta y en tiempo presente, estás al mando de tu vida y al máximo de tu capacidad en este momento. Cuando te encuentras instalado en el pasado o en el futuro hay partes de tus chakras o del aura que están literalmente estáticas e inaccesibles. Es como si cualquier cosa que hicieras la hicieras en vano. Tu energía ni siquiera está en el cuerpo. Puede que te cueste estar presente con los seres queridos o en el trabajo y tendrás un sentimiento general de dispersión y desplazamiento, lo cual es literalmente cierto: tu energía está dispersa y en otro espacio. La técnica a utilizar para volver a instalarse en el tiempo presente es ésta:

1. Cierra los ojos y conéctate a la tierra.
2. Extiende el aura, comprueba los colores y las rosas de los extremos y haz los ajustes precisos.
3. Opcional: Haz fluir energías doradas cósmicas y terrestres y ponlas en Automático.
4. Imagina una línea recta, llamada «línea temporal», que se extenderá hacia el infinito en direcciones izquierda y derecha. Sitúa la línea temporal delante del primer chakra en la base de la rabadilla. Coloca un pequeño sol dorado delante del chakra y sobre la línea.
5. Espira a través del primer chakra con la intención de liberar hacia el sol dorado cualquier energía pasada o futura contenida en él.
6. Ahora imagina que este sol se divide en dos trozos ,que ruedan simultáneamente en direcciones derecha e izquierda, representando el pasado y el futuro. Cuando el sol se divide y rueda en ambas direcciones, cada parte libera las energías pasadas y futuras del chakra y las coloca en el marco temporal apropiado.
7. Cuando las dos partes del sol hayan llegado tan lejos como sea preciso para cumplir su tarea, volverán automáticamente al punto central. Traerán con ellas cualquier energía que pertenezca a tu cuerpo en el tiempo presente que estuviera en el pasado y en el futuro.
8. Cuando ambas partes hayan vuelto y se reencuentren en el centro como un solo sol, mueve la línea temporal y el sol hasta que queden frente al segundo chakra, a me dio camino entre el ombligo y la entrepierna. De nuevo espira a través del segundo chakra con la intención de liberar hacia el sol cualquier energía pasada y futura contenida en él.\
9. Divide el sol otra vez en dos partes y envíalas simultáneamente a recorrer la línea temporal en ambas direcciones tan lejos como sea preciso hasta que se detengan solas. Verás cómo vuelven de nuevo al centro para devolverte la energía del tiempo presente una vez convertidas en un solo sol.
10. Ahora, coloca la línea temporal y el sol dorado frente al tercer chakra situado en el diafragma o plexo solar. Espira a través de este chakra para liberar las energías ajenas al tiempo presente. 11. Imagina que el sol se divide y va y viene de ambas direcciones, liberando y recibiendo energía como antes. 12. Coloca la línea temporal y el sol dorado a la altura del chakra del corazón en el centro del pecho y repite los mismos pasos de los chakras anteriores. 13. En el chakra de la garganta repite los mismos pasos.
14. Ante el tercer ojo, localizado entre las cejas, repite el mismo procedimiento.
15. Finalmente, repite los mismos pasos para el chakra de la coronilla situado en la parte superior de la cabeza.
16. Ahora coloca la línea temporal y el sol dentro del aura al menos a 30 centímetros delante del cuerpo y haz que el sol recoja las energías ajenas al tiempo presente de tu aura y las coloque en el marco temporal adecuado, en el pasado y en el futuro. Al volver las dos mitades del sol al centro y convertirse de nuevo en uno por última vez, traerán consigo cualquier energía que pertenezca a tu aura en el tiempo presente.
17. Coloca la línea temporal y el sol en una rosa y disuelve la rosa en el exterior del aura.
18. Abre los ojos, inclínate y descarga.

Una vez que hayas realizado este proceso completo puedes utilizar una versión abreviada. El tercer chakra se encarga de las relaciones sociales y de tus metas en el mundo y con otras personas. La distribución de energía procedente de los demás chakras tiene lugar en el tercer chakra, ya que implica a los demás en intercambios sociales y en el cumplimiento de las metas. A causa de este enfoque único multichalcras, el tercer chakra se puede utilizar para traer todos los chakras al presente de este modo:

1. Coloca el sol en la línea temporal como antes, esta vez sólo delante del plexo solar o tercer chakra.
2. Con la intención de liberar las energías pasadas y futuras hacia el sol dorado desde todos los chakras, inspira en el chakra de la coronilla y espira desde la coronilla en sentido descendente hacia el plexo solar y, a través de él, hacia el sol.
3. Ahora inspira en el chakra de la raíz en la base de la columna y espira en dirección ascendente hacia el plexo solar y, a través de su parte frontal, hacia el sol.
4. Haz que el sol dorado se divida en dos partes. Que rueden a la vez hacia la derecha y hacia la izquierda depositando en el pasado y en el futuro las energías de todos los chakras que sean ajenas al tiempo presente.
5. Cuando las mitades del sol vuelvan al centro, habrán recuperado las energías del pasado y el futuro que pertenezcan a tu cuerpo en el tiempo presente. 6. Cuando el sol vuelva a ser uno y esté en el centro, colócalo con la línea temporal en una rosa en el exterior del aura y hazlos estallar.
7. Abre los ojos. Usa las técnicas de despejamiento y autosanación de este capítulo tan a menudo como creas oportuno. En otras secciones de este libro de ejercicios se ofrecen sugerencias que suponen la aplicación de estas técnicas, por lo que debes familiarizarte bien con ellas.